Ya sabemos los rivales de setiembre y se confirmó el lugar de concentración en Doha. Analizamos la utilidad de los amistosos y presentamos el hotel del Centro Ecuestre que visité en mayo. Falta menos y hay ansiedad porque para mí “el camino NO es la recompensa”, sino que “lo único es ganar”.
No es fácil conseguir partidos amistosos de nivel. El advenimiento de la Liga de las Naciones de UEFA y sus similares en Asia y Concacaf limitaron a la Conmebol a tener que jugar amistosos entre nosotros o con rivales de poca monta que casualmente no tengan actividad programada en las llamadas fechas FIFA. Hace poco Uruguay pudo enfrentar a México y USA en Estados Unidos en dos provechosos partidos. La goleada a México y el empate rotando el plantel contra Estados Unidos sirvieron mucho al técnico Diego Alonso. El tercer partido fue un fiasco, se fueron cayendo los rivales que de por sí eran flojos. Primero falló Jamaica que hasta se quedó con 90 mil dólares de adelanto que no se sabe si ya devolvieron. Luego se habló de Irán, Túnez, se ofreció Tanzania y terminó siendo un equipo panameño que consideramos Panamá C porque los titulares jugaban la Copa de las Naciones de Concacaf el mismo fin de semana, la sub 21 estaba jugando en Francia y vino una sub 20 con algún veterano de la liga local ya fuera de nivel. Pero igual el tema era hacer una despedida y eso se concretó.
Luego de algunas idas y venidas se concretaron para setiembre dos amistosos en Viena, Austria, contra Irán (el 23) y Catar (el 27). Parecería un rival interesante el primero y el segundo está en el mundial porque lo organiza y obviamente eso lo clasificó, pero seguramente Alonso lo usará para rotar plantel nuevamente. Igual a esta altura todo suma. Pero hace tiempo que se terminaron los amistosos contra Italia, Francia, España, etc., o de media tabla europea como Rumania, Austria, Hungría, Polonia, etc. Ya no. Esto conspira no solamente con Uruguay, también con Argentina y Brasil, que están despegados en Sudamérica en cuanto a nivel y chances de pelear un mundial con respecto al resto.
Tras varios meses de idas y vueltas, la selección uruguaya ya sabe dónde concentrará durante la disputa de la Copa del Mundo. El lugar elegido es el Centro Ecuestre Al Shaqab. Este va a ser un Mundial diferente a todos los demás. Por primera vez, desde 1930, la copa se disputará en una misma ciudad. La capital de Catar, Doha, recibirá a las 32 selecciones que jugarán los 64 partidos en ocho estadios. Solamente uno de los estadios se encuentra a unos 50 kilómetros a través de caminos desérticos.
Volviendo a la Copa, a Uruguay le habían asignado el Hotel Pullman. Estuve allí y se trata de un edificio de 40 pisos, que tenía el compromiso de otorgarle los últimos cuatro o cinco a nuestra delegación para garantizarle privacidad. Su ubicación es en la parte financiera de la ciudad, rodeado de enormes edificios y grandes avenidas. Obviamente para los futbolistas significaba quedarse encerrados en el hotel, ya que, con las 32 hinchadas en una misma ciudad, los cazadores de selfies y autógrafos no hubiesen permitido una simple caminata distendida por la calle en ningún momento. El otro lugar que se quiso conseguir fue la Aspire Academy, que pertenece a una universidad y era de los mejores. Tanto es así que Brasil lo tuvo reservado, aunque luego se bajó, y quedaba Australia en el primer lugar de la lista de espera. Al eliminar a Perú terminó con las ilusiones celestes. Parecería era el ideal ya que tenía alojamiento, canchas, gimnasio y privacidad, todo en un mismo local. Finalmente, la AUF había reservado, sujeto a aprobación de FIFA, el Centro Ecuestre. Tuve la oportunidad de visitarlo en mayo y recorrerlo con mi Cámara Celeste y la cámara de Canal 4. Se trata de un estadio para competencias ecuestres de nivel mundial, impensable en estas latitudes. De afuera parece como si estuviésemos llegando al Aeropuerto de Carrasco.
