Casi un año y medio después de su inauguración, la Unidad Agroalimentaria Metropolitana enfrenta serias dificultades con una morosidad de un 40% en los pagos de los productores instalados en el lugar. En diálogo con La Mañana, el senador Sergio Botana (PN) exigió que el gobierno nacional y la Intendencia de Montevideo se pongan de acuerdo para buscar una solución.
Recientemente se convocó al Senado a las autoridades del MGAP para abordar la situación de la UAM. ¿Cuál es la situación y qué es lo que más le preocupa?
Estamos buscando la bajada general de los costos del funcionamiento de la UAM. Me preocupa también el tema de darle estabilidad jurídica y conseguir que quienes instalan allí plantas de procesamiento o equipamiento que tienen que tener un carácter permanente o semipermanente en el lugar, lo puedan hacer con contratos y de esta manera tener la más absoluta garantía jurídica.
¿Qué se precisa para lograr esa garantía jurídica que le dé más estabilidad a quienes invierten allí?
La UAM debe ser titular de los terrenos o por lo menos garantizar esa titularidad por los plazos que existen en los contratos. Creo que en ese sentido es posible dar soluciones. Si el gobierno nacional y el gobierno departamental de Montevideo se entendieron antes, se pueden entender ahora. Diría más, tienen la responsabilidad de entenderse. No pueden otra vez empezar con el tire y afloje, y dejar a los productores en el medio. No están jugando solo con los productores, están jugando con todo el sector a nivel nacional.
En cuanto al funcionamiento actual de al UAM, se observa un decaimiento general. En este aspecto, ¿cuál es su visión sobre esta realidad?
Tenemos varias preocupaciones. En primer lugar, la noticia en general sobre lo que se vive dentro del predio retrae inversiones, desalienta la concurrencia a la unidad, no solo para hacer las compras sino también para ofrecer los productos. La noticia de lo que pasa ahí adentro, en sí, juega negativamente contra las expectativas.
Lo segundo es que hay un nivel de costos para el productor y para el operador que se refleja en la morosidad existente en el pago de los predios alquilados. Si un 40% de los operadores y productores instalados tiene cierto retraso, quiere decir que estamos ante un indicador de que las cosas deben mejorar.
Lo tercero es que el Banco de la República podría otorgar a quienes pagan con línea de crédito el “derecho de entrada” y plazos mayores, que no tengo dudas que podría hacerlo. Esto es, si se le constituyen al BROU las debidas garantías. Para esto es bueno que la Intendencia de Montevideo hipoteque esos predios, más allá de las disputas políticas que tenga con el gobierno nacional y quiera o no mantener esos terrenos en su propiedad. La intendencia, en ese sentido, no debe tomar a la UAM de rehén, sino que debe hacer lo que debe hacer, que es garantizar su funcionamiento. Para ello que haga lo que quiera con los predios, pero que los ponga como garantía, para que le BROU no empiece a exigir la amortización de los préstamos en un momento en que los productores no tienen posibilidad de hacerlo. La UAM se paga con el crecimiento de la UAM, no se paga con los retazos de los productores.
Este proyecto fue muy ambicioso en cuanto a la parte técnica, la presentación de los locales y las comodidades que ofrecía. ¿Qué estima que fue lo que pasó para que no anduviera como se esperaba?
Es que todo esto es producto de un acuerdo político que no escuchó el clamor de los productores. En el Parlamento voté solo en contra de este proyecto. Se pusieron de acuerdo el Gobierno y la oposición. Fue un acuerdo entre el Gobierno nacional y la Intendencia de Montevideo y eso se reflejó en los votos cuando se aprobó la UAM a nivel parlamentario. Lamentablemente, no se escuchó a los que le va la vida en esto, que son los productores. Estos advirtieron de los sobrecostos, de las dificultades que llegarían en el futuro y que ya las estamos padeciendo. No ha transcurrido un año del funcionamiento de los acuerdos y ya estamos en situación crítica. Pocas veces he visto que suceda algo así.
¿Cuál cree que es la salida para poder resolver esto en poco tiempo?
Lo que tiene que existir ahora es un shock de responsabilidad de los que actuaron irresponsablemente fijándose solo en las mayorías políticas para gobernar la UAM y no se preocuparon de los productores y los operadores que allí tendrían su actividad. Ni se les pasó por la cabeza aquellos que, por culpa de los mecanismos comerciales de la UAM, ni siquiera ahora pueden producir. Tampoco se les pasó por la cabeza el aliento del Uruguay exportable, tampoco la mejora del nivel de actividad del sector. Y también ni se les pasó por la cabeza pensar en los trabajadores del sector y las nuevas generaciones que puedan venir al sector agrícola. Ahora es tiempo de que, ya que no reflexionaron antes, piensen con responsabilidad y hagan lo que hay que hacer.
Pero frente a esta realidad que vive la UAM, también se está trabajando en algunos mercados regionales, como la central hortícola del norte en Salto. ¿Eso usted cómo lo ve?
Lo que sucede es que el único mercado regional que tiene el país es Salto y en ese caso va a vivir por sí solo. Tiene su gobernanza mucho mejor que la de la UAM, porque allí una buena parte del tiempo gobiernan los productores y el Estado hace lo que tiene que hacer, que es simplemente meterse poco y cuidar el interés público. Salto va a poder exportar desde su central hortícola del norte a la Argentina. Eso es otra cosa. Existe un tema que no es menor y es que la UAM también determina dónde se produce y dónde no se produce en este país. En Uruguay solo produce en Montevideo, Canelones, Salto y un poquísimo en Paysandú, Artigas, San José y Florida. El resto del Uruguay, de frontera o no de frontera, no produce productos hortofrutícolas. Y todo esto es por una dinámica comercial originada justamente en la UAM. Y de esas cosas también hay que preocuparse.
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