Hay temas que parecían ser parte de los papers y estudios de historia económica, pero en los últimos tiempos hemos tenido que volver a explicar qué es la estanflación, sus riesgos y debatir sobre alternativas de política económica. ¿Qué está pasando en el mundo? Estamos en un mundo en poscrisis COVID y las medidas a nivel global en una economía integrada son descoordinadas y vienen ganando las posiciones más reduccionistas con endurecimiento de política monetaria a través de la suba de tasas de interés. Diversas instituciones y analistas vienen alertando y buscando marcar posición sobre la situación.
La economía global está en un punto sumamente crítico con pronósticos de un crecimiento comprometido y con medidas a nivel global que buscan atender los niveles inflacionarios desconocidos y, de forma conjunta y descoordinada apelando a la suba de las tasas de interés sin medir los resultados y verdaderos impactos que las mismas pueden tener.
Nuestra realidad de economías emergentes
En los últimos meses las economías de menor desarrollo vienen con un conjunto de dificultades producto de una realidad mundial de gran complejidad afectado por la pandemia, la guerra en Ucrania y los efectos de las políticas de las principales economías que están afectando a nivel global.
Se ven comprometidos los niveles de crecimiento según las estimaciones y proyecciones de PIB de los principales organismos internacionales. Hay niveles altísimos de inflación, depreciación de las monedas locales, aumento de las tasas de interés y aumento generalizado de los niveles de endeudamiento. La realidad hoy es sumamente compleja y las perspectivas en función de lo que se espera es sumamente comprometida.
EE.UU. y el endurecimiento de las tasas de interés
De acuerdo con los anuncios recientes de la Reserva Federal de Estados Unidos, se espera que los tipos de interés sigan subiendo, por lo que las posiciones más duras de la política monetaria cobran fuerza. Un endurecimiento de la política monetaria a nivel global puede ser tremendamente negativo para las economías en el contexto actual y nos llevan a pensar en la experiencia de la década perdida de los años 80. Recientemente Tormenta Servaas publicó un artículo donde analiza el daño colateral de la suba de las tasas de interés.
EE.UU. va camino a la recesión. Existe un problema de inflación y lo están resolviendo con política monetaria tradicional y dan como hecho que para combatir la inflación tienen que pasar por una recesión. Con la tasa de interés subiendo hasta 4% en 2022 y 5% en 2023, va a ser una economía con una tasa de crecimiento de 1% para el FMI y de 0.5% para los mercados. Es el costo que según la FED se debe pasar para combatir la inflación. La recesión es lo que será la respuesta porque el crédito se encarece y se afecta la demanda y existen diversos canales que tocan esto.
Elementos para analizar y a considerar
La historia económica siempre ayuda y la experiencia de los 70 y los 80 con las consecuencias que tuvo la llamada política Volker, que fue la subida desmedida y abrupta de las tasas de interés que realizó la FED liderada por P. Volker, tuvo como consecuencia las tremendas crisis económicas, de deuda, financieras y cambiarias que llevaron a muchas economías a que la década del 80 fuera la llamada Década Perdida. Analizando los indicadores económicos actuales existen coincidencias y una medida como la que se está planteando podría de alguna manera poder evitarse.
La inflación ya tiene tiempo y va a permanecer, las medidas que se tomen pueden seguir generando mayores dificultades o por el contrario pueden identificar alternativas que ayuden a ser menos dañinas.
Una suba en las tasas de interés para contener la inflación afecta otras dimensiones económicas que ya vienen complicadas, por ejemplo, siguen comprometiendo el crecimiento ya que limitan la inversión, contraen la demanda, y de esta forma el empleo. Por controlar de forma muy limitada la inflación se está afectando al conjunto de las economías.
A su vez, la política monetaria para contener la inflación no es la única política de gestión de la demanda. Dos grandes temas para revisar en este sentido, la inflación no es un problema de la demanda sino es un problema más del lado de la oferta, pero en realidad es que hay muchas restricciones para analizar la oferta. Pero a la vez, la política monetaria no es la única medida para gestionar la demanda, sino por el contrario vista en forma aislada puede ser mucho más complejas las consecuencias. La política monetaria tiene efectos mucho más allá de la política monetaria. Sin duda y tal como se viene alertando es necesario pensar en otros elementos.
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