La profesional se refirió a los problemas que sufre Salto y toda la región fronteriza y aseguró que las medidas tomadas por el Gobierno son insuficientes y tardías.
En Salto la problemática del desempleo “no es novedosa pero cada vez se va agudizando más”, dijo al programa La voz de La Mañana, la Dra. Cecilia Eguiluz que integra Cabildo Abierto liderando la agrupación salteña Éxodo del Siglo XXI. “Desde hace 10 años” ese departamento “está por encima de la media de los índices de desempleo, en unos 2 puntos porcentuales arriba, hoy tenemos 13,8%”, lo que hace que Salto tenga “el mayor desempleo del país”, agregó.
Esa es la realidad del departamento, que además tiene la característica de que “hay mucho trabajo zafral” lo que hace que haya “una fluctuación en los 12 meses del año” por lo cual hay “miles de personas que no tienen continuidad laboral”.
La citricultura es uno de los trabajos zafrales, también el de los arándanos y las chacras hortofrutícolas. En el caso de los arándanos y las chacras ha habido una importante disminución en la actividad productiva y laboral, “eso hace que miles de personas que trabajan allí tengan una actividad fluctuante, a veces tienen trabajo por 6 u 8 meses y el resto del año no”, además de que “han cerrado algunas empresas y han disminuido” la necesidad labora.
Otro rubro que se ha visto con menor actividad es la construcción. “Un informe del Sunca señaló que había poco más de 50 personas trabajando en ese sector” porque en Salto no hay.
Para la Dra. Egiluz, “el mayor problema económico y político es la falta de inversión pública, durante los 15 años de gobierno del Frente Amplio no hubo inversión pública de envergadura que genere fuentes de trabajo importante, y tampoco la ha habido durante estos años”, enfatizó.
“El golpe de gracia hoy es el problema con los precios de Argentina y la apertura de los puentes” que ha llevado la dificultad a una situación más crítica.
Por otra parte dijo que si se toma un análisis de desempleo de diciembre no va a resultar igual a otro análisis realizado durante el comienzo de alguna de las zafras, “por lo tanto, lo importante es que esas personas no tienen trabajo durante los 12 meses, y los ingresos de un arrancador de naranjas son de unos $ 22.000 que los tiene solo durante unos 6 u 8 meses; y lo otro es la informalidad con lugares establecidos que no hacen aportes, y al final del día pesa mucho en la previsión social”.
El ingreso de $ 22.000 durante algunos meses significan, “muy poco en el cálculo anual e impactan mucho los costos tan altos de vida que tenemos en Uruguay. Son personas que ganan poquísimo, no les da para pagarse una vivienda, y tampoco les da para comer”.
El poco turismo interno que llega, cruza a Argentina, incluso para comer
Respecto al turismo, un sector muy golpeado por la pandemia, Eguiluz dijo mientras duraron las medidas sanitarias “se vivió en una burbuja” porque “con los puentes cerrados todo se consumía en forma local”.
El impacto de la pandemia “fue fuerte” y cuando se habilitó el turismo interno éste es diferente al de los países vecinos: “El turismo interno es muy gasolero, esa es la realidad, porque cuando se habilita la gente vino pero no con los números de antes. Un informe reciente decía que ese momento se puso todo a trabaja a pleno, pero de miércoles a domingos, el domingo la gente regresaba y quedaba lunes y martes con el jueves recién con plazas llenas”. Esa dinámica no fue suficiente para recuperarse del tiempo en que todo estuvo cerrado.
Si bien hubo postergaciones en temas de impuesto, cuando se retoma la actividad “hay que pagar los impuestos actuales más lo que quedaron postergados, y los números no dan”. A su vez, “la apertura de frontera impactó en la hotelería y también en la gastronomía porque la gente se va a Concordia o Colón, incluso a comer”.
“El poco turismo que llega, es de gente que viene del sur de Uruguay y cruza a Argentina, ni siquiera se queda un día acá, y eso también impacta”, señaló.
Medidas insuficientes y tardías
La Dra. Eguiluz definió de “demasiado tardía e insuficiente” la reacción que ha tenido el Gobierno.
Reconoció que diferencia cambiaria es un tema de “gran complejidad, pero por otro lado hubo demora en tomar medidas y eso hace que el día a día de la gente se vaya tornando cada vez más complicado” con el “cierre de pequeños comercios y luego en espacios más grandes”.
Desde la política y a nivel parlamentario ha habido iniciativas de los partidos socios de la coalición, pero no se han considerado: “En 2020 Cabido Abierto, a meses de iniciada la pandemia, presentó el primer proyecto de ley previendo que la pandemia se iba a terminar y que los puentes se iban a abrir. Ese proyecto plateó una tarjeta de crédito que tenga precios diferenciales para la zona, eliminando determinados impuestos para quienes viven en el lugar. En ese momento no sabíamos que los precios argentinos iban a estar como hoy”.
Meses más tarde, “el senador blanco Sergio Botana presentó otro proyecto de ley donde, además de lo que planteó CA, propone que los comercios de la zona fronteriza puedan microimportar para vender en Uruguay a un precio razonable, porque una pasta de dientes en Argentina puede costar cinco veces menos que en Uruguay”. Se trataba de “desestimular a la gente para que no cruce a Argentina”.
“Un año después” el senador Germán Coutinho propone con otro proyecto de ley para “otorgar una tarjeta verde como solución”.
Posteriormente se habló de un “proyecto similar al de 2020 pero de forma electrónica que bajaría algún punto en los costos de transferencia a los comerciantes; y nosotros planteamos la posibilidad de que el banco instale dinero electrónico para los comerciantes y bajar costos, porque cualquier punto que se pueda bajar cambia la ecuación y mejora”.
Sin embargo, “lo único que se hizo fue bajar los combustibles con un descuento del 24% que pasó al 30%, también se difirieron algunos pagos”, pero “es insuficiente y es más que tarde” para todos departamentos fronterizos.
“Paysandú ya se está movilizando por ese tema, Salto está gravemente herido, y en Fray Bentos ya vimos que el intendente Omar Lafluf pidió una reunión con el presidente” Luis Lacalle.
“Economía no entiende que es una realidad diferente”
Todas esas acciones parlamentarias y de los intendentes demuestran que hay interés en solucionar el problema: “Hay interés político, los comerciantes se han movido, la gente se queja, pero el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) entiende que esta realidad nuestra no es distinta y que la gente debió haber previsto que esto iba pasar y adecuar sus cuentas”, y “es el MEF el que está trancando las posibilidades de que existan análisis para intentar llevar adelante soluciones”.
“Falta sensibilidad del MEF, y no es un tema de capacidad del Ministerio, sino falta de entendimiento de la región fronteriza, y cuando la realidad no se entiende no se puede ver la solución porque tampoco se ve el problema”, razonó, y por eso “no se ha previsto que para realidades diferentes se deben buscar soluciones diferentes”.
Eso en Salto también pasa “con el tema de la zafralidad, el BPS no lo entiende y por eso todos los años hay problemas con el seguro de desempleo especial”. Uruguay “es un país único con regiones de características diferentes”.
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