El actual parlamentario y exfiscal es fuertemente crítico con el funcionamiento de la Fiscalía de Corte y considera que urge que se designe un fiscal general “definitivo”, dado que quien desempeña el cargo hoy es “interino”. En diálogo con La Mañana, Zubía profundizó al respecto de estos temas y también habló acerca de las recientes elecciones juveniles del partido que representa y de la participación del joven militante Bautista Gil en su agrupación.
¿Qué valoración hace de los resultados de las elecciones juveniles del Partido Colorado?
Los resultados me parecieron bien, el partido sacó más de 24 mil votos, es normal. En otras ocasiones había sacado un poco más de 30 mil, pero ahora está con algunas dificultades en sus candidaturas, por lo cual me parece más que aceptable la votación que tuvo. Segundo, la participación de mi agrupación, Tercera Vía 9007, anduvo en el entorno de los 700 votos; fue magro. Hubo dirigentes que sacaron mejor votación que otros, pero es lógico porque esta agrupación que conformamos hace poco no se basa en el voto de estructura partidaria sino en el voto de opinión, el cual no se traduce en estas elecciones juveniles, donde los que votan son los muchachos y muchas veces se vota por amistad. Tuvimos un resultado aceptable pero económico, porque no hubo una inversión como sé que hicieron otros integrantes del partido, que siempre ayuda.
El joven colorado Bautista Gil se sumó a su agrupación y participó en las elecciones. ¿Qué cree que le aporta al partido?
Fue una incorporación de último momento. Bautista tiene sus opiniones y no siempre concuerdo, a veces tiene declaraciones más fuertes, más polémicas, y dentro del respeto que utiliza en sus manifestaciones es entendible. Puedo compartirlas o no, eso lo dejamos muy claro desde el principio. No hicimos un acuerdo de futuro, fue coyuntural para estas elecciones juveniles. Quizás se integre a nuestra agrupación, es un tema a conversar.
Él ha sido protagonista de varias polémicas en redes sociales, por ejemplo, ha dicho que la ideología de género es “nefasta”. ¿Qué consideraciones hace?
Tenemos concordancias y discrepancias en algunos temas. En cuanto a la ideología de género, para contestar a tu pregunta, yo comparto. ¿Qué es ideología y qué es perspectiva de género? Son dos cosas diferentes. La perspectiva de género es tener en cuenta a la mujer en un plano de igualdad con el hombre y en muchos temas me parece muy oportuna. En cambio, la ideología de género se ha transformado en una forma de pensar que tiende a borrar las diferencias entre los sexos y los géneros, tratando de equipararlos en absolutamente todo, difuminando las características de ambos, lo que me parece una aberración. La ideología de género postula posiciones ideológico-políticas, con lo cual se hace mucho más complejo el análisis.
Le cambio de tema… El senador cabildante Guido Manini Ríos viene planteando la creación de un sistema de control de la actuación de los fiscales. Como exfiscal, ¿qué visión tiene al respecto?
Si por sistema de control nos referimos a la creación de eventuales delitos que pueda cometer un fiscal, ahí yo no comparto la mecánica concreta de imputación de delitos hacia la operación de un fiscal, pero sí comparto que en este momento la Fiscalía está olvidada. El presidente de la República sigue sin disponer del mecanismo constitucional de la designación de un fiscal de Corte. El que tenemos actualmente, el Dr. Gómez, yo lo respeto mucho, pero es interino, es un suplente. Debe ser urgentemente llenado el cargo de fiscal definitivo. El presidente mandó decir que necesita mayorías parlamentarias para obtener la venia del Senado, pero es así hace 110 años, y siempre ha sido necesario transar con la oposición para obtenerla.
Lo que dice Manini respecto al grado de confusión sobre la operativa de los fiscales es real. Está faltando una conducción, un fiscal que sea designado por este gobierno como ha pasado siempre. Gran razón tiene Manini en criticar el funcionamiento de la Fiscalía, aunque el proyecto de crear delitos en los que puedan incurrir los fiscales no me parece pertinente porque puede llegar a extremos que no son los deseables.
