Se estima que existen unas 300 personas ausentes en Uruguay, de las que 147 son actualmente casos abiertos que están en investigación por el Ministerio del Interior. En diálogo con la creadora de la comunidad de Facebook “Uruguayos Ausentes”, La Mañana realizó un repaso de cómo funcionan las búsquedas, presentó algunos casos de renombre de los últimos años y los problemas que se afrontan cuando transcurre demasiado tiempo de la desaparición.
Una persona que desaparece del lugar en el que vive y se desenvuelve de forma habitual, sin notificar su intención, se la considera una persona ausente. Hay ausencias voluntarias y otras que no lo son, pero en ambos casos se trata de situaciones que afectan física y emocionalmente a todo el entorno familiar y los vínculos cercanos.
Se estima que son cerca de 300 las personas que se encuentran ausentes en nuestro país. Basta con ingresar a la web del Ministerio de Interior, al área de División de Crimen Organizado, para encontrarse con fotografías de los rostros de cientos de personas que aún no se han ubicado y cuyos casos están abiertos. Algunas personas llevan meses ausentes, otras décadas.
Si se accede a las fotos, se despliega una ficha en la que se incluyen datos personales como la fecha en la que desapareció, el sitio donde fue vista por última vez, la edad en ese momento y algunas características físicas o mentales que podrían servir para identificarla.
En lo que respecta a la ayuda de la población general para ubicar a uruguayos ausentes, entre otras cosas existe una comunidad de casi 90.000 usuarios en Facebook denominada Uruguayos Ausentes. En la página se actualizan diariamente las publicaciones de personas que han desaparecido, algunas nuevas, otras desde hace muchos años, pero se intenta que no queden en el olvido.
La creadora de esta comunidad es Isabel Olivera, quien, en 2015, con la desaparición de José Ignacio Susaeta y debido a algunas características de su búsqueda, decidió involucrarse en el tema y generar un espacio público que sirva de ayuda para ubicar a más personas.
El interés de Olivera de que los rostros de las personas ausentes no sean olvidados, la lleva a publicar cada día nuevos y antiguos casos, tratar de rastrear familiares, consultar y generar material en la red social que no solo implique la foto del desaparecido, sino además testimonios, detalles que pueden aportar más información, incluso posibles sospechas de lo que puede haber sucedido.
La creadora de la página recibe nuevos casos a través de mensajes directos de Messenger o del número de Whatsapp 091 843 516 y a partir de los datos que le brindan arma las publicaciones. Estas son compartidas cientos de veces tanto por integrantes de la comunidad como por usuarios que no lo son, y también a través de estados de Whatsapp.
Otro de los canales que utiliza Olivera y los familiares y amigos de personas ausentes es YouTube, ya que cuentan con la colaboración del periodista melense Fabio Tort, quien creó el canal “Búsqueda sin fin” en el que se suben videos que presentan diversos casos y se detalla información. A su vez se realizan breves entrevistas a familiares de las personas ausentes.
Estos videos tienen la particularidad de que en general su duración no supera los siete minutos. Esto hace que sean fáciles de ver y de que se pueda retener la información, al tiempo que permite su fácil viralización.
Los datos del Ministerio del Interior
Actualmente hay 147 casos abiertos de personas ausentes, según la página oficial del Ministerio del Interior en la sección de Registro y Búsqueda de Personas Ausentes. La División de Crimen Organizado e Interpol ha investigado ausencias que van desde fugas de centros de salud hasta quienes decidieron romper vínculos familiares y no sabían que los estaban buscando.
Se han dado ausencias previas a un intento de suicidio y casos relacionados a delitos como trata de personas, violencia doméstica, abusos u homicidios, y que por este motivo se derivan a fiscalías especializadas. A su vez existen numerosos casos vinculados a adicciones.
La oficina de Registro y Búsqueda de Personas Ausentes se creó en el 2004, pero las denuncias que figuran en el sistema datan desde comienzos de los 90. Los datos hasta el 30 de mayo de 2022 muestran un total de 29.576 denuncias, de las cuales 372 siguen abiertas y menos del 1% tuvo un final fatal.
En promedio un 52% son hombres y el 48% son mujeres. En tanto, el 46% de las denuncias son respecto a menores. Si las personas tienen menos de 18 años o son incapaces, instantáneamente se da cuenta a la Fiscalía. El sistema judicial entra en juego en las investigaciones de la división cuando, por ejemplo, se debe solicitar un allanamiento.
Si la persona pudo haber salido del país o si el caso permanece abierto por un tiempo prolongado, a nivel internacional se emite una alerta. Entonces si la persona presenta sus documentos o registra su huella dactilar en algún lugar, Interpol recibiría el aviso. Otros factores que están presentes en los casos de ausencias son el uso de documentos falsos o el cambio de identidad una vez que se cruza la frontera.
