El pasado 22 de setiembre, en la sede de la Fundación Banco República (BROU), se presentó la primera exhibición individual de Teresa Olascuaga.
Teresa Olascuaga nació en 1919 en la ciudad de Minas, donde transcurre su infancia. Pero fue en Montevideo la ciudad donde se formó en estudios superiores y se gestó su gran pasión por el arte. Estudió en la Facultad de Derecho, recibiéndose años más tarde como abogada, actividad que desarrolló a lo largo de su vida, especializándose en Derecho Civil, Penal y Familia.
Se inició en el estudio de las Bellas Artes asistiendo a las conferencias de la Asociación de Arte Constructivo (AAC) dictadas por el maestro Joaquín Torres García y posteriormente, tras la disolución de la agrupación, se incorporó al Taller Torres García (TTG) a partir de 1942.
Participó de la histórica actividad llevada a cabo por el Taller de los murales constructivos pintados en el Hospital Saint Bois. Allí, junto a sus compañeros y bajo la supervisión del maestro, pintó dos murales: “Utensilios” (190 x 280 cm) y “La Ciencia” (190 x 280 cm), que actualmente son custodiados por Antel.
En aquellos años fueron compañeros suyos Héctor Ragni, los hermanos Alceu y Edgardo Ribeiro, Berta Luisi, Julio Mancebo, Francisco Matto, Day Man Antúnez, José Gurvich, Elsa Andrada, Olga Piria, Manuel Pailós, entre otros.
Al fallecimiento de J. Torres Garcia, en 1949, Teresa continuó su formación bajo las orientaciones de Horacio y Augusto Torres, así como cultivando la amistad con la familia del maestro.
Entre finales de la década del 70 y principios de los 80, realizó estudios de cerámica con Josep Collell, también discípulo del TTG. De esa época se conservan varias cerámicas de muy buena factura y belleza, con esgrafiados y engobe, que atestiguan su formación y que se exhiben en la muestra.
Paralelo a su pasión por el arte, por su visión de igualdad de género –adelantada para su tiempo– desarrolló militancia en pro de la igualdad de derechos entre hombres y mujeres.
Según la investigación realizada por Graziella Basso: “Ella tuvo otra gran pasión por la que trabajó con ética, dedicación y vocación: la abogacía, y la ejerció de forma notable. Su semana se dividía entre el derecho, de lunes a viernes y los fines de semana, a su gran pasión, el arte. (…) Su obra, es fiel a las enseñanzas del maestro Joaquín Torres García. Posee la trama secreta, la divina proporción. Usa líneas verticales y horizontales en forma ortogonal, rítmicas. (…) Su hija, Lilian Menditeguy, recuerda que cada sábado iban a la casa del maestro a tomar el té y luego se dedicaban a la corrección y observación de la obra de Teresa. Una vez corregida y supervisada por Horacio o Augusto, ella entonces sí se animaba a firmarla. Esos encuentros estaban cargados de largas charlas con Manolita Piña y sus hijas, Olimpia e Ifigenia, y con Elsa Andrada. Los domingos, Teresa, continuaba creando o corrigiendo, aislada en el piso superior de su hogar. (…) Inquieta por descubrir otros materiales y seguir investigando, fiel a la línea del Taller Torres García, asiste al taller de cerámica del catalán Josep Collell. (…) Años más tarde, realizó también trabajos en madera y en cobre. Lamentablemente, mucha de su obra se perdió en un gran incendio, luego de su fallecimiento. Teresa Olascuaga es otra mujer artista que trabajó en silencio en ese mundo complejo de las bellas artes y del que pocos la conocen o la recuerdan”.
Según menciona María Eugenia Méndez: “En un panorama general de lo que fue la actividad expositiva del TTG, Teresa participó en cerca de diez exhibiciones junto a sus compañeros, entre los años 1942 y 1946, mostrando con ello que su participación no fue esporádica. (…) Las pinturas que han perdurado muestran composiciones de paisajes, en su mayoría portuarios, realizadas con una paleta de color muy austera, con predominancia de grises, tierras, blanco y negro, con pocas incursiones de rojo, hierro y amarillo. También hay obras constructivas con figuración, en cuatro colores y otras monocromáticas; de éstas, destaca un constructivo tubular —similar al que el maestro Torres García realizara en 1937. La obra de Teresa evidencia aquella perseverancia y tenacidad de una mujer empoderada, decidida a desarrollar su carrera profesional en coexistencia con su vida familiar, mientras en paralelo manifestó su vocación artística como pintora y ceramista”.
Es de destacar el propósito de la Fundación BROU de rescatar a artistas olvidadas. Es el caso que nos ocupa. “La figura de Teresa Olascuaga, al igual que otras mujeres integrantes de la Escuela del Sur, ha quedado en el olvido, y esta exposición busca rescatar y dar a conocer lo poco que se conserva de su obra. (…) En esta exposición se presentan una treintena de piezas de la artista: cerámicas, dibujos a lápiz y a tinta, óleos y una pieza en madera policromada. En ocasiones, algunos de los dibujos en tinta se trasladaron luego al óleo y en especial a la cerámica realizada en su pasaje por el Taller Collell. También integran la muestra documentos y fotografías de la actividad de Teresa Olascuaga como abogada, periodista, y desde muy joven, militante por los derechos de la mujer como integrante del Partido Socialista”.
Esta exposición se realiza bajo la co-curaduría de Graziella Basso y María Eugenia Méndez, que se unieron al equipo de la Fundación BROU, gestionado por Alicia Brassesco, con la colaboración de la hija de la artista, la Dra. Lilián Menditeguy.
En la cuidada selección destaca una conocida fotografía del maestro junto a sus discípulos, donde se aprecia a Teresa, datada del año 1947. Asimismo, la exhibición presenta un sugerente retrato de la artista, realizado por Horacio Torres.
Agradezco la colaboración de las curadoras Graziella Basso y M. Eugenia Mendez, para este artículo.
La muestra podrá visitarse de lunes a viernes de 12 a 18 hs en la sede de la Fundación BROU (Zabala 1520).
(*) Catedrática de Sociología – UB, Dra. Historia del Arte, Crítica de Arte, Miembro de AICA y ACCA.
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