Estimado Sr. Director:
En su edición del 11 de diciembre de 2020, La Mañana tuvo la gentileza de publicar mi carta titulada “El premio Ramón Méndez al costo país”, en la cual criticaba los costos que le habían significado al país las decisiones del exdirector de Energía, principal responsable de la expansión de las energías renovables y del fallido proyecto de la regasificadora durante los gobiernos del Frente Amplio.
Si bien mantengo lo oportunamente afirmado, ya que los datos son objetivos y verificables, es justo reconocer que esas mismas políticas nos han permitido en los últimos tiempos transitar el aumento en el costo de los hidrocarburos sin necesidad de aumentar materialmente la factura de UTE para los usuarios, como sí viene ocurriendo en casi todos los países del mundo. Con esto, lo que en su momento fue un factor de pérdida de competitividad para la industria nacional, hoy se ha revertido, comenzando a convertirse en un punto de fortaleza. En este contexto, una estrategia comercial inteligente nos debería permitir atraer industrias alimenticias de España e Italia para industrializar productos a ser exportados al Mercosur, principalmente al mercado brasileño, aprovechando el menor costo energético y, por sobre todo, los excedentes disponibles. Claro que para ello deberíamos trabajar en la política cambiaria, pero ese es otro cantar.
El mundo cambió abruptamente y con ello se abren nuevas oportunidades y desafíos. Pero, antes que nada, entiendo que primero cabe hacer un reconocimiento al Ing. Ramón Méndez.
Sigfrido Vaz
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