Hay que estar preparados para los grandes desafíos del futuro; y para tener éxito se requiere potenciar las habilidades y competencias de nuestra gente, sin abandonar los valores empresariales y humanos que nos trajeron hasta aquí, dijo el gerente de Operaciones de la empresa.
Este año Saman cumple 80 años. Fundada en 1942 a partir de un pequeño molino con producción limitada, la Sociedad Anónima Molinos Arroceros Nacionales, se ha convertido en una de las empresas referentes del rubro arrocero, atendiendo en mercado interno y con una fuerte participación exportadora. Desde 2007 forma parte del grupo Camil Alimentos S.A. que, sin abandonar los valores sobre los que Saman se fundó y creció, ha dado a la empresa una nueva perspectiva.
“Cumplimos 80 años, y en ese período hay dos etapas”, dijo Raúl Uraga, gerente de Operaciones de Saman, al ser consultado por La Mañana. Desde 1942, “por 65 años estuvo en manos de los directores uruguayos, y desde hace 15 años integra el grupo brasilero Camil lo que marcó un ante y un después” en tres aspectos claves.
El primer gran cambio mencionado por Uraga es el de la “inversión y el crecimiento” que se dio a partir de los años 2007 y 2008. Cuando Camil compró Saman hubo una inversión muy fuerte con un importante aumento de capacidades industriales, tanto recibo, como secado y elaboración, que permitieron un crecimiento significativo de la empresa, incluyendo inversiones en todas las plantas del país”.
Otro cambio destacado es “el proceso de internacionalización” que se ha ido profundizando, porque “después de comprar Saman en Uruguay el grupo compró una empresa en Chile, una empresa en Perú y ahora recientemente una empresa en Ecuador”.
Muy importante es también la diversificación. “Saman se dedicaba exclusivamente al arroz y ahora de la mano de la nueva dirección hay un proceso de diversificación y ampliación del portafolio de productos. Camil Alimentos hoy trabaja también con porotos, azúcar, café, pastas, galletas, pescados, y una larga lista de productos. Saman por su parte, con la reciente adquisición, este año, de Silcom SA (La Abundancia), se embarca también en un proceso de diversificación”.
Eso incorpora a la cartera de Saman “una larga lista de productos de la gama de frutos secos, legumbres y otros… sumando de más de 700 productos nuevos y variados” con los cuales “la diversificación que tiene la compañía en su globalidad también llegó a Uruguay”, expresó Uraga.
Pero todos esos cambios que marcan un nuevo perfil de Saman no requieren ni generaron cambios en la esencia de la empresa: “Se mantienen los valores, son los mismos valores de relacionamiento, vínculo y cercanía que en 1942 inspiraron y fundamentaron el nacimiento y el posterior desarrollo de Saman”, aseguró.
Certificación y mejora en los procesos
Festejar 80 años genera, además del análisis sobre el camino recorrido, mirar y analizar el futuro. “Hacia adelante se destaca continuar el proceso de crecimiento y diversificación del portafolio de marcas y productos que vende la empresa, eso va a seguir creciendo”, dijo Uraga.
Además destaca un “fuerte involucramiento de la empresa en lo que refiere a ESG y sus implicancias en la preocupación por el ambiente y la sociedad”, y “la incorporación de mejoras de procesos a través de incorporación de nuevas tecnologías”.
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