Para hacer una buena compra de un toro, hay que buscar el equilibrio entre el animal y el ambiente, que ese animal tenga características adecuadas a lo que necesitamos y que cumpla con las exigencias del mercado.
Durante la zafra de toros que acaba de comenzar, la ganadería vacuna pone parte importante de sus energías en la adquisición de toros, lo que implica una inversión económica y productiva relevante.
El Ing. Agr. Esteba Montes, coordinador del Fondo de Transferencia y Tecnología y Capacitación del Instituto Plan Agropecuario, explicó a La Mañana cuales son las consideraciones que se deben tomar en cuenta antes de decidirse por el animal que se va a comprar.
“La clave está en tener una visión de sistema y no quedarse en la elección de un animal que nos gusta o que ganó algún premio”, advirtió, y explicó que “cada animal tiene una carga genética que se manifiesta en el fenotipo, que es lo que vemos”, pero es fundamental “conocer el ambiente en el cual producimos” y en el que vamos a poner ese toro.
A grandez rasgos, ese ambiente está determinado “por la alimentación, la sanidad y el manejo. No es lo mismo un predio sobre un basalto o cristalino superficial que en un basalto profundo, esos son datos que tenemos que tener en cuenta al momento de elegir un animal”.
Montes aclaró que esas consideraciones “son generales y no van referidas a ninguna raza en particular”. Si se elige determinada raza, dentro de ellas “hay que observar que hay animales que se adaptan a un tipo de campo y otros que se adaptan a otro tipo de campo”.
“Un animal criado a grano puesto en un campo de basalto superficial no le va a ir muy bien, porque el cambio va a ser muy grande. Por tanto, el punto es que tengo que buscar animales que se adapten al ambiente” en el cual vamos a trabajar, insistió.
Otro aspecto es que “tenemos que saber qué tipo de animal se busca, y ahí es importante el tipo de animales que tenemos dentro del campo”, porque podemos comprar “un toro excelente pero diferente a lo que tenemos en el establecimiento”.
En ese sentido, especificó: “Si producimos terneros, ¿qué tipo de terneros vamos a producir?; y si producimos novillos ¿son para corral o gordos, y la vaca es gorda o de invernada? Ese animal se tiene que poder defender en el mercado, porque si elegimos un animal muy chico y luego salimos a vender una vaca de invernada con 320 kilos o 420 kilos gorda, el mercado nos va a castigar”, son cosas que “también tenemos que tener en cuenta”.
Además, cuando seleccionamos un toro, éste “va a trabajar 3 o 4 años en el rodo y va a dejar una generación de hembras que van a durar 8 o 10 años, entonces si nos equivocamos los efectos de ese error va durar mucho tiempo”; y hay que considerar que cada toro va a dejar entre 40 y 50 terneros “y por ese lado el efecto también es importante”.
“La selección por fertilidad es el punto más importante” y eso vale en el toro como en la vaca, dijo Montes. “Si tenemos un bajo porcentaje de marcación, tenemos que ver por qué nos pasa eso, entender por qué sucede para poder definir acciones” de corrección.
Características físicas del toro
A lo dicho anteriormente, se suma que el toro debe tener características físicas: “Debe ser un toro masculino, si va a ser campo natural que es lo que normalmente se da, que tenga una costilla larga, un arqueo de las costillas, con capacidad ruminal grande porque va a consumir pasto”. Los toros “levantados, con poco arqueo de costilla, son más adaptados al grano”.
“Tenemos que mirar el trasero que es un corte de mayor valor respecto al delantero; otra cosa es el volumen testicular o la vista porque para ir a buscar las vacas en el toro es mucho más importante la visión que el olfato. Otro detalle es el de las patas”.
Luego de ver todo eso vamos a considerar los EPD que son datos posibles esperados de la progenie “y junto a cada dato del carácter que estamos mirando aparece la información sobre la seguridad de esos datos, si es menos de 0,5 tiene una baja confiabilidad del dato observado, si es de 0,5 y 0,75 la confiabilidad es media, y arriba de 0,75 es alta. Esa información muestra sobre qué población se midió el dato que estamos analizando, y tenemos que tenerla en cuenta”.
Por otra parte, Montes señaló que “las características reproductivas tienen baja heredabilidad, pero son acumulativas en el tiempo, y si elegimos toros con bajo peso al nacer, a lo largo del tiempo nos va a llevar a vacas muy chicas y eso el mercado lo va a castigar”.
Cuando el productor va a comprar un toro “no tiene que buscar un animal que cumpla con todo lo que hemos dicho, sino que selecciones 2 o 3 de esas características que sean acorde hacia dónde quiere ir”.
TE PUEDE INTERESAR