¿Tu pasión?
Mi trabajo es mi pasión: el periodismo, los medios, la comunicación. No obstante, soy una enamorada de la música, toco el piano y canto en un grupo vocal.
¿Tu primer trabajo?
Mi primer trabajo fue en Uruguay Online, el primer portal web de noticias que existió en nuestro país. Allí tuve la oportunidad de trabajar con grandes profesionales como Martín Sarthou y Nano Folle. Era la época en que internet recién se estaba masificando.
Un consejo para alguien que está empezando y que quiere hacer lo mismo que vos
Yo no soy quién para dar consejos, creo que cada uno va transitando su propio camino. Sí puedo decir que esta profesión me ha hecho vivir experiencias inolvidables, me ha llevado por lugares insólitos y me ha permitido conocer personas increíbles. No la cambiaría por nada del mundo.
¿Cómo surge tu inspiración?
Las personas me inspiran, la vida en sí, las historias que cada quien tiene para contar. Las noticias no son más que las cosas que le pasan a las personas y mi amor por el periodismo responde a la necesidad de entenderlas. De chica quería ser corresponsal de guerra, pensaba que eso era ir a donde estaba la noticia, pero más adelante entendí que la esencia de lo que somos, lo que sentimos, lo que decidimos y lo que aprendemos está en las más diversas situaciones.
¿Contra cual defecto luchas?
Contra la verborragia. La palabra es una herramienta de trabajo y a veces, cuando se usa tanto a diario, es difícil de controlar. Muchas veces me encuentro opinando de todo en lugar de guardar un productivo silencio.
¿Tu lugar en el mundo?
Donde estoy en ese momento.
¿Un referente en tu vida?
Eckhart Tolle, un filósofo alemán que me ayudó a comprender los condicionamientos de la mente.
¿Una asignatura pendiente?
Hasta hace poco era cantar en público y hacer el Camino de Santiago de Compostela, pero ya no. Voy intentando tener la cuenta de asignaturas pendientes en saldo cero.
¿Un valor fundamental?
Honrar la vida, ser agradecido.
¿Qué es la felicidad para vos?
La felicidad es simple: siempre dice presente cuando mis acciones parten del amor y la compasión. Pero permanecer en paz para poder encauzar el pensamiento hacia el amor y la compasión requiere disciplina espiritual.
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