En el marco del proceso de reforma educativa impulsado por el Gobierno, el pasado miércoles 21 el Codicen aprobó las bases de un nuevo Plan de Educación Básica Integrada –que pasará a regir el año próximo– que irá desde Educación Inicial hasta el tercer año de Secundaria o UTU, que pasará a ser 9º. La Mañana consultó a integrantes del oficialismo y la oposición, que opinaron sobre el plan.
Según establece el documento publicado el pasado jueves 22 de setiembre por la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), el nuevo plan que funcionará a partir del año que viene estará en línea con los sistemas educativos más avanzados, donde se concibe la Educación Básica como un camino continuo que comienza en la Educación Inicial, la cual transita del 1º al 6º grado de Educación Primaria, para continuar la trayectoria educativa con 7º, 8º y 9º grado de la Educación Media. Por ahora, seguirá incambiado el ciclo de Bachillerato (cuarto, quinto y sexto año de liceo).
El plan de Educación Básica Integrada constará de tres ciclos:
1er ciclo: Educación Inicial (3, 4 y 5 años) hasta 2º grado de Educación Primaria.
2do ciclo: 3º a 6º grado de Educación Primaria.
3er ciclo: 7º, 8º y 9º grado de Educación Media.
Los tres grandes ciclos tendrán dos tramos cada uno. El primero abarcará un primer tramo con educación inicial y un segundo tramo con primero y segundo de escuela. El segundo ciclo se conforma de un primer tramo con tercero y cuarto de escuela y el segundo tramo con quinto y sexto. Mientras que el último ciclo incluirá el primer tramo con séptimo y octavo grado y el segundo tramo será el noveno grado. Este sistema permitirá la coordinación de los docentes por ciclos y propone que las calificaciones se realicen al fin de cada tramo y no todos los años; por lo que la repetición, se podrá dar solo al término de un ciclo o un tramo, pero no en el medio.
Principales características del nuevo plan y cuatro asignaturas nuevas
El nuevo plan “fortalece la mirada integrada y articulada de la educación para poner foco en la efectiva centralidad del estudiante y su aprendizaje”, afirma el documento. Dentro de los cambios en esta transformación de los primeros nueve años del ciclo educativo, se incorpora un nuevo Marco Curricular Nacional, que establece las “diez competencias generales” que los estudiantes deberán ir desarrollando.
En primer lugar, el “Dominio Pensamiento y Comunicación” que comprende la competencia en comunicación; en pensamiento creativo; en pensamiento crítico; en pensamiento científico; en pensamiento computacional y en metacognitiva. Luego, el “Dominio Relacionamiento y Acción”: competencia intrapersonal; iniciativa y orientación a la acción; relación con los otros y en ciudadanía local, global y digital. Además, indica que el nuevo plan propicia nuevas formas de evaluación con acompañamientos personalizados (tutorías), en particular en los primeros y últimos años; genera espacios opcionales para jóvenes: talleres prácticos en los que se abordan temas cercanos a su vida, artes, educación financiera, proyectos de vida y sexualidad.
Se sumarán las materias: Ciencias del Ambiente, Mundo Contemporáneo, Comunicación y Sociedad, Ciencias de la Computación (con programación y robótica). En tanto, se mantienen las asignaturas como espacios curriculares que coordinan y se articulan entre sí, potenciando los contenidos para el desarrollo de las competencias, se indica en el texto. Añade que se fortalecerá las prácticas activas de enseñanza y de aprendizaje, como el trabajo por proyectos y el aprendizaje basado en problemas. Además, contará con nuevos espacios para estudiantes como componentes digitales, de desarrollo personal, habilidades socioemocionales y proyectos sociocomunitarios. Los programas se terminarán de definir por los equipos técnicos y estos serán puestos a consideración de las Asambleas Técnico Docentes (ATD) en noviembre de este año.
“Un trayecto único que dialoga entre sí”
El presidente del Consejo Directivo Central (Codicen), Robert Silva, manifestó en conferencia de prensa que “por primera vez el país va a tener un plan de educación básica integrada” que plantea, “desde una perspectiva didáctica”, una continuidad “desde la Educación Inicial hasta los 15 años”, subrayó el jerarca de Educación Pública.
Aclaró que los nueve grados –de 1° de escuela a 3° de liceo– mantendrán la división administrativa actual, por lo que los primeros seis años estarán bajo la órbita de la Dirección General de Educación Inicial y Primaria (DGEIP), y los tres grados posteriores bajo la égida de la Dirección General de Educación Secundaria (DGES). “Pero tienen una continuidad educativa con efectiva centralidad en el estudiante, a través de un plan que tiene tres componentes: aprendizajes fundamentales, componente técnico-tecnológico y la autonomía curricular”, aseveró el jerarca.
