La pregunta es qué necesidades tienen los productores. En la lechería como en la ganadería de carne, cuantos más días pasen sin recibir el apoyo del Ministerio, mayor va a ser la necesidad de comprar alimento a precios excesivamente altos.
El jueves 3 de noviembre se realizó la Asamblea de la Sociedad de Fomento Rural de Colonia Suiza (SFRCS) donde se trataron temas de preocupación para los socios, destacándose las dificultades que enfrentan los productores respecto al déficit hídrico y las demoras de las autoridades para ejecutar las medidas que conlleva la declaración de emergencia. Otro de los temas destacados fue el de los préstamos del BROU para la compra de tierras y las instancias de apoyo y participación de los jóvenes que quieren seguir en el medio rural.
“La preocupación de los socios es el tema del forraje en el área lechera, en esta zona la lluvia acumulada anual es de 500mm, cuando el promedio son 1.200 o 1.300mm, o sea que vamos a terminar un año crítico en el tema precipitaciones”, dijo a La Mañana Juber Gonzalvez de Mezquita, gerente general de la institución.
Uno de los temas de la Asamblea fue “qué hacemos para adelante, porque la lluvia fue insuficiente y los productores han ido utilizando sus reservas de fardos y silopack, con una reducción notoria”.
“Otro tema preocupante y vinculado a la falta de lluvias es que no hemos podido hacer reservas para el futuro porque los suelos están secos, no se puede sembrar, y las lluvias además de ser escasas son irregulares porque acá tenemos zonas en que las últimas lluvias no llegaron”, agregó.
O sea que “preocupa no tener reservas ahora y las que se tienen son escasas; pero también preocupa porque no se tendrán en el futuro”.
Encarecimiento de la producción
Frente a esta situación el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) declaró la emergencia, “nuestra pregunta a las autoridades y a la Mesa de Desarrollo del Este de Colonia que lidera y coordina el Ministerio, es cuál va a ser la ayuda que los productores van a recibir, porque todavía no se ha hecho nada. Los productores nos hacen ese planteamiento y nosotros se lo trasladamos a quien corresponde porque no tenemos margen de espera, necesitamos que se tomen medidas ya”, y eso no se haga los costos van en aumento.
En ese sentido Gonzalvez comentó que aquellos productores a los que le falta pasto para el ganado deben salir a comprar y pagar mucho más, encareciendo el funcionamiento de su establecimiento.
“El que tiene necesidad de darle pasto a sus vacas compra algún cultivo medio feo de cebada o trigo, y lo paga US$ 1.000 o US$ 1.200 la hectárea, haciendo un muy mal negocio, pero lo hace para darle algo a sus vacas”, advirtió. Sin embargo, quien está haciendo buen negocio es el que vende a ese precio un cultivo que no rinde lo que esperaba, entonces se torna un negocio en el que algunos ganan mucho por la necesidad de comida que tienen las vacas de otros”, explicó.
Respecto a los fardos, dijo que también están faltando y el precio subió al doble: “De valer US$ 30 o US$ 40 dólares la unidad, el fardo pasó a valer US$ 70, ese es el precio actual cuando valían la mitad”.
La pregunta que debemos hacernos es qué necesidad tienen los productores y cuál es la espalda, porque mientras el Ministerio se demore en tomar las medidas de apoyo el productor va a necesitar más imperiosamente darle fibra a las vacas y va a comprar ese trigo o fardos caros, señaló.
Un fardo rinde por vaca 80 días, un tambo promedio en la zona de acción de la SFRCS ordeña 70 vacas, O sea que ese tambo promedio consume un fardo por día, o sea que son US$ 70 por día de más en los costos.
Importante apoyo del BROU
La preocupación de los jóvenes es la accesibilidad a la tierra, dijo Gonzalvez, y destacó que desde el BROU “se han hecho cosas para atender esa inquietud, por ejemplo se dio un plazo mayor y mejores beneficios. La asamblea trató ese tema y planteó que tenemos que tener buenas líneas de crédito para los jóvenes que son los que se radican en el campo”.
Los medios financieros se deben otorgar “a los jóvenes o no tan jóvenes que quieran producir, porque van a ser ellos los que desarrollarán la zona donde inviertan. No estamos hablando de capitales que entran y salen”, sino que permanecen.
“Entonces se deben generar condiciones para comprar campos y en eso también entra la agilidad en el trámite, porque la herramienta está, pero la agilidad para tomar ese crédito y comprar un campo puede limitar algunos negocios, eso es algo que nos ha pasado”, aseguró. Mientras el usuario del BROU espera la aprobación, “llega alguien con el dinero en la mano y se hace del negocio”.
Otro tema es el plazo para la compra de tierra: “Antes era de 8 años, pero este Directorio lo llevó a 15 y hubo casos puntuales en que se permitió 20 años”.
Para entender el alcance de lo que el gerente de la SFRCS dice se debe considerar que en esa zona “cualquier campito por chico que sea, representa una inversión importante: supongamos 80 hectáreas a US$ 10.000 cada una, el total es un monto importante”.
Los jóvenes quieren seguir en la actividad agropecuaria
La SFRCS cuenta con un plantel de jóvenes importante, “con ganas de seguir en la actividad agropecuaria, aunque como todo hay siempre quienes prefieren dedicarse a otra cosa”. Pero “esa mayoría que se inclina por la actividad agropecuaria, son hijos de productores que se meten en el campo con alguna tecnicatura, o pasaron por la escuela de Lechería en Nueva Helvecia. Hay carreras cortas que sirven mucho y permiten tecnificarse en el área agropecuaria”.
El entrevistado dijo que la mayoría de los socios de la Fomento de Colonia Suiza trabajan en el rubro lechero, y por eso los jóvenes también optan por la lechería. “El problema es que siempre se dice que el tambo es un sacrificio y no los es tanto, tiene su forma de trabajo y requiere esfuerzo y dedicación como cualquier otra actividad, pero también tienen sus descansos y disfrutes. Los jóvenes que conocen el trabajo de tambo lo asumen y lo hacen”.
107 años de historia
La SFRCS tiene 107 años, fue fundada el 12 de diciembre de 1915 y desde entonces desarrolla su actividad en forma ininterrumpida, jugando un papel preponderante en la formación de la Comisión Nacional de Fomento Rural (CNFR).
“La Sociedad Fomento Rural de Tarariras, de Colonia Valdense y la nuestra de Colonia Suiza tienen 107 años, y las tres armaron la CNFR, porque en ese momento se necesitaba una comisión que nucleara de segundo grado, nosotros nos quedamos de primer grado con la base de socios”, explicó Gonzalvez.
Actualmente la Fomento de Colonia Suiza tiene 900 socios, todos productores familiares, medianos y chicos, con mayoría en el sector lechero, seguidos por agricultores y ganaderos. Dentro de la lechería, hay una identificación muy definida con la quesería artesanal.
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