Desde el 10 de diciembre de 1942 desarrolla la actividad educativa en forma ininterrumpida. Con orientación agrícola ganadero es la única del país que produce arroz con muy buenos promedios. Su éxito se sustenta en un buen equipo de docentes, entusiasmo del alumnado, acompañamiento de la familia y valores para ser buenas personas.
Muy cerca de la ciudad de Artigas por ruta 30 se encuentra la Escuela Agraria regional norte que actualmente atiende a 183 alumnos de ciclo básico y bachillerato y 50 en el programa “cocina familiar”, donde en su mayoría son oriundos del propio departamento. Con orientación agrícola ganadera, la institución comprende una extensión de 45 hectáreas en uso donde se encuentran las instalaciones centrales. Allí funciona el tambo que además de la actividad didáctica sirve para auto abastecerse de la leche para la alimentación de los internos, la huerta y la producción de pequeños animales, también con igual fin.
A 9 kilómetros de la sede central se encuentra el campo auxiliar Chiflero con 351 hectáreas de las cuales 50 son un monte nativo cerrado a especies exóticas y que el director Sergio Viera describió como “un tesoro” plagado de diversidad y renovación. A este monte solo se accede para el reconocimiento de especies y diversos trabajos que tengan que ver con el área educativa. Actualmente la escuela cuenta con 300 cabezas de ganado de carne para el desarrollo de las actividades educativas y productivas.
La única Escuela Agraria que produce arroz
Esta institución educativa del norte del país tiene la particularidad de ser la única que produce arroz, que posteriormente se vuelca para la alimentación de los comedores de las escuelas agrarias de todo el país aunque también hubo casos en los cuales se colaboró con otras instituciones. Los excedentes son comercializados en bolsas de 4 kilos para generar proventos para UTU. Con motivo de los 80 años de fundación la dirección de comunicaciones “nos creó una bolsa muy linda con un formato donde dice que es producido por alumnos, docentes y funcionarios de la Escuela Agraria” dijo a La Mañana Viera.
La producción de arroz se hace en 12 hectáreas según las disposiciones de la Dirección Nacional de Aguas, en una zona donde existen varios productores de este rubro y con épocas donde a veces escasea el agua. “El año pasado por suerte el vecino culminó antes, paró de regar y nos permitió a nosotros que anduvimos bien”. Viera subrayó la preocupación y expectativa que hay este año “por la falta de agua (lluvia) que no han permitido sembrar en tiempo y forma, el bajo nivel del río Cuareim (desde donde se extrae la misma) y los fríos”.
Desde hace tres años la producción de arroz ha venido en franco crecimiento y la producción del año pasado aún está guardada en los silos. Históricamente se produce unas 200 bolsas verdes por hectárea, siendo 145 la producción más baja y 235 la de mayor registro durante el año pasado.
Preparados para trabajar o seguir estudiando
Los interesados ingresan al ciclo básico a la salida de la escuela, aunque también han existido casos de adolescentes que comenzaron los cursos más tarde por estar desvinculados del sistema educativo. Las distancias y la falta de medios de transporte en algunos lugares son las causas más complejas de esta desvinculación. El bachillerato se alimenta con alumnos que salen del ciclo básico de la propia institución o de otras instituciones.
Los estudiantes egresan capacitados para desarrollar carreras universitarias y con perfiles que les permiten ingresar al mundo laboral. Viera señaló que se los educa “con una mirada sistémica del agro” y preparados para “producir de una manera amigable con el medio ambiente”. El docente hizo hincapié en “la capacidad de llevar registros de producción para poder diagnosticar un predio”, una de las fallas que tienen los seres humanos a la hora de encarar cualquier proyecto de estas características.
Una propuesta diferente
La cocina familiar surgió en respuesta a una de las inquietudes de los propios estudiantes, donde el principal objetivo es “integrar a la familia”. En esta propuesta participan además de los estudiantes, docentes, personal no docente, familiares y algunos vecinos.
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