El ministro de Economía Astori está “preocupado” de que un eventual gobierno de Luis Lacalle instale un sistema de tipo de cambio fijo, según dijo esta semana a TNU y resume la última Búsqueda. Esta presunción parte de su propia “deducción” de que las políticas que plantea el candidato de la oposición requieren un tipo de cambio fijo. Razonamiento circular si los hay. ¿Qué le ha pasado al profesor Astori?
Que tupé hay que tener para hablar de tipo de cambio rígido, cuando fue él mismo desde el MEF, -secundado por Mario Bergara desde el BCU-, el que creó el círculo vicioso de gasto, deuda y atraso cambiario a través un intrincado mecanismo.
Todo parte de la estrategia de aumentar el gasto público en forma permanente de modo de alimentar la maquinaria clientelística que mantiene el Frente Amplio en el poder. Como ese aumento del gasto público no va acompañado (lo imposibilita la propia inflacion en dólares que se genera) de un crecimiento de la actividad privada, no alcanza a ser financiado con recaudación. Esto trae como consecuencia déficit fiscales crecientes, que para financiarlos no deja otro recurso que un sistemático endeudamiento ininterrumpido.
Para eso aparece en acción la Unidad de Deuda, que gracias al trabajo de Carlos Steneri primero y Azucena Arbeleche después, generó un prestigio dentro de la comunidad internacional que permite a Uruguay financiarse en muy buenas condiciones. De esta manera la Unidad de Deuda emite deuda mayormente en dólares, fondos que entran a la cuenta que el MEF tiene en el BCU.
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Luego el MEF vende esos dólares para hacerse de los pesos que necesita para cubrir su desbalance presupuestal. Esto genera presión vendedora al dólar y lo hace caer, lo que se encuentra en la raíz del atraso cambiario. Para evitar mayores caídas, el BCU debe intervenir comprando esos dólares. Pero como los compra emitiendo pesos, si no hiciera mas nada la inflación se iría fuera de control. Por tanto emite Letras de Regulación Monetaria en Pesos y con ello logra sacar esos pesos de circulación, pagando tasas del entorno del 10%.
¿Cuál es el resultado de toda esta ingeniería financiera? Por un lado atraso cambiario. Por el otro lado que pagamos 2 veces intereses. La primera cuando nos endeudamos en dólares, la segunda cuando el BCU debe pagar una tasa de interés en pesos resultado de su intervención, en una operación que cuesta a la autoridad monetaria 1% del PBI por año, o más de USD 500 millones. Otra manera de verlo es que pagamos 4% en dólares para luego mantener reservas líquidas de dólares en el BCU que pagan menos de la mitad en tasa de interés. Fantástico negocio que contribuye al proceso de descapitalización nacional dirigido por el equipo económico.
Lo más perverso de esta situación es que el atraso cambiario “infla” el PBI medido en dólares, lo que hace lucir mejor al ratio Deuda/PBI que miran las calificadoras de crédito. Con un PBI en dólares inflado por el atraso cambiario, el festival de endeudamiento y gasto continúa hasta que alguien algún día se de cuenta que el rey circula desnudo.
Ahora Astori agita el miedo de que se pueda volver al tipo de cambio fijo. ¿Habrá entendido el significado de las operaciones que realiza el BCU? ¿Comprenderá que con su agresiva venta de dólares el BCU le puso un techo al tipo de cambio? ¿Se dará cuenta que con un tipo de cambio con presión al alza eso implica fijar la cotización del dólar? ¿O será que piensa el cannabis ( medicinal ?) nos ha embobecido a todos?