Rodríguez cuestionó que siga vigente la importación de lana cuando los productores tienen los galpones llenos. Esa fue una medida acertada para otro tiempo, comentó.
El mercado lanero local y global presenta nuevos desafíos para los productores nacionales que trabajan fuerte y permanentemente para adaptarse a las exigencias que van surgiendo de forma continua. Mariano Rodríguez de establecimiento La Estela (Soriano), es licenciado en Gestión Agropecuaria y desde 2021 preside la Sociedad de Criadores Corriedale del Uruguay (SCCU), en diálogo con La Mañana destacó cómo esa raza, la más importante del país, se adapta para atender las señales del mercado.
Dijo que al ser la raza mayoritaria, con el 50% del rodeo nacional, la Directiva trata temas vinculados a la Corriedale en particular, pero también del ovino en general. En ese sentido “hemos tenido un proceso de cambios muy grande”, uno de ellos cuando se “tomó la resolución correcta de afinar la lana sin perder otras cualidades que tiene la raza sobre prolificidad, de ser una buena madre, de tener un buen comportamiento, fácil manejo y su adaptada a todo el país. Sin perder esas y otras cualidades se encaró el afinar la lana y en los últimos tiempos apretar el acelerador” con ese objetivo y “hoy tenemos lotes Corriedale en torno de los 24, 25 o 26 micras. Queda mucho por hacer, pero fue una decisión acertada”.
Consultado sobre cómo se afronta el avance del mundo hacia las lanas finas, Rodríguez dijo discrepar con esa concepción. “Que el mundo va hacia las lanas finas, eso es algo que discuto a pesar de que (la finura) es un problema que tenemos”.
Llevamos “tres zafras sin poder colocar nuestras lanas, pero es un tema de precio más que nada”, comentó, y explicó que el problema de colocación existe, sin embargo la semana pasada el Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL) “informó sobre negocios con lotes de 28 micras acondicionadas en los US$ 1,60 o 1,70. Por lo tanto se sigue colocando”.
Las industrias siguen comprando
Respecto a la decisión de Central Lanera de no tomar lotes mayores a 21 micras, subrayó que “una cosa es decir que no nos sirve el precio y otra es dejar de comprar” como hizo Central Lanera, aunque “las otras industrias continúan comprando”.
Sobre el alcance de lo resulto y a qué productores afecta, precisó que “lo más preocupante es que Central Lanera acapara mucho pequeño productor”, pero “hay muchos intermediarios, barraqueros, escritorios rurales que negocia directamente con la industria textil”.
Lo importante es que “el productor Corriedale que tiene lana, también tiene a quien venderle su producción, hay textiles importantes que industrializan la lana acá, hay exportadores de lana sucia, y también mucho barraquero que stockea lana y la vende a la industria. O sea que salida para la lana hay”, enfatizó. “El golpe de Central Lanera es más anímico que económico, porque en realidad no es tanta la gente que comercializa por Central Lanera, aunque sí el pequeño productor”.
De todas maneras, “el que es pequeño productor puede vender a la industria”, el problema es que con Central Lanera había un “dinamismo con el pequeño, le daba adelantos para comprar corderos o financiar infraestructura para el sector, y el productor se comprometía a entregar su lana”, eso ya no podrá ser si se superan las 21 micras.
Rodríguez no cree que otras industrias se sumen a esa restricción porque “siguen pasando precios”, y si lo hicieran serían muchas las razas afectadas “porque la decisión de no comprar por encima de las 21 micras abarca al 80% o 90% de las lanas” que Uruguay produce. En esa limitante “entran casi todas las razas, zafan los Merino”.
Afinar es un trabajo de largo aliento
Los productores Corriedale “apuntamos a una lana que sea lo más fina posible sin perder otras cualidades, no nos podemos olvidar que acá se vende por finura pero también importa sacar determinados kilos por animal”. Para lograrlo “hay herramientas que se pueden tomar como medir toda la majada y sacar los animales más gruesos.
La SCCU da asesoramiento para ayudar en ese proceso, por ejemplo para “asegurar la certeza en los datos de EPD (diferencia esperada en la progenie), de tal forma que la persona que compre animales tenga la certeza de que le van a afinar o van producir más lana, o mejor carne, o más cantidad de kilos al destete, más cantidad de kilos en la recría. En la seguridad de esos datos hay más de 200.000 animales evaluados y dan la certeza del 80% o 90% de la exactitud”. Los resultados se ven en cada gira, “vemos planteles o majadas comerciales que usaron esos datos de EPD y tiene un reflejo de lo que han ido buscando en los últimos años con la selección y elección de padres”.
“En ese proceso el papel de las cabañas es clave, son las punteras de la pirámide porque a partir de lo que haga las cabañas es lo que se le va a trasladar a las majadas comerciales, entonces ese trabajo es muy exhaustivo y tiene que dar certezas, sobre todo pensando en la cantidad de ovinos Corriedales que hay en la majada nacional”.
La importación temporaria es perjudicial para el productor
Rodríguez cuestionó que la industria tenga, desde hace algunos años, “la posibilidad de la importación temporaria”, una herramienta que “en su momento fue muy acertada”, pero hoy permite el ingreso de lana desde Perú, del sur de Brasil, Argentina y Chile.
“Central Lanera es una de las que tiene la posibilidad de importación temporaria y es difícil explicar al productor uruguayo que esté entrando a Uruguay lana, incluso de finuras media y gruesa, en admisión temporaria cuando acá no tenemos precios y los galpones están con lana más que suficiente, no falta, porque si faltara se entendería”.
La industria “no debería tener problemas en aprovechar las lanas que hay en los galpones de todo el país y que se habla totaliza unos 30 millones de kilos de todas las razas, todo eso es plata genuina de los productores, y no se pide ningún subsidio, sino que esa lana se pueda vender”.
Uso de lana en la construcción
En el mundo se están haciendo estudios y pruebas que podrían potenciar el uso de la lana como aislante térmico y sonoro. El uso de la materia prima en la construcción con esa finalidad “sería un buen nicho de mercado, pensando en Europa. Además ayudaría bastante que no es un producto inflamable”, comentó el productor.
En Uruguay “sería muy positivo trabajar esos temas con el Ministerio de Vivienda, las Universidades, con la Facultad de Arquitectura, sería importante para que se comenzara a evaluar las buenas condiciones de la lana, y su uso en la construcción para aprovechar sus virtudes”.
“Excelentes perspectivas para la carne”
En Corriedale, el ingreso bruto por lana representa el 20%, el 80% restante es carne. El compartimento “nos ha ayudado mucho” en el comercio con Estados Unidos, dijo el presidente de la Sociedad de Corriedale, Mariano Rodríguez.
Los últimos dos años “fueron excelentes para la colocación de carne, ahora vemos una baja que es normal para esta época y también vemos lo que está pasando con la carne vacuna, pero las perspectivas para exportar carne son muy buenas, y sobre todo la recomposición del mercado con Brasil que consume mucho cordero uruguayo. Brasil se viene afirmando y ahora se dan las condiciones comerciales para que puedan pasar en pie y se faenen del otro lado de la frontera”. “Las perspectivas son excelentes”, aseguró.
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