La cooperación y acuerdos que Bolivia desarrollará con México y Argentina, sumado a los acercamientos a Chile, posibilitan coordinar acciones entre los países que tienen las mayores reservas de litio del mundo e imaginar un escenario similar al que plantearon los productores de petróleo en la década de los ’60.
La sustentabilidad energética y la búsqueda de vehículos amigables con el medio ambiente necesitan de minerales para su viabilidad y el litio tiene un lugar esencial en el mercado gracias a que las baterías recargables de iones de litio permiten que autos y camiones sustituyan el consumo de combustibles fósiles por electricidad generada con fuentes de energía renovables como lo son la hidroeléctrica, solar o eólica.
Según la división de investigación de commodities de Standar & Poor’s, el precio del litio se multiplicó por ocho desde marzo del 2021 y para el año 2030 la demanda será aún mayor ya que 30% de los autos vendidos serán eléctricos, mientras que la consultora estratégica global McKinsey & Company pronostica que las baterías eléctricas serán el 95% de la demanda del litio también para el 2030.
Esto a su vez se complementa por lo dicho por el Foro Económico Mundial (FEM), quien afirma que serán necesarios dos mil millones de autos eléctricos para el año 2050 para lograr el objetivo de emisiones cero. Esta creciente demanda puede llegar a ser buenas noticias para América Latina ya que concentra la mayoría de las reservas de litio del mundo.
De acuerdo al informe titulado “Resumen de commodities minerales 2022 – Litio” del Servicio Geológico de Estados Unidos, América Latina posee más del 64% de los yacimientos de litio del mundo, según las actualizaciones de este año, las cuales podrían aumentar. De este porcentaje, Bolivia posee 21 millones de toneladas, con el salar de Uyuni como su sitio más importante, lo sigue Argentina con más de 19 millones de toneladas (ubicado en su mayoría en el noroeste del territorio), tercero en reservas está Chile con 9,8 millones de toneladas situadas al norte. Estos tres países conforman el “triángulo del litio” mientras que México (1,7 millones de toneladas), Perú (880.000 toneladas) y Brasil (470.000) toneladas completan la lista de países latinoamericanos.
Además, este informe destaca la importancia que tiene para el sector tecnológico y la califica de “prioridad” para las empresas en Asia, Europa y Estados Unidos. A nivel de producción, Argentina, Chile, Brasil y Bolivia son quienes en el continente tienen proyectos de extracción de carbonato de litio y se busca expandir las operaciones para incluir la industrialización del litio en Latinoamérica. En el caso de Argentina, ayer martes el presidente Alberto Fernández visitó las obras de la primera planta industrial de fabricación de celdas y baterías de litio situada en Berisso, según informó la agencia de noticias Télam. Esta fábrica comenzará sus operaciones a fines de este año.
Desarrollar la cadena de valor del litio
La cooperación entre los países de la región que poseen yacimientos de litio se ha incrementado buscando aprender de las experiencias y lograr mejor coordinación a la hora de la extracción y posible refinación y comercialización del litio. El pasado 22 de julio se reunió el canciller argentino Santiago Cafiero con su homólogo chileno, Antonia Urrejola, donde acordaron una “futura reunión presidencial trilateral para avanzar sobre ese tema” según la nota de prensa de la Cancillería argentina.
Además, ambos diplomáticos coincidieron en “desarrollar la cadena de valor del litio” y analizaron los “lineamientos de una futura cooperación conjunta, destacando la importancia de la agregación de valor, la gobernanza ambiental y social, y la formación y capacitación de recursos humanos, en consonancia con la reciente conformación del Grupo de Trabajo Binacional de Litio y Salares”. Por su parte, Urrejola mostró interés en conocer la experiencia de la empresa argentina YPF Litio (parte de YPF) la cual, de acuerdo a la nota, tiene por objetivo integrar “toda la cadena de valor del mineral, desde la exploración y explotación del carbonato de litio hasta la producción de celdas y baterías en serie a baja escala”.