Silva expresó que este cambio en la organización curricular del país concibe a la Educación Básica como “un trayecto único que dialoga entre sí”, generando contacto entre “la escuela, el liceo y la UTU”. Sobre los tres ciclos, explicó que el que va desde la Educación Inicial hasta segundo año de escuela es “en donde va a haber criterios vinculados a la evaluación, al aprendizaje y las prácticas de enseñanza”. Luego, un segundo ciclo que va desde tercero de escuela a sexto de Primaria, y un tercer ciclo que sería “séptimo, octavo y noveno”, lo que hoy es “primero, segundo y tercero” de liceo.
Se mantienen los años, pero cambia la forma de abordaje, sostuvo. Remarcó que “por primera vez están trabajando juntos, equipos de docentes uruguayos, maestros, profesores de Primaria, de Secundaria y de UTU, concibiendo al plan como algo que es único, que tiene distintas variables, distintos niveles, pero sobre todas las cosas, que tiene que tener efectiva centralidad en el aprendizaje del estudiante”, señaló Silva.
Repercusiones políticas y sectoriales
Consultado por La Mañana, el diputado del Partido Independiente, Iván Posada, manifestó que “son cambios necesarios para lograr una verdadera transformación educativa”. Por otra parte, mencionó que estos cambios “están alineados con la propuesta sobre educación contenida en el documento Compromiso por el País, con el que la coalición respaldó la candidatura del actual presidente de la República”, indicó.
Por su parte, la senadora Silvia Nane, dijo a La Mañana que le parece que “faltó tiempo de calidad en la discusión participativa, amplia y faltó profundidad”. Manifestó que “esto que se ha dado a llamar la transformación educativa ha sido, en definitiva, un producto de trabajo mucho más atravesado por urgencias políticas, que, por un proceso participativo profundo, que es el que creo que hubiera merecido”. “Faltó una discusión profunda de para qué comunidad local y para qué mundo queremos generar las condiciones para el sistema educativo”. Nane sostuvo que “no pasa no solo en tener la capacidad, de mirar hacia el futuro del trabajo, sino hacia el futuro de las comunidades, donde cada vez más los individuos son atravesados por tentaciones del mercado, que se están dando en sociedades más individualistas, donde lo comunitario requiere un ejercicio mayor y una mayor promoción por parte de las políticas públicas”.
Otras críticas surgieron de actores de la educación como Héctor Florit. El exdirector del Consejo de Educación Inicial y Primaria y dirigente del gremio de magisterio escribió en su cuenta de Twitter: “Sin participación, ni debate, sin acuerdos, dando la información a la prensa antes que a los docentes y familias, desconociendo a las ATD… así es difícil instalar cualquier reforma sostenible, cualquier política de Estado”.
Por otra parte, el presidente del Sindicato de Docentes de Formación en Educación (Sidfe), Líber Romero, apuntó que con el nuevo plan de estudios que aprobó el Codicen “es como un Titanic, que ya sabe que va a chocar y se va a hundir”. Romero advirtió que, al menos, 652 docentes de cuatro materias “no van a tener trabajo”. El sindicalista cuestionó que las autoridades educativas se refieren a “las competencias científicas o creativas, y sin embargo cuando uno va a esa malla curricular donde están asignadas las materias, nota como han reducido 4.917 horas de Química y Física”. En este sentido, 1.256 profesores de esas dos materias presentaron a Robert Silva una carta expresando una “enorme preocupación” por los cambios en los planes de estudio.
Silva aclaró que no se perderán horas docentes
No obstante, el presidente del Codicen descartó horas más tarde que lo denunciado por los docentes fuera a suceder. En diálogo con la TV Ciudad, Silva explicó: “En todo cambio curricular siempre hay alguna movida que afecta a algunos, pero en esta, hemos tratado de evitar prácticamente cualquier afectación de derecho de los docentes”, aclaró Silva, negando que los docentes vayan a quedar sin trabajo.
“Química y Física no pierden horas, mantienen las mismas horas que tienen hasta ahora, de una manera distinta, diferente. Surgen nuevas formas de ver, analizar, unas disciplinas, como pasa en el mundo”, enfatizó el jerarca de la Educación Pública.
Silva sostuvo que una prioridad en este plan es el aprendizaje de Ciencia. Es “una cuestión país”, aseveró. En primero y segundo se estableció que habrá una “introducción a Ciencias, pero luego talleres optativos obligatorios que van a estar al inicio del año para que los estudiantes opten entre unos y otros”, dijo. Esta modificación, explicó, “hace que la carga horaria que tenía Ciencias Físicas antes permanece igual y se distribuye bajo esa modalidad”, descartando así la afectación de horas docentes. Lo mismo sucede en Música, Dibujo y Formación Ciudadana.
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