Culpar de la gran alza en el precio de los commodities a la escasez de suministros causada por la guerra en Ucrania no refleja toda la verdad. En particular, el gran aumento en los márgenes de ganancia de las grandes petroleras y empresas agroindustriales indica que elevaron los precios de la energía y los alimentos mucho más allá de cualquier nivel que pudiera justificarse por sus aumentos de costos. Pero la frenética actividad especulativa, principalmente por parte de empresas financieras como los fondos de cobertura que dominan el mercado, ha empeorado mucho las cosas, como ya he señalado en otras ocasiones. Por ejemplo, un estudio de Kabir Agarwal, Thin Lei Win y Margot Gibbs encontró que los fondos de inversión han estado hiperactivos en el mercado de trigo de París. La proporción de posiciones compradoras de estos fondos en los futuros del trigo aumentó del 23% en mayo de 2018 a hasta el 72% en abril de 2022, y se mantenía por encima del 50% en mayo de 2022. Lo ideal sería que la normativa impidiera la especulación, garantizando que todas las operaciones se realicen en bolsas reguladas, no en mercados no organizados y de forma transparente, con información completa sobre los actores reales y sus ofertas. Además, las bolsas deberían permitir que solo los que tienen un interés operativo directo en las materias primas las negocien. (Por ejemplo, una compañía aérea debería estar autorizada a operar en el mercado de futuros del combustible de aviación, pero un fondo de cobertura no debería hacerlo). Y los participantes en el mercado deberían respetar los límites de las posiciones que pueden mantener, en función del uso, la necesidad o la producción real de esa materia prima. Pero la mera vigilancia no será suficiente. Las medidas regulatorias necesarias para restringir la especulación en los mercados de materias primas son obvias, por lo que la falta de acción inmediata resulta sorprendente. Esto sugiere que los reguladores y los gobernantes siguen poniendo los intereses financieros por encima de todo lo demás, sin tener en cuenta el costo para el resto.
Jayati Gosh, en Project Syndicate
TE PUEDE INTERESAR: