A los 22 años asumió el cargo de uno de los municipios más importantes de Montevideo, y si bien al principio admite que tenía miedo, Matilde Antía se siente ahora “feliz y cómoda” con la tarea. La alcaldesa del CH dialogó con La Mañana y dijo que la principal queja de los vecinos es la limpieza, pero también se pone el foco en los problemas de estacionamiento y el estado de las veredas.
¿Qué barrios cubre el Municipio CH y cómo podría definir la realidad de cada una de esas zonas?
Cubrimos Punta Carretas, Pocitos, Buceo, Parque Batlle y la Blanqueada. Esas zonas son entre ellas distintas para lo que es el trabajo comunal. Por ejemplo, tiene Pocitos que está lleno de edificios, donde no se observa un sentido de pertenencia como, por ejemplo, sí ocurre en Buceo, donde se conocen todos los vecinos. En ese caso hace que sea más fácil trabajar. Y algo similar sucede en La Blanqueada. En Pocitos es más difícil, porque generalmente el contacto que se tiene es con alguna comisión de un edificio o por ejemplo “Vecino en Alerta”. En esa zona, el Consejo Vecinal que es el 5 está haciendo un buen trabajo y organizan reuniones con los vecinos, para que se conozcan, a las cuales nos invitan. En La Blanqueda se dan las dos situaciones. Hay una parte más comercial que es 8 de octubre y otra más residencial. Es muy interesante para trabajar, pero al mismo tiempo se hace más difícil.
En esas reuniones a las que concurre, ¿cuáles son las principales inquietudes de los vecinos?
Podemos decir que tenemos el top tres de quejas. El primero es la limpieza, el segundo, los lugares de estacionamiento y, el tercero, el estado de las veredas. En el caso de la limpieza debemos recordar que los municipios no tienen la llave de lo que es la limpieza total. Al vecino le molesta el contenedor lleno y que el sistema de recolección funciona mal. Pero a eso no tenemos acceso. Lo que podemos hacer, y hacemos, es la limpieza alrededor de los contenedores, de las calles y las plazas.
Con respecto al tema del estacionamiento, no hay sitios para estacionar. Ya son varios los reclamos de que la Intendencia estaba pintando todo de rojo (los cordones) o sea que se ampliaban las zonas donde no se podía estacionar. Por ejemplo, el dueño de un restaurante me explicaba que antes los clientes estacionaban frente al local y ahora no lo pueden hacer. Y esta situación se ha venido incrementando. Pero este problema va más allá de mis competencias. La explicación de la Intendencia fue que las pintadas tenían un estudio técnico. A este problema hay que encontrarle una solución. En Buenos Aires hay estacionamientos debajo de las plazas. Todas las zonas han presentado quejas con respecto a esto.
En lo referente al tercer punto, que son el estado de las veredas, es algo más complejo. El responsable de tener la vereda bien es el vecino que vive en esa vereda. Ahora, si se rompe por alguna raíz de un árbol, es nuestro el tema. También, por no haber estacionamiento, paran los autos sobre las veredas y estas se van rompiendo. En este caso no es un problema del municipio ni de la Intendencia. No obstante, en lo personal pienso que la vereda es un espacio público, por lo cual debería ser responsabilidad del gobierno departamental. Además, estamos haciendo rampas para que sea un municipio accesible, pero la movilidad no solo es con las rampas, sino también con veredas en buen estado.
¿Qué parte del presupuesto se destina a lo que es barrido y limpieza?
Entre un 45% a 50%. Tenemos $ 150 millones de presupuesto y casi la mitad se destina a limpieza, que es el barrido de calles, aspirado alrededor de los contenedores, levante de productos voluminosos (como ser electrodomésticos). La cuadrilla nuestra cubre también emergencias, además de trabajar mucho con Tacurú y Dinali, que hacen el barrido de casi todo el territorio. Por ejemplo, en la explosión de Villa Biarritz fueron ellos quienes se ocuparon de la limpieza de toda esa zona.