José Ignacio Susaeta Rodríguez
El caso del joven desaparecido en 2015, época en la que las redes sociales comenzaban a tener más fuerza cada vez con la popularización de Instagram y la llegada de millones de usuarios a Facebook, fue uno de los más compartidos en las plataformas de internet.
José Ignacio salió de su casa en Montevideo el 23 de enero de 2015 para llevarle un cuaderno a un amigo y pasar a buscar a su pareja, con la que volverían a su casa ya que se celebraba el cumpleaños de su padre.
El joven tenía 23 años el día de su desaparición, era estudiante de ingeniería, y previo al cumpleaños de su padre había pasado una semana de vacaciones en Punta del Diablo con sus amigos.
A las 22:00 horas de ese día decidió salir en su auto, un Chevrolet Spark de color negro, avisando que volvería enseguida, que debía llevarle un cuaderno a un amigo y buscar a su novia. Se hicieron las 22:30 y José Ignacio no aparecía, por lo que su hermano lo llamó al celular, atendió y solo dijo “ya voy”. Nunca llegó a buscar a su pareja ni a darle el cuaderno a su amigo, ya que descubrió que este ni siquiera estaba en Montevideo.
Durante las primeras 24 horas la familia realiza la denuncia de la desaparición. El 25 de enero se encontró el auto estacionado en una heladería de Canelones, a 150 kilómetros de la capital, cerrado y con las pertenencias dentro.
Trabajó la Armada Nacional y los perros de rastreo, pero sin suerte. En el auto se encontraron notas dirigidas a diferentes personas, pero se entendió que no contaban con demasiada importancia. Aunque una de las frases era: “nada de lo que escribí anteriormente está de acuerdo con mi condición”.
La búsqueda continuó, a los dos meses la familia recibió un llamado de un supuesto secuestrador, pero no era real.
“Me involucré a raíz de este caso”, señaló Olivera a La Mañana. “Empecé a ver que la matrícula se estaba difundiendo mal, no era la que correspondía. Además, la pericia al auto no fue bien hecha, porque en él había una caja de servilletas que cuando la familia las terminó se dio cuenta que en el fondo estaba la billetera de José Ignacio con los documentos, pero sin la cédula”.
El hecho de que el documento de identidad no apareciera, llevó a pensar a la familia de que el chico se fue por propia voluntad. “La carta que dejó no es una verdadera carta, es un borrador con pensamientos que, al parecer, fueron escritos en diferentes tiempos, con frases, algunas hablaban sobre el mundo del consumismo”, dijo Olivera.
“Creemos que José Ignacio se fue, se llevó la cédula, y esa es una esperanza de que está vivo, obviamente fuera del país. Cuando la familia se dio cuenta ya había pasado suficiente tiempo para que se fuera. Dejó el celular tirado en la playa. Como que se despejó de todo y se fue”, analizó.
La entrevistada lamentó que en algunos puntos del país se puede salir de la frontera caminando. “Está demostrado con el caso de Andrea Panini que se fue a Córdoba desde Atlántida y ni siquiera Interpol sabe cómo lo hizo. Muchos dicen que la cruzaron en una lancha por el Río Uruguay”, indicó.
Yanina Milagros Cuello Baladán
Otro caso en el que se evadió el control fronterizo es el de la madre de la adolescente desaparecida en 2016, Yanina Cuello. “La mamá ha recorrido todo, ha salido del país y sabe bien por donde salir sin dejar rastro, se lo ha hecho saber a las autoridades. Frontera seca y por el Río Uruguay se puede salir evadiendo controles. En un rato te sacan del país y nadie se entera. Pero es esto mismo lo que también nos da esperanza de encontrarlos”, expresó Olivera.
La adolescente de 16 años, conocida como Mili, desapareció el 3 de diciembre de 2016 en Pando, Canelones. Debido a la fecha, en la Plaza de Pando se realizaban ensayos de agrupaciones de carnaval, entre ellas, una comparsa a la que Yanina pertenecía junto a sus hermanas.
Al terminar el ensayo las jóvenes volvieron a su casa, pero las hermanas invitaron a la joven a volver a la plaza y Yanina no quiso. Argumentó que se sentía mal, por lo que se quedó con una de sus hermanas, quien escuchó que la llamaron al celular. Enseguida de esa llamada, Yanina le pidió permiso al padre para ir a la plaza, el padre se lo negó ya que era tarde y debía ir sola, pero finalmente accedió con la condición de que volviera rápido.
Yanina salió con dirección a la plaza a las 23:30 horas. Se hicieron las 3:00 y la chica no llegó, por lo que su padre la llamó y estableció contacto. Ella le dijo que estaba bien y el padre se acostó. A las 8:00, al levantarse, vio que su hija no había vuelto, trató de comunicarse al celular, pero no respondía. Sus amigas tampoco respondían. A las 13:00 horas realizó la denuncia.
