El precio del dólar está nuevamente en el tapete después de su caída en los últimos días por debajo de 40 pesos. Desde el propio oficialismo se ha cuestionado el rol del Banco Central (BCU) y el Banco República (BROU) en este tema.
Por un lado, el BCU tiene la tasa de interés en pesos en niveles casi récord y por otro, el BROU está adquiriendo millones de dólares por día y los pesos resultantes se colocan precisamente a la tasa que marca la autoridad monetaria.
El senador nacionalista Sebastián Da Silva señaló que en Uruguay es el único país en el mundo en el que el dólar baja en un contexto global, con altas tasas en Estados Unidos y un conflicto bélico en Europa que genera inestabilidad a nivel global.
Comercio de frontera
Da Silva relaciona el tipo de cambio con la situación que atraviesa el comercio de frontera, donde el gobierno ha tomado algunas medidas para que los comerciantes puedan enfrentar la brutal diferencia de precios, en especial con Argentina.
En diálogo con La Mañana, Da Silva dijo que las medidas tomadas por el gobierno para el comercio de frontera hacen que “los comerciantes se olviden en gran parte del peso del Estado. Las obligaciones de los comerciantes, de los propietarios, se ven básicamente eliminados, o casi licuados, con por ejemplo los costos de los aportes patronales. Se genera un mecanismo en el que el Estado resigna o posterga esa recaudación para compensar la diferencia cambiaria”.
Da Silva sostuvo que con una diferencia de hasta 300% en el valor de los productos con Argentina, las medidas “no son suficientes” pero se trata de una resignación que hace el Estado que “ayuda” al comerciante.
No obstante, manifestó que a esas medidas hay que agregar otros factores, como un “control más férreo por parte de Aduanas” lo que admite “no es un tema fácil”.
Atraso cambiario y su impacto en el sector productivo
Pero para el legislador nacionalista, el tema de fondo, más allá de la diferencia en los precios de frontera (algo que saben los comerciantes ya cuando se instalan) es el tipo de cambio, que no solo los afecta, sino también a otros sectores productivos.
Sobre este punto, Da Silva dijo: “Los productores han tenido un aumento de costos debido a la coyuntura internacional con un claro aumento, por ejemplo, en el precio de los fertilizantes. Ese aumento de costos sorpresivamente hoy puede estar licuado por una mayor cosecha. Lo que vemos es que Uruguay está colapsado logísticamente por un récord de cultivos de invierno, con una cosecha muy buena. Hablando futbolísticamente, pensamos todos que íbamos a perder, pero estamos con un empate y capaz que sobre la hora terminamos con un gol arriba”.
No obstante, destacó que el atraso cambiario impacta en todo el sector productivo. “Parece mentira que no tengamos el consenso suficiente en Uruguay de que este es un país exportador, un consenso que sí tienen Brasil, Australia y Nueva Zelanda que le agregan competitividad al país mediante el tipo de cambio”.
Ante la consulta sobre las respuestas que recibe del Poder Ejecutivo, manifestó: “Las respuestas son de perogrullo. Es que tenemos un nivel alto de ingresos de dólares producto de sector exportador. Pero todos sabemos que existen mecanismos, que son fáciles de tomar y otros que no son fáciles, que pueden mejorar el tipo de cambio”.
Tasa de Política Monetaria
Acotó que uno de ellos son la Tasa de Política Monetaria que fija el Banco Central y que se encuentra en 11,25%, unos dos puntos por encima de la inflación.
“Ese mecanismo del BCU, de fijar tan alta la Tasa de Política Monetaria, hace que el peso uruguayo se fortalezca. O sea, que se vendan dólares para captar los pesos resultantes”.
“El Banco República es un gran jugador en el mercado de cambios”, agregó, “y está pasivamente observando cómo se le genera un horizonte de tranquilidad en la mesa de cambio a los que quieren especular con el aumento de la tasa de interés, en vez de tener una actitud mucho más activa en el mercado diario”.
“A mí me gustaría un Banco República menos previsible en este sentido. Que no les permita a los especuladores actuar con la tranquilidad que lo hacen, porque saben que el BROU es el principal comprador de dólares en Uruguay, y la previsibilidad con la que actúa hace que sepan que le van a comprar todos los dólares”, acotó.
Ante la consulta de cómo se puede compatibilizar tener un dólar bajo para en parte controlar la inflación y mantener un tipo de cambio aceptable para el sector productivo, respondió: “Apoyamos el combate a la inflación. Pero lo que debemos lograr es suspender los aumentos de la tasa de interés por parte del Banco Central y tener un BROU más activo e inesperado en la mesa de dinero diario, que es donde se operan millones de dólares por día”. Y agregó: “Tendríamos por lo pronto la satisfacción del deber cumplido, contemplando no solo inflación de un dígito, sino también no asistir a un deterioro diario en el tipo de cambio”.
Da Silva también indicó que esta situación del precio del dólar se puede agravar más aún en diciembre, cuando siempre hay una tendencia a una mayor oferta de dólares en plaza, debido, entre otras razones, al cambio necesario para el pago del medio aguinaldo. Esto “impacta negativamente en los generadores de empleo genuino como el turismo, la exportación y la producción”.
Debates semanales con el gobierno
A pesar de sus cuestionamientos, el legislador descartó que pudiera realizar por este tema del atraso cambiario algún tipo de llamado a comisión a integrantes del equipo económico. “Nosotros somos parte del gobierno y tenemos estos debates de manera semanal, por lo tanto, no está en mi intención hacer ningún tipo de convocatoria”, expresó. “Pero en lo personal y frente a un atraso cambiario incipiente no me puedo quedar callado, como nunca lo hice. Hay una especie de consenso en los economistas con respecto a metas inflacionarias, y como la inflación está al borde del 10%, eso es algo que preocupa. Pero se debe tener en cuenta que también importamos inflación y eso no lo desconocemos. Lo que pido al Banco República”, continuó, “es más de agresividad a la hora de abrir la mesa de dinero, que tengan un poquito más de picardía. Y al Banco Central un poquito más de neutralidad. Con esas dos cosas tendríamos un mercado diferente y no lo que está pasando ahora: abundancia de dólares, aumento de tasas en pesos y la mesa de dinero del BROU actuando de manera pasiva”.
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