La salud en el interior del país pasa, al decir de diferentes actores del sector, por una profunda crisis que las autoridades actuales no han podido resolver. A lo ya denunciado por La Mañana en ediciones anteriores en referencia a la carencia de especialistas en los departamentos ubicados al norte del Rio Negro, se suma lo que algunos catalogan como “una brutal crisis farmacológica”.
Se buscan especialistas
La falta de médicos especialistas en el interior del país fue motivo de análisis a distintos niveles. En nota realizada por La Mañana al presidente de FEMI, el Dr. Daniel Ayala, este reclamaba por la falta de condiciones para que profesionales médicos se radiquen en el interior.
Desde el departamento de Artigas, el colega José Luis de la Peña nos informa la preocupación existente en el departamento por la falta de médicos pediatras, que ha sido motivo de cuestionamientos a la gestión de ASSE en la persona del Dr. Leonardo Cipriani y por consiguiente al director del hospital local. Nos confirma además que médicos locales han coincidido al expresar que “están todos preocupados por el petróleo mientras estamos en una brutal crisis farmacológica”.
El departamento de Rivera, desde la salida del entonces director Dr. Andrés Toriani, el hospital local ha dejado de ser centro de referencia de diferentes especialidades.
La carencia de oftalmólogos, dermatólogos, cirujanos vasculares y psiquiatras determina meses de demora para realizar las consultas. Los demás departamentos ubicados al norte y el litoral del país presentan la misma situación. En ocasión del fallecimiento de la niña riverense de 8 años, cuando se intentó trasladarla al CTI de Tacuarembó, se recibió de respuesta negativa por“no poseer Cirujano Pediátrico”. Para algunos actores políticos la situación responde a la “falta de presupuesto. Hay hospitales del interior que atienden el mismo número de usuarios que el Hospital Maciel, pero con la mitad de los rubros”.
Sin remedio ni solución
A pesar de los anuncios realizados por las autoridades de ASSE, la falta de medicamentos viene siendo un tema recurrente. Según información que se ha recabado, la carencia de medicamentos ocurre en hospitales como los de Artigas y Rivera, donde ante la falta de respuesta, los usuarios siguen el “consejo” de algún funcionario y terminan adquiriendo la medicación en farmacias locales.
En algunos casos los médicos terminan recetando medicamentos que están por fuera del vademécum, por lo que el usuario indefectiblemente deberá desembolsar a veces importantes cantidades para poder acceder a los remedios. Los que recurrieron a las direcciones de los hospitales respectivos no obtuvieron la respuesta adecuada.
En entrevista realizada a la directora de la RAP de Rivera, la Dra. Rosario Leira, ella señaló que “de ninguna manera los médicos pueden recetar medicamentos que no estén en el vademécum. Es solo buscarlo en la computadora y ya aparece el listado completo”.
Al respecto se consultó a directores de varias mutualistas y ellos fueron coincidentes al expresar que es un tema que los “excede”.“Los problemas sufridos por un laboratorio sumado a los altos precios han impactado en la compra y la posterior distribución”.
Carencias que generan incidentes
Los dos temas mencionados anteriormente han provocado un colapso en los servicios de emergencia de los diferentes hospitales. El usuario concurre en busca de un rápido diagnóstico y el medicamento que solucione el problema, aunque no sea de forma momentánea. En la mayoría de los casos, las demoras de varias horas sin importar la edad del consultante han generado numerosos incidentes, generalmente cuando los usuarios se niegan a retirarse sin recibir atención médica. Desde los sindicatos departamentales, afiliados a la FUS (Federación Uruguaya de la Salud) señalaron: “Tenemos diálogo con los directores, pero las respuestas demoran en llegar. Al final siempre somos nosotros los que terminamos dando la cara al usuario”.
En el departamento de Rivera, continúan bajo investigación varias muertes ocurridas en el hospital local donde quedaron en evidencia graves deficiencias en la calidad de atención como también en la carencia de personal.
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