La búsqueda comenzó de inmediato, la policía realizó rastrillaje sin éxito. Pasaron cuatro meses y su madre, Nancy Baladán, comenzó a recibir mensajes a Messenger de que su hija estaba en México. Se suponía que era su propia hija la que le escribía y le enviaba los números de una tarjeta para que la madre le depositara dinero y diciendo que estaba amenazada.
Nancy presentó los mensajes, pero no se logró saber de dónde provenían realmente y además no mostraban pruebas de que era Yanina. En octubre de 2019, el Departamento de Personas Ausentes de Crimen Organizado e Interpol solicitó la detención de cuatro personas, entre ellos a la hermana de Yanina, Gabriela de 28 años.
En una investigación la hermana declaró que Yanina le había solicitado retirar un dinero de un giro, ya que ella era menor y no podía hacerlo.
Entre los detenidos estaba el dueño de una cantina de Barros Blancos, que, según se confirmó, funcionaba como sede de red de explotación sexual, y que Yanina había recibido varios pagos. La hermana fue declarada inocente y los tres hombres fueron detenidos por el delito de explotación.
Nancy ignoraba la situación. A cinco años de la desaparición de Yanina, la madre continúa dedicando un tiempo diario para investigar y buscarla.
Mónica Inés Berti Canessa
“Para nosotros está viva hasta que no se demuestre lo contrario, y por eso la vamos a seguir buscando”, sentenció Martín Berti a Búsqueda Sin Fin en una entrevista vinculada a la desaparición de su hermana en diciembre de 2018, cuando esta fue a tirar la basura a unos metros de la casa.
Mónica tenía 45 años el 6 de diciembre de 2018, en ese entonces vivía en Montevideo, era profesora de piano e inglés, y trabajaba en traslado de escolares. Tomaba medicamentos debido a una depresión que tuvo en 2016 y 2017, aunque sus allegados aseguran que en el año de su desaparición estaba estable.
El 4 de diciembre, dos días antes de su desaparición, había fallecido la abuela de la familia, por lo que los ánimos no eran los mejores. Al mediodía del 6 la familia se percató de que Mónica no respondía mensajes ni estaba en su domicilio. Pero una vecina la había visto dirigiéndose a tirar la basura al contenedor.
En el mismo día se realizó la denuncia y el personal policial comenzó una intensa búsqueda. En la casa encontraron todas las pertenencias, como el celular y la computadora, a través de la que surgieron nombres a interrogar, aunque ninguna de esas personas terminó siendo sospechosa. Pasaron los meses y la búsqueda no daba pistas ni indicios de lo que pasó.
Martín, el hermano de Mónica, entiende que existen muchas personas ausentes y que a medida que el tiempo pasa “se va perdiendo la fuerza para encontrar más pistas”. También explicó que quedan en el olvido y que tiene que ser la familia la que continúe difundiendo y haciendo saber que la persona no apareció.
“El primer año estuve en bastante contacto con Interpol y con la división de Personas Ausentes. Los primeros meses hubo muchas idas y vueltas, pero la información nunca fue mucha y con el tiempo cada vez fue menos. No queremos que se normalice que haya ausentes y que las búsquedas queden en la nada”.
Proyecto de ley para mayor difusión
Uno de los pedidos de los familiares es aprobar un proyecto de ley presentado en 2016 por la diputada colorada Nibia Reisch, que apunta a publicar la foto de personas desaparecidas del registro de personas ausentes en envases de productos nacionales.
En diciembre de 2021, representantes de Familiares de Uruguayos Desaparecidos en la Actualidad asistieron a la Comisión de Seguridad y Convivencia de la Cámara de Diputados y autorizaron a las autoridades a usar las imágenes para que se pudiera facilitar la concreción del proyecto.
“El ministro de entonces, Jorge Larrañaga, apoyaba la difusión masiva y nos dijo que sería una muy buena herramienta de apoyo a la policía”, recordó Olivera. Además, hay personas desaparecidas de más de 20 años y las fotos son de ese tiempo, “por lo que estamos solicitando hacer progresiones para que se parezcan más a su posible estado actual”.
Olivera remarcó que lo más importante en los casos de ausencia es que la imagen de la persona llegue a todos lados, pero lamenta que aún el proyecto de ley de difusión de imágenes no se apruebe. “Supuestamente la Cámara de Industrias no aceptó la difusión en envases por el alto costo, pero está la posibilidad de difundir en terminales de ómnibus, shoppings, peajes, páginas estatales y medios de comunicación. Aunque nada de eso salió”.
Aseguró que diputados de todos los partidos quedaron en que algo hay que hacer y que desde la Suprema Corte de Justicia también se apoya la difusión. “Pero increíblemente faltaron votos”, subrayó.
Uruguayos Ausentes: https://es-la.facebook.com/uruguayosausentes/
Búsqueda sin fin: https://youtube.com/channel/UC1rXZQGWvVdcalDjr0Fw0BA
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