Se entiende por accesibilidad a la condición necesaria para el acceso de todas las personas de forma autónoma y segura a los entornos, servicios y bienes. Según datos recabados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el 16% de la población uruguaya declaró tener alguna discapacidad en el censo realizado en el año 2011. Es decir, un poco más de medio millón de personas, de las cuales 365.462 dijo tener al menos una discapacidad leve, 128.876 sostuvo tener una discapacidad moderada y 23.433 una discapacidad severa.
Aunque en el último tiempo las sociedades modernas han avanzado respecto a la inclusión y accesibilidad de todas las personas, aún queda un trecho importante por recorrer, sobre todo, cuando se trata de aquellos ciudadanos que pertenecen a los contextos más vulnerables. Una calle sin asfaltar puede transformarse en un día de lluvia en una barrera imposible de sortear.
Pero cuando se habla de accesibilidad no se debe pensar únicamente en aquellos elementos que hacen al desplazamiento, sino que también a poder acceder a actividades culturales, sociales y deportivas que contribuyen a la integración y desarrollo de las personas. Ejemplo de ello, puede ser el derecho a practicar un deporte de forma independiente. En este contexto, la organización social no gubernamental y sin fines de lucro Estrellas del Plata ha venido trabajando desde el año 2016 con un objetivo en claro: el reconocimiento de jóvenes en situación social crítica y de personas con diferentes capacidades con el fin de abrir un abanico de posibilidades en lo que respecta al deporte y, por ende, a lo social.
Según especialistas, la práctica del deporte por parte de personas con discapacidad genera varios beneficios, entre ellos, la mejora del autoestima y el impulso por superarse, favoreciendo, incluso, a la rehabilitación.
La idea comenzó hace tres años por un grupo de personas que desean demostrar que con esos pilares es posible mejorar la calidad de vida y, por ende, brindar una oportunidad de superación a quienes lo necesitan. La primera actividad que realizaron fue una demostración de fútbol 5 de amputados que tuvo lugar en Piriápolis y que convocó a más de mil asistentes. “En esa oportunidad demostramos que se puede jugar”, declaró Sylvia Celerczuk, presidenta de la institución, en entrevista con La Mañana. Esa jornada contó con la presencia de Anthony Da Luz, un jugador no vidente perteneciente al equipo de fútbol para ciegos de Peñarol.
A través de colaboraciones de algunas empresas, ventas de rifas, bonos colaboración, el apoyo del Municipio G, así como también la Asociación Uruguaya de Trabajadores de UTE (AUTE), han podido realizar distintos viajes por algunos puntos de país para participar de encuentros deportivos. Otra de las actividades de la organización es colaborar para que se brinden becas aquellos deportistas destacados. Trabajan, en este sentido, con la Federación Uruguaya de Remo, la Unión Nacional de Ciegos, la Asociación de Sordos del Uruguay y organizaciones que agrupan a personas con capacidades distintas. Además conmemoran fechas que ponen sobre el tapete el derecho a la accesibilidad, como el Día Mundial del Bastón Blanco que se celebra en octubre.
Además, señaló que la organización se ha encargado también de ayudar a personas carenciadas con problemas de salud brindándoles desde pañales hasta asesorándolos en la realización de gestiones y trámites. “Hay a quienes les debería corresponder ciertos beneficios pero esto no les llegan, por lo que nos encargamos de que les lleguen”, señaló.
“Uruguay se ha preocupado mucho en mejorar en el sentido de la accesibilidad porque fue observado por la comisión de la Unesco, pero no tocamos todavía todos los aspectos necesarios”, opinó Celerczuk.
La institución desarrolló también un complejo sustentable que agrupa distintas canchas deportivas adaptadas para personas con discapacidad y que cuente con guías de ruidos, aromas y texturas que permiten orientarse a través de todos los sentidos. Sin embargo, aún no cuentan con un terreno para poder llevar adelante la loable labor. “Lo que tenemos que conseguir ahora es nuestro suelo para poder largarnos y tirarnos al agua con todo. Actualmente somos itinerantes”, mencionó la entrevistada. Añadió que si bien en un momento se había hablado de la posibilidad de contar con un terreno otorgado por parte de UTE están aún a la espera.
Dentro de la comisión de Estrellas del Plata se encuentran personas que cuentan con alguna discapacidad. “Contamos con personas colaboradoras dispuestas a hacer cosas y constantemente buscamos aprender para poder ayudar e involucrarnos con otras instituciones”, mencionó respecto al equipo de trabajo. De todas formas, reconoció que se trata de una labor que insume un alto grado de compromiso debido a las dificultades en cuanto al rápido acceso de los recursos. “Para conseguir un ómnibus a veces debemos comenzar a gestionarlo tres meses antes y para hacer un festival, entre cinco meses y un año”, observó.
Por otro lado, comentó que han conseguido el reconocimiento de interés departamental de la Intendencia de Canelones por medio de la comuna de La Paz y dentro del Parlamento se encuentra un proyecto de ley con el fin de que Estrellas del Plata sea declarado de interés nacional. “Nos costó invertir muchas horas para entrevistar a los legisladores y que nos consideren”, dijo.
El trabajo que hay por delante no parecería ser poco, como tampoco lo son los deseos de este grupo de personas por ver hecho realidad el anhelo del complejo. “Me gustaría que mucha gente pueda beneficiarse de él y que fuera un orgullo, así como también que podamos realizar intercambios culturales con personas de otros países ligadas al deporte y de sumar nuevas oportunidad”, confesó Celerczuk.