Irán ingresa como miembro pleno al grupo, Bielorrusia busca lo mismo mientras que varios países árabes, africanos y del Pacífico se suman como observadores. En la declaración final los estados participantes reafirmaron su compromiso con un orden mundial “más representativo, democrático, justo y multipolar”.
Además de las riquezas en hidrocarburos y otros recursos, Asia Central ha sido lugar de grandes imperios, culturas y además parte esencial de la Ruta de la Seda entre Occidente y Oriente. Actualmente, el desarrollo de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), al igual que otros organismos y mecanismos de cooperación y trabajo, apunta primero al ascenso estratégico de Asia como centro económico mundial y segundo a la búsqueda de soluciones comunes a distintos desafíos en el escenario internacional como así lo referido a la agenda de cada país.
Actualmente la OCS representa más del 30% del Producto Bruto Interno (PBI) a nivel global, 40% de la población mundial, 60% del territorio de Eurasia y cuatro de las nueve potencias nucleares del mundo. Rusia, China, Kazajistán, Kirguistán y Tayikistán fueron los “Cinco de Shanghái” que desde el año 1996 trabajaron en mejorar la cooperación fronteriza. Durante la cumbre de 2001 en Shanghái se incluyó a Uzbekistán y se firmó la Declaración de Shanghái que dio inicio a la OCS. En junio de 2005, en su quinta cumbre en Astaná, Kazajistán, con representantes de India, Irán, Mongolia y Pakistán asistiendo por primera vez a una cumbre de la OCS, el entonces presidente del país anfitrión, Nursultan Nazarbayev, saludó a los invitados con palabras que nunca habían antes utilizado en cualquier contexto: “Los líderes de los Estados sentados en esta mesa de negociación son representantes de la mitad de la humanidad”.
Ya en 2017, India y Pakistán, rivales históricos, ingresaron como socios plenos a la OCS mientras que Afganistán (2012), Mongolia (2004) y Bielorrusia (2010) son Estados observadores, este último confirmó este año su pedido para ser admitido como socio pleno. La expansión se completa con la categoría llamada “Socios de Diálogo” creada en el año 2008 que incluyó a Sri Lanka (2010), Turquía (2013), Camboya (2015), Azerbaiyán, Nepal y Armenia; los tres consiguieron ese status en el año 2016. Este año se le sumaron Catar, Arabia Saudita y Egipto, el único país africano hasta la fecha.
El desafío más grande que tendrá la OCS será poder armonizar los distintos intereses económicos y políticos que poseen los países miembros, incluso con reivindicaciones territoriales y disputas que vienen desde la caída de la Unión Soviética. Como ejemplo está el caso del conflicto actual entre Kirguistán y Tayikistán, con este último teniendo a sus presidentes Sadyr Japarov y Emomali Rahmon reunidos en la cumbre. Por otro lado, También están presentes los mandatarios de Armenia y Azerbaiyán, Nikol Pashinián e Ilham Aliyev, dos Estados donde actualmente se desarrolla un conflicto. Según Reuters, este último informó al presidente de Rusia, Vladimir Putin, que la situación en Armenia se había “estabilizado”.
Celebrada en Samarcanda, Uzbekistán, la cumbre de este año fue la primera en volver a su típico formato presencial luego de que el año pasado fuera en formato híbrido y en 2020 se celebrara de manera virtual debido a la pandemia de COVID-19.
Declaración de Samarcanda y desafíos globales
Con 121 puntos, la declaración titulada por la ciudad que hospedó la cumbre tuvo un enfoque geopolítico que logró aunar las posiciones de los miembros, quienes coincidieron en que “el mundo está experimentando cambios globales, entrando en una nueva era de rápido desarrollo y transformación a gran escala. Estos procesos fundamentales van acompañados de una multipolaridad más fuerte, una mayor interconexión, un ritmo acelerado de informatización y digitalización. En este contexto, el sistema actual de desafíos y amenazas internacionales se vuelve más complejo, la situación en el mundo se degrada peligrosamente, los conflictos y crisis locales existentes se intensifican y surgen otros nuevos”.
En el punto tres se plantean como temas a seguir “la creciente brecha tecnológica y digital, la continua turbulencia en los mercados financieros mundiales, la reducción global de los flujos de inversión, la inestabilidad en las cadenas de suministro, el aumento de las medidas proteccionistas y otras barreras al comercio internacional se suman a la volatilidad y la incertidumbre en la economía mundial”.
Para ello los Estados miembros han reafirmado su compromiso con un orden mundial “más representativo, democrático, justo y multipolar basado en los principios universalmente reconocidos del derecho internacional, multilateralismo, igualdad, seguridad indivisible, integral y sostenible, diversidad multicultural y de civilizaciones, beneficio mutuo y cooperación igualitaria entre Estados con un papel central de coordinación para la ONU”.
La novedad no solo está en la reivindicación cada vez más constante de los principios de respeto mutuo a la soberanía, independencia, integridad territorial de los Estados, igualdad, beneficio mutuo, no injerencia en los asuntos internos y el no uso o la amenaza del uso de la fuerza, sino en la creación a futuro de una lista unificada de organizaciones terroristas, separatistas y extremistas cuyas actividades están prohibidas en los territorios de los Estados miembros de la OCS. A esto se le sumará un programa de cooperación 2022-2024 contra la lucha contra el terrorismo, el separatismo y el extremismo.
Irán se une a la OCS
El pasado jueves el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Hossein Amir Abdollahian, y el Secretario General de la Organización de Cooperación de Shanghái, Zhang Ming, firmaron el documento sobre la adhesión de Irán a la OCS lo que, según la página web del gobierno de la República Islámica de Irán, es el último paso que le restaba al país para convertirse en miembro pleno. Abdollahian dijo que “recientemente todos los documentos relacionados con la finalización de la membresía de Irán en la Organización de Cooperación de Shanghái fueron aprobados por el Consejo de Ministros y enviados al Parlamento iraní para su revisión y procedimientos legales”. Además, en su cuenta de Instagram Abdollahian declaró: “Al firmar el documento para ser miembro de pleno derecho de la OCS, ahora Irán ha entrado en una nueva etapa de cooperación económica, comercial, de tránsito y energética”.
Por su parte, el secretario general de la Organización de Cooperación de Shanghái, Zhang Ming, expresó: “Hoy es un día importante para la República Islámica de Irán y la Organización de Cooperación de Shanghái, por lo que felicito a Irán por ser miembro de la organización, así como a mis colegas y amigos”.
Al también ingresar Arabia Saudita, en este caso como socio de diálogo, la OCS tiene la oportunidad de oficiar como plataforma para que ambos países puedan dialogar sobre las tensiones en la región.
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