Es probable que una escasa oferta de diésel en Estados Unidos y en todo el mundo haga subir el precio de los carburantes y agrave la inflación, lo que hace aumentar la preocupación a medida que se acercan los meses de frío. Según los analistas, se espera que esta crisis agrave una inflación persistentemente alta, no vista en las últimas cuatro décadas. Los elevados precios del diésel pueden hacer subir los gastos de transporte y calefacción. La secretaria de Energía, Jennifer Granholm, ha hecho un llamado a la industria a reducir sus exportaciones de “productos refinados”, entre los que se incluyen el diésel y la gasolina, argumentando que el suministro es necesario para los Estados Unidos. La industria, sin embargo, se resiste, argumentando que las exportaciones son necesarias para mantener el abastecimiento mundial, especialmente en medio de las disrupciones causadas por el conflicto en Ucrania.
The Hill, Estados Unidos
La Comisión, Parlamento y Consejo de la Unión Europea han llegado al acuerdo de reducir en un 100% el CO2 emitido por turismos y furgonetas en 2035, lo que supone una prohibición efectiva de la venta de vehículos con motores de combustión interna. Esta medida viene con objetivos intermedios, como la reducción en un 55% de las emisiones de cara a 2030, en comparación con la cifra de 2021.
ABC, España
Las empresas, grandes y pequeñas, intentan capear el temporal como pueden, pero todo indica que las principales compañías industriales han empezado a reducir su producción, lo que también afecta a la industria auxiliar y, antes o después, al empleo. Otras, como los gigantes alemanes Bayer y Volkswagen, han vuelto a utilizar los combustibles sólidos, incluido el carbón, «por si acaso», todo unido a un previsible aumento de precios de sus productos. Alemania, por el peso de su sector industrial, es uno de los más afectados, pero la OCDE también incluye a Suecia, Finlandia, Polonia, República Checa, Eslovaquia, Eslovenia y el norte de Italia como las zonas en las que existe un mayor porcentaje de empleo en sectores vulnerables al consumo de gas y a sus precios.
La Razón, España
Las Naciones Unidas, la OTAN, la Unión Europea y EE.UU. han instado a Rusia a dar marcha atrás en su decisión de retirarse del acuerdo que posibilitaba las exportaciones de granos ucranianos a través del Mar Negro, en medio del temor a una crisis alimentaria mundial. Moscú anunció que suspendía el acuerdo negociado por la ONU en respuesta a un dramático ataque en las primeras horas del sábado por parte de drones aéreos y submarinos ucranianos contra su base naval de Sebastopol en Crimea. El acuerdo había permitido a Ucrania transportar más de 9 millones de toneladas de grano y semillas oleaginosas, mientras que a Rusia se le permitía exportar alimentos y fertilizantes, lo que contribuyó a reducir los precios de los alimentos en un 15% desde su pico de marzo, después de que la guerra hiciera que la ruta se volviera peligrosa.
The Guardian, Reino Unido
El gabinete del primer ministro Fumio Kishida aprobó el viernes un paquete de medidas de estímulo económico por un importe aproximado de 39 billones de yenes (US$ 264 mil millones), en un esfuerzo por mitigar el impacto del aumento de los precios provocado por la caída del yen y los altos precios de las materias primas. Una de las principales medidas para atajar la inflación es la reducción de las tarifas de los servicios públicos para los hogares.
The Japan Times
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