La construcción representa casi el 10% del Producto Bruto Interno y el 8% del empleo del país. Desde 2015 el sector atraviesa una importante caída de la actividad con la pérdida de puestos de trabajo, pero con una perspectiva interesante para 2020 y los años siguientes, sustentada en las inversiones generadas fundamentalmente a partir de la segunda planta de UPM en el centro del país, la terminal portuaria para la celulosa y el Ferrocarril Central, dijo el presidente de la Cámara de la Construcción del Uruguay, Ing. Diego O’Neill.
Entrevistado por La Mañana destacó que ese es un sector “con fuertes encadenamientos e impulsor de otros sectores” al punto de que un estudio del Centro de Estudios Económicos de la Construcción muestra que “por cada dólar de facturación en la industria de la construcción hay otros cuatro dólares de facturación en otro sector, eso muestra el dinamismo y la importancia de la construcción de la economía nacional”.
Según O’Neil, la actividad tuvo un período de crecimiento fuerte hasta 2014, pero desde 2015 “comenzamos a perder actividad” lo que se extendió hasta 2018 y continúa en caída en lo que va de 2019. “En el primer semestre de 2019 ha habido una caída de la actividad respecto al primer semestre del mismo período de (2018) de 4,1% y a partir de ese dato proyectamos que este año puede cerrar con una caída del 2% respecto a 2018. Así que completaríamos cinco años de caída desde 2015 a 2019, acumulando una caída superior del 15%”, estimó.
Este descenso se ve reflejado en la ocupación: del pico y récord en 2013 con casi 70.000 trabajadores en obra, “hoy estamos en los 42 o 43.000 trabajadores. En estos años hemos perdido 25.000 puestos de trabajo, son personas que hoy no están en la industria, se han reconvertido, otros estarán informal o directamente desocupados”.
O’Neill explicó que la inversión en construcción en los últimos 10 años se compone de obra pública (30%), vivienda (20%), y el otro 50 % es inversión privada diferente a la vivienda. “Dicho de otra forma, el 70% es inversión privada y el 30% inversión pública. Dentro de ese 70%, el 20% es vivienda y 50% son otras cosas como los parques de energía renovables, la agroindustria, shopping, logística, plantas de celulosas, y ahí es donde se ha visto más resentida la actividad, también en la vivienda, pero sobre todo en ese sector de inversión privada más vinculada a sectores productivos”.
Pero ese es un fenómeno extendido. “La economía general del país ha tenido una caída en la inversión y eso ha repercutido en la construcción, por eso es una muy buena noticia la inversión de UPM que va a implicar un impacto significativo en la actividad”, aseguró.
En estos años hemos perdido 25.000 puestos de trabajo,
Lo que pasa en Uruguay es que “las inversiones han venido cayendo; somos caros, hay problemas de competitividad, altos costos, baja rentabilidad. Toda inversión busca rentabilidad, los países compiten por la inversión y hay destinos que tienen otro retorno y por eso en cierta medida las inversiones se están yendo para otro lado”, resumió.
Para cambiar eso el país tiene que solucionar sus problemas de “déficit fiscal, deuda, costos de tarifas, combustibles, energía”. Además “vemos muy necesario que se desarrolle un plan de infraestructura y se generen herramientas de financiamiento adecuadas como pueden ser los procesos de Participación Público Privada (PPP) que vemos positivamente y es algo que se debe mejorar y continuar”. Otra forma es “la concesión de obra pública o proyectos tipo leasing. Hay una serie de instrumentos que la próxima administración va a tener en cuenta para el financiamiento de la infraestructura pública acudiendo al sector privado”.
Perspectivas positivas para los próximos años
El presidente de la CCU dijo que lo que vendrá con el año 2020 “luce mejor básicamente por dos cosas: empezará a sentirse UPM que es una inversión muy importante”, y habrá inversiones “tanto en la planta como en la terminal portuaria para la celulosa” que entre ambas sumarán USD 3.000 millones.
“Un estudio de 2005 a 2015 indicó que en esos 20 años para construir un edificio de viviendas se pasó a necesitar un 20 % más de jornales que en 1995. Es decir que en vez de mejorar la productividad empeoró. Antes yo gastaba 5 jornales por metro cuadrado, en 2015 pasé a gastar seis”.