¿Piensa que sería positivo para los municipios que manejaran directamente la recolección de residuos?
Sería interesante analizarlo. Porque somos responsables directos de un territorio y si algo está mal, el alcalde es el contacto más directo con la gente. Eso hace que la realidad te presione para buscar soluciones. Si tuviera la gestión de residuos con los recursos humanos y materiales que se necesitan para la tarea, estaría comprometida, porque desearía demostrar que mi territorio es el más limpio de la ciudad.
En los puntos que plantea como las principales quejas de los vecinos, no menciona la seguridad.
He tenido muchas reuniones con Santiago González (director de Convivencia del Ministerio del Interior) y los vecinos. Gonzáles nos señaló que las denuncias en esta zona son menores a las que se registran en otros municipios de la ciudad. Y él habla de denuncias, lo cual es importante. Porque quizás la sociedad está medio mal, en el sentido de que muchas veces no se denuncian los delitos. Por esto siempre decimos que hay que denunciar, ya que entonces entra en la base de datos del Ministerio del Interior. Con base en eso se pueden hacer operativos especiales, como se hicieron en un momento y la gente nos decía que veía más policías en las calles. Por lo tanto, es por las denuncias que se nos dice que esta no es una zona peligrosa. Desde el municipio colaboramos con esa seguridad trabajando mucho en poda e iluminación. Estamos cambiando toda la iluminación del territorio a luminarias led y la gente nos destaca ese cambio, porque aumenta mucho la iluminación.
Este cambio de luminarias que se está haciendo en varias zonas, ¿es a costo de la comuna o de los municipios?
Es un trabajo combinado. La Intendencia compra las luminarias, ellos cambian algunas y nuestra cuadrilla también lo hace. En la gestión anterior, con Andrés Abt, ya se había comenzado por parte del municipio a cambiar algunas de estas luces. Trabajamos muy bien con la Unidad Técnica de Alumbrado Público (UTAP) de la Intendencia, tenemos un diálogo directo.
Además de la UTAP y la buena relación que destaca, ¿cómo es con el resto de las direcciones de la Intendencia?
Hay algunos con quienes no tengo mucha relación por diferentes razones. Por ejemplo, saneamiento, porque en toda nuestra zona ya existe. Con limpieza tengo un contacto de todas las semanas. Como alcaldes, los ocho que somos en todo Montevideo, nos reunimos los jueves con el director de Desarrollo Municipal y Participación, que es Federico Graña. Y aunque los territorios sean distintos, tenemos problemas en común. Tener un referente como Graña es positivo, pero también te inhabilita para tener contacto, por ejemplo, con el prosecretario general de la Intendencia o la propia intendenta. Y eso no me parece que sea lo mejor, cuando por ejemplo se habla con alcaldes del interior y vemos que la relación de ellos con su intendente es completamente distinta.
¿Con la intendenta Cosse ha dialogado alguna vez?
El único contacto que he tenido es porque me la he cruzado y la saludo. Y terminó ahí. Es una lástima.
Usted llegó a este cargo por un hecho desafortunado (el fallecimiento del Andrés Abt). ¿Cómo se encuentra a un año y medio de asumir el cargo, siendo además muy joven (tiene 23 años) y sin experiencia política?
No me esperaba esta situación. De un día para el otro tuve que asumir como alcalde de una de las zonas más importantes de Montevideo. Al principio sentía miedo, pero estaba con muchas ganas. Además, soy de las personas que piensa que cuando algo te toca en la vida, te toca. Todo lo que fue 2021 lo viví como una transición, un aprendizaje. Me apoyé mucho en los funcionarios, que sabían cómo moverse en el territorio y eso me lo enseñaron. Con Andrés trabajamos mucho en el plan de gobierno, pero no conocía a la perfección cada zona. Entonces el año pasado fueron muchas horas sin dormir. Ahora me siento feliz y cómoda con el trabajo.
TE PUEDE INTERESAR: