Las puertas del museo C’ars se abrieron hace cinco años y medio en San Pedro, departamento de Colonia. Se trata de un espacio de 2.000 metros cuadrados en los que se puedan encontrar piezas únicas en el mundo, desde automóviles hasta fotografías. En conversación con su fundador, Manuel Arslanian, repasó los inicios de la colección, el museo en la actualidad e invitó a los lectores a conocer este particular lugar.
Hace 30 años, un argentino que residía en Uruguay dio más de 50 vueltas al país en busca de material antiguo de colección. En principio solo rastreaba autos antiguos, fundamentalmente cachilas, con la condición de que, a pesar de los años, estuvieran documentadas, hecho que no se cumplía con la mayoría. Fue así que, además de los automóviles, comenzó a consultar sobre otros elementos añejos que las personas a menudo tenían abandonados.
El argentino Manuel Arsalnian comenzó a armar un inventario de elementos antiguos en el kilómetro 86 de la ruta 1, sitio en donde vivía y tenía un tambo. “El tambo se trabaja a las 4:00 de la mañana y las 16:00, por lo que me sobraba tiempo. Por eso empecé a buscar cachilas en la zona donde estaba y después en casi todo el Uruguay”, relató a La Mañana.
Llegó un momento en que el coleccionista tenía tantos objetos que tuvo que buscar otro sitio para conservarlos y vivir, y entendió que la única forma de hacer algo con ellos era instalando un museo. Desde entonces han transcurrido cinco años y medio, y hoy el museo C’ars en una realidad.
El lugar se ubica en la ruta 21, kilómetro 194,500, en San Pedro, Colonia. Está a unos 20 kilómetros de Colonia del Sacramento. Cuenta con un espacio de 2.000 metros cuadrados en los que se puede hacer un verdadero viaje en el tiempo, ya que tanto los objetos que se exponen como la ambientación nos ubican en una barbería, una farmacia o una estación de servicio del 1900 recreadas a medida.
Dentro del museo hay más de 1.500 ítems diferentes, que lo hacen multitemático. “Mucha gente piensa que solo hay exposición de autos, pero también hay otras cosas”, señaló Arslanian. Es que el nombre C’ars no es por la palabra auto en inglés, sino que se vincula con las primeras tres letras de su apellido, y la C hace referencia a la tercera letra del abecedario, ya que el tres es el número favorito del coleccionista.
Además de las docenas de automóviles antiguos, también se recrean diversos comercios de época, como una farmacia, una gasolinera, una gomería, una barbería, así como un consultorio médico, todo con piezas originales organizadas de tal manera que el viaje en el tiempo es inevitable.
Objetos de destaque
Entre los tantos objetos del museo, Arslanian destacó algunos de los más icónicos. Por ejemplo, nombró dos autos únicos en el país, uno es el Lincoln Continental Mark 4 del año 1972, “un automóvil con un diseño que es arte pura”, describió. Otro es un auto de la marca REO que data de 1929, y no se conoce que haya otro igual.
El entrevistado relató que con el paso de los años estos coches caían en desgracia porque se deterioraba el motor y quedaban abandonados, por lo que muchos fueron vendidos como hierro viejo o llevados al exterior.
En Uruguay, mayormente, han quedado marcas como Ford y Chevrolet, no mucho más, sin embargo, había marcas muy famosas de todo el mundo. “Por suerte el gobierno sacó un decreto que indica la posibilidad de importar coches de más de 50 años, libre de impuestos, con la única condición de que no se deben vender en el país, solo se pueden reexportar. De todas formas, quienes estamos tratando de traer algún auto es para que quede acá”, explicó Arslanian.
En la exposición se puede encontrar una máquina de escribir que es parte de las únicas siete piezas que hay en todo el mundo: cinco en Estados Unidos, una en Argentina y la que tiene el museo C’ars. Se trata de una máquina que escribe música, es decir, que tiene las letras musicales.
Además, el museo tiene otra máquina que escribe braille. Por otra parte, existe una profusión de máquinas antiguas a manija que hacían operaciones matemáticas.
Uno de los espacios más destacados es una farmacia armada que era de Nueva Palmira, del año 1913. Está casi completa, porque los restos de la farmacia estaban en un galpón y se trató de reconstruir con un carpintero, quien estuvo tres meses trabajando en ella.
“Hay una maquina suiza de hacer engranajes para relojes que es a manija. También una vitrola de 1904 y una bicicleta de 1860, que es de esas con una rueda muy grande y una chiquita, como las de las películas de Charles Chaplin. En todo el museo tenemos unas 30.000 fotos”, enumeró el entrevistado.
La lucha para sobrevivir
Si bien se trata de un museo con características únicas en el país, no es un tema fácil atraer visitantes. En esa línea, el fundador dijo que “casi todo lo que hacía falta hacer, se ha hecho”. Sostuvo que en Colonia se formó una asociación turística que “funciona muy bien”.
Esta asociación se formó a raíz de cómo quedaron afectados los operadores del turismo. Luego de que el peor momento pasó, idearon una serie de acciones para incentivar el turismo interno y en ese momento dieron el resultado esperado.
En cuanto a los visitantes de Argentina, Arslanian comentó que aparece “uno de vez en cuando”, pero que la situación en el país es crítica y que lamentablemente no se puede contar con ellos.
A pesar de esto, en la Feria Internacional de Turismo en Buenos Aires realizada este año, el fundador del museo, en conjunto con otros operadores turísticos, lanzaron un sorteo en el que se incluía el alojamiento, la comida y entrada gratis a C’ars para dos personas. “La promoción funcionó muy bien, pero solo vinieron quienes ganaron el sorteo”, indicó.
Además, se realizó un convenio con el Automóvil Club del Uruguay y Ancap, para que los socios y funcionarios tengan 2×1 en la entrada. “Lo hicimos por necesidad porque, lamentablemente, con las visitas que tenemos no cubrimos los gastos mensuales del museo”, expresó el entrevistado.
Por otra parte, señaló que existe cierta retracción interna. “En Colonia la gente se queja de que no hay un volumen de compra como en otros momentos. No puedo determinar qué es lo que pasa en el país, pero si los uruguayos están viajando a Argentina para comprar, quiere decir que allá está más barato y las personas buscan su beneficio. El problema es que ese dinero no vuelve a Uruguay”, analizó.
¿Cuándo se puede visitar?
El museo abre de lunes a domingos, de 10:00 a 14:00 los días de semana y de 11:00 a 18:00 sábados y domingos. El teléfono de contacto es 4520 3247.
Arslanian comentó que han hecho publicidad en radio, televisión, diarios y revistas. Pero que el momento de éxito fue cuando los visitó Rafael Villanueva con el programa “Súbete a mi moto”. “Llegó mucha gente, incluso hoy, un año y medio después, siguen llegando por esa visita”, dijo.
De todas formas, aseguró que la mayoría de los visitantes se enteran de C’ars por el boca a boca y si la persona los busca en internet, puede encontrar información del museo en Facebook, Google, Instagram y YouTube.
“No tenemos la afluencia de visitantes que deberíamos tener. Hemos hecho promociones para jubilados, con las agencias de turismo y, cada tanto, aparece una excursión de entre 15 y 40 personas”, añadió el fundador.
TE PUEDE INTERESAR: