El programa Projoven de Inefop está dirigido a hombres y mujeres de 18 a 29 años que estén desempleados y se encuentren en situaciones de vulnerabilidad, con el propósito de que puedan formarse y así insertarse en el mercado laboral o retomar su educación formal. El director del organismo, Guillermo Dutra, habló con La Mañana al respecto y destacó los exitosos resultados obtenidos hasta el momento.
El empleo es uno de los mayores desafíos que deben enfrentar los jóvenes en Uruguay. Mientras que la tasa de desempleo de la población general es del 8,1% –según datos divulgados por el Instituto Nacional de Estadística a fines de junio–, la del segmento juvenil es tres veces mayor. Esto, lejos de deberse a una situación particular, es un problema estructural que el país arrastra desde hace décadas.
Si bien existe una norma que establece una serie de estímulos para que tanto el sector privado como el público contraten jóvenes, los resultados no han sido los esperados. A esto se le suma la falta de hombres y mujeres de corta edad calificados para los puestos que hoy se requieren.
Es aquí donde el programa Projoven de Inefop cobra importancia, pues tiene como cometido brindar soluciones específicas para este problema. En este marco, la institución convoca a las entidades de capacitación que tendrán la tarea de preparar a los jóvenes seleccionados para el mercado laboral en coordinación con distintas empresas, y también serán un apoyo para que se reinserten en el sistema educativo.
“Uruguay está en un momento en el que se le está acabando el bono demográfico que ha disfrutado hasta ahora, lo cual implica que la tasa de dependencia de niños y adultos por cada adulto joven para el 2040 pasará a un 60%”, advirtió el director del Inefop, Guillermo Dutra, en diálogo con La Mañana.
En la misma línea, planteó que los jóvenes deben tener alta calificación para estar empleados y para lograr niveles de productividad que puedan solventar la matriz social que el país tiene.
Otro tema relevante en este asunto es la deserción que hay a nivel estudiantil. Hoy, un 60% de los jóvenes abandonan la educación media básica, lo que los perjudica frente al mercado de trabajo que demanda calificaciones altas de acuerdo a los empleos que se están generando.
Además, según los análisis que ha elaborado el instituto, en el tramo etario de 20 a 24 años, la tasa de desempleo alcanza el 40%. Esto, tal como dijo el entrevistado, posiciona al Uruguay con una brecha importante en comparación con los países de la región.
La gran cantidad de jóvenes que tienen ciclo básico incompleto y no cuentan con experiencia laboral, desafía al gobierno a generar políticas públicas que permitan encontrar espacios de articulación entre la educación y el trabajo, que les faciliten a estas personas un aprendizaje rápido de manera de poder entrar en el mercado laboral o retomar los estudios formales.
Un cambio de plan que trajo mejores resultados
El camino que recorrió el Inefop antes del 2020, según la visión del jerarca, fue el de tener una “ventanilla abierta” para recibir propuestas de formación de jóvenes, pero el nivel de inserción que se obtenía era “bajo”, tanto en el mercado de trabajo como en lo que respecta al retorno a la educación formal.
Una vez que asumieron las actuales autoridades, decidieron poner fin a esa modalidad para, en cambio, focalizar las intervenciones a través de llamados específicos que tengan en cuenta territorios en los cuales hay más alto desempleo, propuestas de capacitación vinculadas a sectores dinámicos que están generando empleo, y que las instituciones de formación contratadas también oficien de mentores para que los jóvenes puedan volver al sistema educativo.
Durante 2020 y 2021 se desarrolló ese plan y se logró aumentar un 30% los casos de éxito. La apuesta para el 2022 es profundizar este trabajo.
Modificaciones en las pautas del programa
Este año se incorporaron determinados cambios que tienen que ver con la obligatoriedad del aprendizaje práctico en empresas, de modo que eso posteriormente se traduzca en el ingreso al mercado de trabajo de los beneficiarios.
Asimismo, las propuestas de capacitación que se presenten para participar de este programa deben estar identificadas con una demanda laboral específica y el perfil de formación tiene que ser acordado con el sector empresarial.
A diferencia del mecanismo anterior, el programa actualmente solicita a las entidades de capacitación que formulen la propuesta, seleccionen a los jóvenes y presenten el proyecto en Inefop. En la medida que aseguren el nivel de resultados requerido, podrán ser contratadas.
También hay una nueva pauta de pagos asociados a las incorporaciones al mercado de trabajo que efectivamente se consigan. Sobre esto, Dutra detalló que hay un componente de formación teórica, otro de práctica y, si no se alcanza el nivel mínimo de inserción –un 45%–, se harán retenciones en el pago a las instituciones de formación.
La difusión, convocatoria y preselección de los participantes para la capacitación estarán a cargo de las entidades de formación bajo condiciones acordadas previamente con el organismo, que realizará la selección final de los jóvenes. En tanto, los contenidos del curso deberán estar directamente vinculados al puesto de trabajo al que se aspira a que el usuario acceda.
Priorización de jóvenes en situación de vulnerabilidad
Projoven está destinado a hombres y mujeres de 18 a 29 años con primaria completa o secundaria incompleta que estén desempleados. Dentro de ese segmento, se priorizarán aquellas personas sin experiencia laboral formal, con hijos o menores a cargo, y que se encuentren en situaciones de vulnerabilidad, por ejemplo, los beneficiarios de asignaciones familiares del Plan de Equidad o la Tarjeta Uruguay Social.
El programa abarcará a unos 1000 jóvenes. La inversión total que se hará en este caso será de $ 145 millones. En julio se llevará adelante el primer llamado y habrá otro en diciembre. Además, está prevista una tercera convocatoria para abril de 2023. Es una propuesta que va dirigida a todo el país y que apunta a que por lo menos un 40% se implemente en el interior.
Dutra contó que luego de estudiar la experiencia de 2020 y 2021, se fijaron los objetivos de enfocarse en mayor medida en la población más vulnerable, articular mejor educación y trabajo, y comprometerse con niveles significativos de inserción laboral o de regreso a la educación formal.
“La focalización nos ha dado éxito en materia de resultados y, gracias a las anteriores ediciones de Projoven, se generó una comunidad de aprendizaje conformada por las entidades de capacitación especializadas para abordar la formación de jóvenes en contextos críticos. La meta ahora es retomar eso y asegurar que haya una atención que también cumpla el rol de tutoría para que los jóvenes realmente puedan acceder a empleos de calidad y asumir la continuidad educativa”, explicó el director de Inefop.
Por último, sostuvo que el organismo está trabajando con ANEP (Administración Nacional de Enseñanza Pública) con el propósito de facilitar el retorno al sistema educativo de esta población.
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