“Además hay un paquete importante de PPP que se viene concretando en los últimos meses de 2019 y que van a estar en pleno desarrollo en 2020, 2021 y 2022, el más importante es el Ferrocarril Central que es una obra del orden de USD 1.000 millones, pero también se firmó el Circuito Vial 1, Circuito Vial 2, Circuito Vial 3, la PPP Educativa 1, probablemente se firme la PPP Educativa 2 que son otros USD 800 millones. En total el ferrocarril y estas otras son USD 1.800 millones, es una suma muy importante con financiamiento privado”. Por todo eso “las perspectivas hacia el futuro son un poco mejores” aunque “hay una expectativa de que la nueva administración también tenga una agenda de cambios y ajustes en políticas para mejorar”, consideró.
Caída de la productividad
El Ing. O’Neill mencionó como asunto a corregir desde la CCU está la caída de la productividad en el sector. “Es un tema importante sobre el que estamos trabajando y que tenemos que mejorar” porque mejorar la productividad “es necesario para hacer sustentable el desarrollo de la industria”.
“Un estudio de 2005 a 2015 indicó que en esos 20 años para construir un edificio de viviendas se pasó a necesitar un 20 % más de jornales que en 1995. Es decir que en vez de mejorar la productividad empeoró. Antes yo gastaba 5 jornales por metro cuadrado, en 2015 pasé a gastar seis”.
Según O’Neil, la actividad tuvo un período de crecimiento fuerte hasta 2014, pero desde 2015 “comenzamos a perder actividad” lo que se extendió hasta 2018 y continúa en caída en lo que va de 2019
Eso ocurrió “a pesar de toda la incorporación de materiales nuevos, equipamiento y el uso de tecnología”. Una de las explicaciones sobre ese fenómeno es que en el período 1995/2015, cuando la industria tuvo más actividad, “puede ser que al haber necesidad de mano de obra pudo entrar mucha gente sin oficio, lo que impacta en la productividad de la mano de obra”.
Otra razón “puede estar en un tema de organización del trabajo, en el diseño de proyectos, porque la construcción es una cadena de procesos”; y el ausentismo laboral que es “un problema transversal a toda la actividad”. Para solucionar los problemas de productividad que es necesario “acatar todo: el tema de diseño de proyectos, la organización del trabajo y la productividad propia del personal”.
UPM: ¿mano de obra nacional?
El alcalde de Paso de los Toros, Juan José López, ha manifestado su preocupación porque en los inicios de obra vinculados con UPM II no se ha tomado personal de esa ciudad.
Comenzaron los trabajos de nivelación con una empresa argentina, con maquinaria y camiones cero kilómetro llegados desde aquel país, dijo. “Esperaba que lo primero fuera atender la zona y los vecinos. Ya partimos mal”, reclamó.
La revista Construcción, órgano oficial de la CCU, recoge en su último número palabras del director de Proyecto de Crecimiento de UPM, Gonzalo Giambruno, quien expresó que en el pico máximo de demanda la obra empleará unas 6.000 personas “de las cuales la mayoría serán trabajadores uruguayos”, y el ministro de Trabajo, Ernesto Murro, aseguró que “ya está contemplado que el 75 % de la mano de obra sea nacional”.
La vivienda promovida no llega a los sectores medios y medios bajos
El Ing, Oneill dijo que hay que ajustar el decreto reglamentario de Vivienda Promovida (antes denominada Vivienda de Interés Social) además de “pensar nuevos incentivos” para que “llegue a los sectores más bajos”.
“Fue una cosa muy buena. Generó 16.000 viviendas nuevas que se construyeron en 7 u 8 años, pero hoy no está llegando a los sectores medios y medios bajos, sí mediante el arrendamiento pero no mediante la posibilidad de compra. Entendemos que debe haber medidas complementarias para lograr que también se vaya a otros barrios y a valores que permitan que las familias de clase media y media baja puedan acceder. Ahí hay cosas para hacer como un nuevo impulso a ese tipo de soluciones, para atender a esa población que no está accediendo a la vivienda”.
Inversión de maquinaria creció 33 % en 2018
El índice de Importación de Máquinas de la Industria de la Construcción (IME) que elabora el Centro de Estudios Económicos de la Industria de la Construcción (CEEI) indica que en 2018, a pesar de registrarse una caída del casi 3 % en el Productor Bruto de la Construcción, las importaciones en maquinaria y equipo del sector medidas en volumen físico crecieron un 33 %, retomando los valores cercanos a los registrados en 2014.
Las importaciones alcanzaron un valor de USD 158 millones en el año, un guarismo que a pesar del incremento es 23 % menor al máximo de USD 205 millones registrado en 2013.