En una reciente nota de El País se expuso que en un interrogatorio del caso Astesiano a un jerarca de la Dirección de Identificación Civil, este comentó que en 2019 ya había denunciado la aparición de decenas de pasaportes a ciudadanos rusos ante Fiscalía, pero nunca más tuvo noticias. ¿Es normal o resulta llamativo?
La Fiscalía ha estado funcionando muy mal. El Dr. Díaz, que fue quien designó al Dr. Gómez como su sucesor en el cargo de fiscal suplente de Corte, marcó una línea sobre todo con el famoso Código del Proceso Penal para la aceptación y trabajo de los delitos que es muy discutible, y yo diría que es una mala línea. Entre otras cosas, hay una oficina, la DPA, que selecciona a qué fiscal le va a llegar cada expediente. Nosotros ya mandamos un proyecto que fue aprobado en la Rendición de Cuentas que dice que esa oficina no puede determinar qué fiscal va a tratar el caso. Es la mayor opacidad que puede tener un sistema que vos hagas una denuncia y el jerarca del servicio determine a qué fiscal le va a tocar, es la falta de justicia total, porque es la programación de quién querés que entienda en cada caso. Por ejemplo, en casos que tienen trascendencia política, si tenés la capacidad para designar quién es el fiscal que lo va a tratar, estás quebrantando lo que todo el mundo supone que es la cristalinidad del sistema para que no haya ningún tipo de suposición negativa.
¿Y en lo que respecta al desborde de trabajo?
Ese es otro tema importante. Los fiscales están atiborrados de trabajo; no ha habido creaciones de cargos suficientes para hacer frente a este nuevo Código, y así tenés después decisiones de la Fiscalía de Corte que no se entienden. Por ejemplo, en el caso de Nacho Álvarez, una fiscal determinó para indagar cuál era la fuente que le había proporcionado aquel famoso audio vinculado a las violaciones del Cordón, que él fuera sometido a una diligencia de allanamiento, la más extrema, que el propio fiscal de Corte reconoció que había sido un error. La fiscal que decidió esa medida no tuvo ningún tipo de sanción. Ahora aparece el caso de la filtración de información del periodista Preve y el fiscal de Corte sale a la prensa diciendo que no hay delito, pero él no es el llamado a juzgar, es otro fiscal, Gilberto Rodríguez, y el fiscal de Corte está impedido de hacer cualquier manifestación sobre una denuncia que tiene un subordinado. Entonces, las fiscalías en este momento no están aptas para atender todos los casos con la rapidez que deberían.
Hay denuncias que van quedando por el camino, no se les da importancia, y no se tramitan todas, se elige cuáles tramitar y todo eso puede llevar a un caos a veces no querido y a veces querido por parte de quienes transitan esos caminos, así que hay una gravedad enorme en la disfuncionalidad de la Fiscalía.
Usted también discrepó públicamente con el sumario al fiscal Iglesias. ¿Por qué?
Fue un acto completamente desajustado y desafortunado de la jerarquía de la Fiscalía, que se hizo eco de los grupos feministas o de ideología de género que buscaron doblegar a Iglesias. El sumario brutal al que se lo sometió indica que es una aceptación de las posturas de esos grupos. Lo que hizo el fiscal Iglesias, más allá de sus declaraciones en prensa –que está habilitado a hacerlas–, fue cambiar la medida de prisión efectiva por domiciliaria para los sospechados del delito que se había denunciado de violación, lo que en nada afectaba la tranquilidad de la víctima. Se los sacó de la cárcel, donde sabemos cuál es el tratamiento que les dan a las personas acusadas de violación, en un caso que fue confuso. Lo de Iglesias fue uno de los errores más graves que tuvo esta administración de la Fiscalía y por eso es urgente que se designe un fiscal general.
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