A nivel local, en abril del año pasado las provincias del noroeste –Jujuy, Catamarca y Salta– conformaron junto al gobierno nacional la Mesa Nacional del Litio para lograr que las provincias unifiquen normativas mineras con respecto a la extracción del litio y además para mejorar la industrialización de ese mineral. Mientras que a nivel regional el pasado 28 de julio YPF Tecnologías (Y-TEC) firmó un acuerdo de cooperación con Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) para desarrollar su industria del litio.
El ministro de Hidrocarburos y Energías boliviano, Franklin Molina Ortiz, expresó: “Este es un convenio de cooperación entre dos países hermanos que poseen importantes cantidades de recursos evaporíticos. A través de esta firma, se promoverá, entre otros aspectos de interés mutuo, la planificación, coordinación y ejecución de actividades de cooperación científico-tecnológica para la producción de materiales catódicos, celdas y baterías de ion litio con tecnología autónoma”.
El acuerdo establece el desarrollo en conjunto de una planta de producción de celdas y baterías de ion litio y también el desarrollo de baterías de ion litio en base a los prototipos de laboratorio desarrollados en Argentina y Bolivia. Además también se capacitarán técnicos, ingenieros y científicos en la producción de baterías de litio.
Bolivia apuesta con fuerza a la formación de los jóvenes respecto a la industrialización del litio y la semana pasada YLB capacitó a más de 5000 alumnos de Secundaria en Oruro, según el diario boliviano La Razón. En 2008, el país nacionalizó el litio durante el primer gobierno de Evo Morales y México siguió este camino bajo el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) al reconocer al litio como “patrimonio de la Nación” el 3 de mayo de 2022, al aprobarse la reforma de la Ley Minera de ese país.
El 4 de agosto pasado, el canciller de México Marcelo Ebrard viajó a Bolivia y se reunió con su homólogo boliviano, Rogelio Mayta, donde anunció que su país “replicará el modelo y la experiencia boliviana en la extracción, explotación e industrialización de este recurso natural y producirá desde 2023 un vehículo eléctrico diseñado en Bolivia”. Se refiere al Quantum E3 producido por la empresa boliviana Quantum Motors, que tiene capacidad para tres personas, con 60 km/h de velocidad máxima y con 100 km de autonomía. En su cuenta de Twitter, Ebrard publicó un vídeo en el que está manejando un E3 y escribió: “Vehículo boliviano Quantum, eléctrico. Disponible en 2023 en México merced a la Alianza Quantum y la empresa mexicana Potencia Industrial. Será el vehículo eléctrico más económico en nuestro país. ¡En hora buena!”.
Además, Ebrard sostuvo en conferencia de prensa que el objetivo de la colaboración y cooperación es que al litio “no lo vendamos como materia prima nada más”. En su estadía en Bolivia, el canciller mexicano también visitó el salar de Uyuni como así también el complejo industrial de YLB. Según el sitio web del gobierno de México, la visita de Ebrard permitirá impulsar “la cooperación entre ambos países en materia de litio, y aprovechar la experiencia boliviana en el ciclo productivo, distribución y comercialización de este mineral estratégico, promoviendo el diálogo y la cooperación regional con otros países con reservas”.
Pero lo más importante fue que ambos países coincidieron en fomentar espacios de cooperación y análisis junto a otros países latinoamericanos que cuenten con reservas de litio. El objetivo conjunto era “promover una mayor integración y complementariedad regional como parte de las etapas de desarrollo de este mineral: exploratoria, productiva, extracción, exploración, y comercialización”. Según el comunicado de prensa, México creará un foro permanente de diálogo y cooperación regional, con capacidad de incidir en los precios internacionales.
México fue invitado por Bolivia a que sea parte del Primer Congreso Internacional del Litio que se realizará en este país en noviembre de este año. El evento vino precedido por el foro virtual “Perspectivas del Litio desde América Latina” celebrado en abril de este año y que tuvo como parte a la CEPAL y a representantes de Argentina, Bolivia, Chile y México. Estos cuatro países acordaron en ese momento “elevar la temática del litio a un congreso internacional”, según el Ministerio de Hidrocarburos y Energías de Bolivia.
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