La ministra de Vivienda fue la encargada del discurso conmemorativo de la Batalla de Sarandí. Destacó que la unidad de los orientales para alcanzar el triunfo nos transmite un mensaje para enfrentar desafíos como la reforma educativa y de la previsión social.
El miércoles 12 de octubre, en Sarandí Grande, en el departamento de Florida, y con la presencia del presidente Luis Lacalle se realizaron los actos recordatorios del aniversario de la Batalla de Sarandí, correspondiendo a la ministra de Vivienda y Ordenamiento Territorial, Irene Moreira, hacer uso de la palabra en representación del Gobierno.
La jerarca dijo que en esa jornada Uruguay homenajea a “los héroes que forjaron una de las páginas más trascendentes de nuestra historia. El 12 de octubre de 1825, unos 2.000 orientales, al mando de Juan Antonio Lavalleja, triunfaban en los campos de Sarandí sobre las fuerzas imperiales brasileñas que en ese momento ocupaban nuestro territorio”.
“Pocos días después, el 24 de octubre, el Gobierno de las Provincias Unidas se decidió al fin aceptar la reincorporación de la Provincia Oriental, tal como había sido solicitada por los orientales en el Congreso de La Florida, dos meses antes”. Ese paso “dará lugar al inicio de la guerra entre el imperio de Brasil y las Provincias Unidas, que tendrá como hecho más relevante a la Batalla de Ituzaingó en febrero de 1827, y que culminará con la Convención Preliminar de Paz en Río de Janeiro en agosto de 1828, lo que significa en los hechos la partida de nacimiento del Uruguay independiente, de ahí la enorme significación histórica de la Batalla de Sarandí”, subrayó Moreira.
La ministra planteó la interrogante de cómo fue posible el triunfo ante una fuerza superior en armas y recursos, “la respuesta hay que buscarla en la bravura de aquellos orientales, su determinación de liberar a la patria o morir, pero sobre todas las cosas, su unidad”, porque allí “pelearon hombro con hombro Lavalleja, (Fructuoso) Rivera, (Manuel) Oribe, (Pablo) Zufriategui y tantos otros. Las diferencias que en el pasado pudieron haber tenido quedaron atrás en pos de un objetivo superior y común a todos los orientales”.
La victoria de Sarandí “fue posible porque unos meses antes existió el Abrazo del Monzón”, resaltó. “En abril de ese mismo año, diez días después del Desembarco de los Treinta y Tres, episodio que marcó la unión de los orientales y que los transformó en prácticamente invencibles”.
Seguidamente, la ministra repasó aquellos acontecimientos de nuestra historia en que “los orientales fueron capaces de superar sus diferencias y juntos enfrentar los desafíos que les tocaba protagonizar”. Es el caso del Pacto de los Generales de 1829, la Paz de Octubre de 1851, el acuerdo de (Venancio) Flores y Oribe en 1855, la Paz de Abril de 1872, el Pacto de la Cruz en 1897, la Paz de Aceguá en 1904.
“Siempre, siembre, después de dolorosos enfrentamientos hubo grandeza para enfrentar el futuro sumando fuerzas. La patria antes que los partidos y las personas, ese fue el sentimiento de quienes a lo largo de nuestra historia realmente dieron todo por un país mejor”, enfatizó. Ese es “es el mensaje más fuerte que Sarandí nos transmite, en el que los uruguayos deben actuar de acuerdo a la voz de su historia”, y dejando las posiciones antagonistas.
Con ese espíritu de unidad y “mirando el futuro en clave de país” es que tenemos que “sumar nuestras capacidades para enfrentar los desafíos de un mundo que no nos espera”, y mencionó la reforma educativa y de la seguridad social.
Respecto a la reforma educativo expresó que “los uruguayos sabemos que es imprescindible una transformación educativa que convierta nuestra educación pública en lo que nunca debió dejar de ser, en un ámbito igualitario, nivelador, generador de oportunidades para todos, independientemente de la situación socioeconómica. Y es por eso que debemos aunar nuestros esfuerzos para que los cambios impostergables en materia educativa se realicen lo antes posibles”.
No obstante agregó: “No aceptamos los obstáculos que pongan quienes pretenden ocupar el lugar de quienes tienen la responsabilidad institucional de conducir los destinos de nuestra enseñanza”.
Sobre el sistema de seguridad social, dijo que hay “necesidad” de reformarlo porque “es injusto” y tiene un 2alto riesgo de colapsar en el mediano plazo”.
El Poder ejecutivo “está logrando un proyecto de ley que requerirá de todos los partidos políticos y actores sociales realicen sus aportes para contribuir a la mejor reforma posible, conservando los derechos adquiridos”.
El desafío de nuestro tiempo es afrontar las política que Uruguay requiere, “en clave de unidad nacional, porque son problemas que afectan a todos los uruguayos independientemente de sus simpatías políticas”, reflexionó.
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