La falta de precipitaciones va a afectar negativamente a los cultivos de invierno, pero es muy pronto para estimar grados de afectación, eso depende de variables como la zona y la fecha de siembra.
“Es difícil decir de cuanto será el rendimiento de los cultivos, pero como consecuencia de la falta de lluvias se notan portes más chicos y menos cantidad de granos”, dijo el Ing. Agr. Diego Lluberas, al ser consultado por La Mañana sobre el impacto del déficit hídrico en su principal radio de acción en los departamentos de Río Negro y Soriano en temas agrícolas, en Paysandú sobre asesoramiento en pasturas, y en Salto en el área ganadera.
“En este momento la producción rural muestra una complejidad importante, y aunque los pronósticos están en la consideración de todos los productores, hay que analizar lo que puede suceder con luces largas”, agregó el técnico, que es asesor de empresas agropecuarias en el litoral y director de Lluberas Asesoramiento Agronómico.
“No olvidemos lo que sucedió en el año pasado. Si nos paramos en diciembre de 2021 recordaremos que la situación era crítica por la falta de lluvias, pero por suerte eso cambió a partir de mediados de enero y tuvimos una zafra de verano muy buena, con la conjunción de rendimientos y precios”, comentó.
“Después vinieron los cultivos de invierno y en general se lograron buenas implantaciones de todos. La colza, después de implantarse, fue la que sufrió las heladas, porque hubo varios de esos fenómenos seguidas, con colzas muy chicas y eso afectó las poblaciones que se habían logrado”.
El tiempo fue transcurriendo, “los cultivos siguieron avanzando y lo que empezó a complicar después fue la falta de agua, con zonas en las que en los últimos 4 meses han llovido 80 milímetros acumulados, lo cual nos pone hoy en una situación bastante compleja porque con la suba de precios que se había dado también subieron los insumos”.
Lo que pasó fue que “plantamos cultivos de invierno con insumos caros, pero hoy el precio de los cultivos se ajustó, sobre todo la colza que bajó bastante su precio desde los US$ 700 en que estuvo a US$ 500 hoy. Esa combinación de falta de agua más insumos elevados, sobre todo de los fertilizantes, hace que la realidad sea compleja”, destacó en referencia a la colza, el trigo y la cebada, cuya fecha de cosecha es en los meses de noviembre y diciembre.
Período crítico de los cultivos
“El déficit hídrico al inicio de la zafra es algo que se ve reflejado en el desarrollo vegetativo, en el tamaño de la planta que es menor a años anteriores. Hoy los cultivos están en una etapa reproductiva, la colza ya está prácticamente terminando su llenado de granos y los trigos en la mitad del proceso, eso hace que la falta de agua hoy sea crítica, cada semana que pasa afecta bastante y limita el rendimiento. Estamos en el período critico del llenado de grano”, enfatizó.
De todas maneras, “hoy es difícil decir de cuánto será el rendimiento porque falta para ese momento”, no obstante, “se notan portes más chicos y menos cantidad de granos”. La falta de lluvias puede adelantar la cosecha, pero determinar el grado de daño que causará “es muy cambiante según variables como la zona que se analice o la fecha de siembra, entre otras”.
“Si en los últimos cuatro meses el acumulado fue de 80 milímetros, una lluvia ahora siempre ayuda porque va cargando el perfil” y permite ir preparando el cultivo de verano”.
Además, para los de invierno, la llegada de precipitaciones puede, “ayudar a terminar el llenado de los granos y a la colza va a dar un empujoncito. Pero donde veo que la lluvia puede hacer el mayor aporte es en los trigos que se sembraron por último, estos en general están en medio grano, están en llenado y la lluvia podría aportar más al rendimiento”.
En caso contrario, si continúa sin llover, “el daño puede ser mayor”, en especial “en trigo y cebada que están transitando semanas claves. En caso de que en las dos semanas próximas no lloviera se va a dar una situación compleja con rendimientos menguados, porque ya están en el momento clave para el llenado de grano”, insistió, y el escenario se complejizará “porque a los insumos caros con los que se trabajó se sumarán bajos rendimientos”.
Sobre los cultivos de verano, Lluberas dijo que los productores “están tomando algunos recaudos, por ejemplo, los barbechos para la siembra se iniciaron antes con el objetivo de que no haya consumo de agua en el suelo”.
Inversión en riego y seguros de rendimiento
El área bajo riego está teniendo “un crecimiento importante”, aunque esa es una decisión que “no se basa únicamente en la falta de agua, intervienen otros factores, pero sin duda que hay déficit el productor se ve impulsado a tomar la determinación de invertir en riego, lo anima a dar el paso”.
No es una inversión económica fácil de afrontar, pero los casos registrados se apoyaron en los proyectos de inversión de Comap (Comisión de Aplicación de la Ley de Inversiones). Por otro lado hay que considerar que “la agricultura tiene mucha área sobre campos arrendados y eso frena la inversión”.
Diferente es lo que pasa con los seguros de rendimiento que “se están implementando cada vez más, pero falta trabajar más” para hacerlos más accesibles y de llegada universal: “El problema de los seguros de rendimientos está en el costo que es muy elevado para la cobertura que realizan. Por ejemplo, me pasaron una cotización para una cobertura de 1.200 kilos, o sea te cubre si sacas menos de 1.200 kilos en soja, entonces cubre en un escenario catastrófico, que los ha habido, pero eso frena al productor porque éste nunca espera un escenario tan malo”.
Cuando el productor “compara el costo del seguro con ese escenario muy malo” para poder hacer uso de él, su actitud “es la de apostar a un rendimiento no tan malo y no contratar el seguro”, explicó. También “hay otros seguro que cubren hasta 1.600 kilos de soja, pero con el mismo problema de costos elevados. En el futuro llegará el momento en que los seguros se van a implementar, pero hay que ajustar sus costos”.
La ganadería está más preparada que antes
El sector ganadero “creo está mucho más preparado, más preparado que antes, porque los productores han ido invirtiendo en agua para el ganado, hay herramientas tecnológicas que le permiten sobrellevar veranos secos, y ahí me refiero a alimentación de ganado y agua”, dijo el Ing. Lluberas, pero que esa afirmación “no se malinterprete, porque si viene una seca severa no hay como sobrellevarla”.
Lo que transmiten mayoritariamente los productores con los que ha conversado, es una “preocupación importante por los ajustes de los precios. Los productores no quieren que el precio baje, pero la ganadería y la agricultura se miran a largo plazo y por eso a pesar de los ajustes hay espacio para ganar y crecer, y los manejos tecnológicos ayudan a ese fin de mayor producción con calidad. Pero todos los productores tienen claro que hay que hacer ajustes y eso se ve en los predios”, concluyó.
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