El pasado domingo en la Sala Roja de la Intendencia de Montevideo, el licenciado en Comunicación Periodística, Mauricio Sabaj, presentó de la mano de Jorge Artola, la biografía recientemente publicada sobre Alejando Atchugarry. La Mañana conversó con el autor, el librero y con familiares del exministro de Economía, que estuvo al frente de la cartera en la peor hora del país.
Para comprender la relevancia de esta obra, nada mejor que las palabras de Jorge Artola: “Sabaj logra recuperar la dimensión política y humana de Atchugarry y mucho más importante que eso, logra enmarcar el período histórico y hacer una muestra sociológica de todo ese proceso (la crisis de 2002), comparando las sociedades argentina y uruguaya, con lo que estaba pasando en otros países como Chile. Radicalmente, Sabaj logró cubrir todos los flancos posibles, desde los históricos y económicos hasta los más personales o espirituales de Atchugarry”.
Sabaj contó en diálogo con La Mañana que el proceso de investigación le llevó cerca de cuatro años, durante los cuales realizó más de 60 entrevistas, consultó todos los libros de la crisis, además de documentos y diarios de la época, y también se nutrió del trabajo de los “grandes biógrafos” –en sus palabras– para aprender el oficio de escribir una biografía con la debida diligencia.
El autor comenzó este proyecto por pura curiosidad, quería saber cómo Atchugarry había logrado la aceptación de todo el sistema político y de toda la ciudadanía, algo muy raro en nuestro país, y más aun considerando las adversas circunstancias en las que recibió esta simpatía universal: siendo ministro de Economía en la crisis más grande de nuestra historia, sin una formación económica.
A medida que fue avanzando en la investigación, Sabaj se fue interesando por saber cuál había sido el rol de este personaje en la crisis y después que lo supo, quiso hacer justicia con él.
¿Por qué un héroe improbable?
El periodista y escritor señaló que le llama a Achugarry “héroe improbable” porque a pesar de la timidez e incomodidad ante el reconocimiento público que el exministro mostró sentir, sumado a su aparente “fragilidad física”, se destacó por su virtud de sacrificio y trabajo incansable. “En el factor humano que aportó a la política con esa contradicción, me pareció que estaba la esencia de su heroísmo, pero un heroísmo muy uruguayo”, dijo Sabaj en la presentación de su libro.
Al embarcarse en la investigación, el autor no pensaba en Atchugarry como un héroe, “lo comencé a ver así cuando empecé a enterarme de las barbaridades que hacía de quedarse toda la noche trabajando en el ministerio, la abnegación, esa vocación por cumplir y cómo se preocupaba por los problemas. En una parte del libro cuento que lo veían prácticamente llorando por los problemas, con los ojos acuosos, preocupado por la gente. Después de que lo fui conociendo ahí lo empecé a entender como héroe”, dijo.
Hay dos virtudes cardinales que destacan en el libro, una es la cultura y la educación y la otra, el trabajo permanente. El escritor lo enunció de esta forma: “Atchugarry nació en una familia pobre, pero con una gran biblioteca y con esa condición de superación personal a través del trabajo, muchas veces pensando en los que vienen después”.
Por sobre ello descolla además la firmeza de sus principios. “Si bien era pragmático, tenía convicción en por qué hacía las cosas. En algunos momentos noté que esto era hasta un pequeño problema para sus compañeros de partido ya que, por su convicción de hacer las cosas de determinada manera, quizás no era el que empujaba el carro ciegamente”, reveló Sabaj.
En ese sentido Artola aportó que Atchugarry lograba construir puentes de diálogo con personas de ideologías distintas en ese rol de “articulador” parlamentario que tan notablemente desempeñó. Fue capaz de forjar amistades con integrantes de partidos rivales sin ceder sus principios y manteniendo inalterable su marco filosófico.
Para Artola, “Atchugarry sirvió para demostrar que quizás el sistema político había quedado absolutamente agotado en políticas partidarias muy menores. Por supuesto que hoy hay personas que están entendiendo que la política es un acto de servicio, que es mucho más que el cargo y yo creo que ese es el legado de Atchugarry. Que haya muchas más personas que están asumiendo que la política es un acto de servicio, no algo para alimentar el narcisismo o para la mejora patrimonial. Lo interesante también es que Atchugarry logra mostrarte que la ética puede estar en otras filas partidarias. Respetar al adversario es otro mensaje importante”.
Gastón Atchugarry: “Está muy bien captada la esencia de mi padre”
Los hijos de Alejandro Atchugarry se vieron insertos en un dilema al recibir la propuesta de realizar una biografía de su padre. Por un lado, pensaban que debía hacerse y por otro sentían que lo “traicionaban”. “Mi viejo nunca hubiese aceptado un libro, de hecho, tuvo propuestas para hacer sus memorias y nunca quiso, fue una persona muy reservada. Pero yo creo que es algo justo, algo que se tenía que hacer”, dijo Gastón, el hijo mayor, a La Mañana.
Sobre el libro opinó: “Está muy bien captada la esencia de mi padre y eso se nota por el trabajo que hizo Mauricio de entrevistar a todo el mundo para tener varios puntos de vista. No es una biografía clásica, cronológica o tradicional; plantea temas buenos, que van más allá de la biografía. Es un gran análisis sociológico, tiene un poquito más que la vida de mi padre, entonces eso lo hace un gran libro. La verdad no le falta nada”.
Por otro lado, agregó: “Para mí es un libro que, si te gusta la política, lo tenés que leer. Es un manual de una forma de hacer política que ojalá se replicara más. Esa es la importancia del libro”.
Sobre la experiencia de leerlo Gastón dijo: “Algo que tiene lindo es cómo va entrelazando pasado y presente para contar una historia mayor y características de él. Entonces aparecen citas mías, cosas que yo opinaba a lo largo del libro o de mis tíos o de mis hermanas, entonces es lindo leerlo y aparecer ahí, porque es tu granito de arena en esta historia”.
“Estamos todos muy conformes y muy agradecidos. Hay respeto y está bien logrado. Un hecho no menor es que está bien escrito, para los que nos gusta leer es un plus. Vos lo lees y se nota que tiene buena pluma, es lindo el ritmo que lleva, te engancha, como todo buen libro genera muchas sensaciones”, destacó el primogénito.
La Feria Internacional del Libro se encuentra ubicada en la explanada, atrio y entrepiso de la Intendencia de Montevideo y puede visitarse desde el 1º. al 13 de noviembre, de lunes a sábados de 10 a 22 horas y domingos de 14 a 22. Para conocer la agenda de actividades ingresa a: https://www.cul.com.uy/
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