En el entorno al estadio hay caballerizas y un hotel para 70 personas que se abre en ocasiones especiales para alojar a participantes de competencias y sus acompañantes. Es un pequeño hotel de dos plantas. En la planta baja tiene la recepción, un amplio comedor y algunas oficinas. También hay habitaciones, aunque la mayoría se encuentra en la planta alta. No tiene cancha de fútbol oficial, no está pensado para recibir a un equipo de fútbol, pero tal vez en estos meses, en los amplios espacios que lo rodean, pueda hacerse un campo de juego para al menos realizar entrenamientos específicos. La privacidad está asegurada ya que es fácil de cerrar los accesos no habiendo competencias ecuestres durante el Mundial. Está ubicado a 1km del Estadio Education City en el municipio de Rayán. Eso era visto por la FIFA como un inconveniente ya que va a ser sede de ocho partidos. Imaginemos el movimiento de hinchas en torno a la concentración de Uruguay y entenderemos por qué las autoridades del fútbol y del país organizador se tomaron su tiempo para aprobarlo.
Uruguay debutará en ese estadio ante Corea del Sur el 24 de noviembre y, si bien está a menos de 1 km en línea recta, por carretera deberá hacer más de 3 km. La distancia del local de concentración celeste al centro de Doha es de apenas 7 km y a escasos 1500 metros se encuentra la Ciudad de la Educación que concentra a seis universidades estadounidenses y varios de los principales centros educativos locales, públicos y privados, además de la gigantesca estructura de la Biblioteca Nacional y el Centro de Convenciones donde estará ubicado el Centro de Prensa de la Copa.
Entiendo es una copa diferente. Por ejemplo, en Sudáfrica 2010, Uruguay se concentró en la ciudad de Kimberley que no tenía estadio mundialista y viajaba en chárter a cada partido para luego volver. Algo parecido sucedió en Brasil 2014 con la concentración en la pequeña ciudad de Siete Lagoas, en la cercanía de Belho Horizonte y, finalmente, en Rusia 2018 en la ciudad de Nizhny. Justamente el último partido de Uruguay en Rusia, y en mundiales, fue en esa ciudad por lo que fue la única vez en esa copa que no se debió trasladar la selección. Esta vez la selección celeste y todas la demás llegarán, se alojarán en un lugar y nunca más tomarán un avión a no ser cuando queden eliminados o al finalizar la copa.
Una delegación uruguaya de la AUF, integrada por el secretario general de selecciones, Jorge Giordano, el gerente deportivo, Jorge Anania, el neutral Matías Pérez (exfutbolista y representante de los llamados grupos de interés) y el Dr. Alberto Pan se encuentra en Catar. Ellos están chequeando las comodidades de las habitaciones, lo espacios verdes, las áreas comunes, la distancia con los gimnasios, alguno de los cuales pueden estar en el Estadio del Centro Ecuestre a pocos metros, etc. También hay tiempo para armar gimnasios y zonas de activación física en el mismo predio del pequeño hotel para tener todo más a mano. Por lo que vi en mi viaje, la selección va a tener todas las comodidades, los traslados a los estadios van a ser cortos y rápidos en caminos que lucían despejados en mayo y que, con custodia policial abriendo el camino, no habrá dificultades de atravesar en noviembre y diciembre. Queda garantizada la privacidad, la seguridad, las comodidades y demás.
Lo único que falta es hacer más goles que los rivales. De eso se trata la crueldad del fútbol y su exitismo. No soy de los que cree que “el camino sea la recompensa”. Por lo tanto, todo lo que se haya hecho o se haga de aquí en más, se juzgará por los resultados. Y esos resultados son ganar, clasificar y, si es posible, ser campeón. Todo lo demás es puro cuento desde 1900 hasta nuestros tiempos. Las páginas de La Mañana desde 1917 hasta finales de los años 80 registraron historias como las que viviremos en cada partido de la Copa del Mundo. Para mí es un honor a partir de hoy, ser parte de estas páginas que prestigiaron enormes plumas y me generan mucha responsabilidad y emocionado orgullo.
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