Anpco trabaja en apoyar a todo el que quiera trabajar con el ovino, ofreciendo acompañamiento y apoyo con un fuerte componente solidario.
La Asociación Nacional de Pequeños Criadores Ovinos (Anpco) fue fundada en 2019, está en todo el país y actualmente tiene más de 300 socios. Su finalidad es “la nueva captación de productores ovinos a pequeña escala productiva, nuevos productores, jóvenes o no, que vienen de las zonas rurales como urbanas, de los pueblos, de Montevideo, que quieren incorporarse al ovino”, dijo a La Mañana el vicepresidente de la institución, Andrés Ganzábal, de amplia experiencia como técnico del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA).
“El proceso de fundación de Anpco es largo” y llegó para “llenar un bache” que había en el gremialismo y las instituciones de Uruguay que “piensan más en el ruralismo tradicional. No es que haya un enfrentamiento entre el ruralismo tradicional y la ruralidad más sumergida, pero sí hay una constatación de que las necesidades son diferentes”, explicó.
La creación de Anpco tuvo como pilares el Movimiento de la Juventud Agraria (MJA) y de los fondos rotatorios ovinos de INIA que buscaba “captar pequeños productores y darles facilidades”, como la entrega de ovejas que luego deben devolver en corderos.
En 2013 el MJA tenía más de 20 clubes agrarios trabajando con fondos rotatorios e involucrando a más de 150 jóvenes rurales, pero “empezamos a ver que también existe una demanda muy grande fuera de los clubes agrarios, o sea no necesariamente tenés que ser joven para querer y poder incursionar en el ovino”.
De esa forma, con el apoyo de ANDE (Agencia Nacional de Desarrollo) se creó un nuevo proyecto regional que involucra a los departamentos de Florida, Canelones y Lavalleja sobre los pilares de un cuerpo de extensionistas y la majada cooperaria con la finalidad de producir material genético para los fondos rotatorios y la distribución de corderos.
“Todo eso en la órbita del MJA, INIA en su momento, las intendencias de Florida, Canelones y Lavalleja, y ANDE”, pero “entendimos que había que darle un carácter más nacional y por eso en 2019 fundamos Anpco cuyo presidente es Fredy Martínez que a su vez es el director de extensión del MJA, para poder llegar a todos los productores que tuvieran interés en incorporarse”.
La finalidad de Anpco es “la captación de productores ovinos a pequeña escala productiva. En ese atraer nuevos productores la Asociación oficia como facilitador para que puedan iniciarse. El productor es acompañado, aprende y mañana se convierte él en un facilitador para otros que se suman. Esa es la estrategia general”, dijo Ganzábal.
La experiencia de los fondos rotatorios que es anterior a la fundación de Anpco ha dado muy buenos resultados, y continúa dándolos ahora. Además, la producción ovina es muy buena para instalarse en el campo, y cuando se desarrolla la tecnología adecuada resulta positiva.
“Hay un porcentaje muy grande de nuevos productores, gente que por algún motivo se instala en la zona rural y encuentra en la oveja una buena manera de iniciarse y de la mano de Anpco, de los fondos rotatorios, del MJA, y con la asistencia de las intendencias del sur lo pueden hacer con facilidad. Y esa es la idea: captar productores, que haya jóvenes, que tengan sus familias, que tengan a sus hijos en las zonas rurales, que logren desarrollar la ruralidad que siempre existió”, enfatizó.
Introducir ovejas sin lana
Consultado sobre las dificultades que debe enfrentar Anpco, Ganzábal dijo que uno es el de los predadores, fundamentalmente perros domésticos; otro la preparación de los campos, y el de la esquila.
Sobre los perros domésticos contó que se desarrolló, primero desde INIA y luego del MJA, la tecnología de los perros Maremmano, que ha dado muy muy buenos resultados. “En todo el país debe haber más de 1.500 de esos perros trabajando, y las estadísticas que llevamos es que hay un 90% de éxito”, dijo.
“Otra dificultad es la preparación del campo, para la cual hay estrategias como la que desarrolla la Intendencia de Canelones que tiene un fondo de semillas para pasturas. El productor tiene que aprender a hacer una base forrajera cultivada que es fundamental”, agregó, y los extensionistas o productores de Anpco ayudan y asesoran al respecto.
La esquila tiene la dificultad del costo: “Hay productores pequeños a los que les sale más caro esquilar que lo que le pagan por la lana. La solución a eso es comenzar a trabajar con razas que no producen lana, y la mejor opción sería introducir la raza brasileña Santa Inés que tiene ventajas sobre la Dorper, pero previamente se debe hacer un trabajo de investigación, que podemos hacer nosotros o con el apoyo de alguna de las instituciones de investigación”, señaló.
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