El senador Sebastián Da Silva (Partido Nacional) se refirió al estado de los cultivos y la afectación de los cambios en el clima. Pensábamos que íbamos a tener “un porrazo” que no se dio, dijo. También se refirió al tipo de cambio y la temporada turística del verano 2022-2023.
“La biología y el clima nos han sorprendido para bien, todos esperábamos un porrazo y tenemos un avance de casi 80% de la cosecha (de los cultivos de invierno, soja, cebada y canola) que ha resultado buena. Esto va a configurar una ayuda para que quizá haya un crecimiento económico un poco más grande al esperado”, dijo el senador Sebastián Da Silva (Partido Nacional) que desarrolla su actuación parlamentaria con fuerte presencia en temas agropecuarios.
Entrevistado por el programa La voz de La Mañana (radio Oriental) sobre los costos de los insumos que son vitales y determinantes para lograr buenos resultados productivos, dijo que “fue una zafra complicada” para cual se esperaban resultados adversos considerando “la sequía de invierno, pero por suerte el resultado no fue ese ese”, y aunque “hay que seguir observando” la evolución de los insumos”, también es verdad que ha habido bajas: “Desde que plantamos los trigos hasta ahora la urea bajó”, agregó.
El impacto de los insumos producto de la guerra (en Ucrania) lo pagamos al inicio de los cultivos. Hoy si tuviéramos que fertilizar con nitrógeno, éste está a valores lógicos y no a la locura que fue en mayo y junio de este año. El efecto guerra está un poco más licuado. No es barato, sigue siendo un desafío porque la urea y el resto de los insumos están más caros que hace dos años”.
De todas formas, 2022 “desde el punto de vista agrícola va a ser un año muy bueno; desde el punto de vista ganadero el primer semestre del año fue para encuadrar, pero tenemos los desafíos del trabajo al aire libre”, y “la estabilidad próspera se ve reflejada en el movimiento que hay en el interior que es impresionante”.
Cultivos de verano
Sobre los cultivos de verano (soja, maíz, sorgo, arroz, ahora también girasol) Da Silva señaló que “tienen una perspectiva climáticamente desafiante. Pero una cosa es el desafío climático, otro el desafío de precios, y otra cosa los desafíos propios de la actividad”.
“Climáticamente estamos ante un desafío”, pero “los precios (también) hay que tomarlos en cuenta y siguen estando muy buenos”, por ejemplo “la soja a US$ 520 la tonelada sigue siendo un precio muy bueno aunque menor al año pasado; y las sojas de primera están sembradas y nacidas, ahora hay que esperar que llueva”.
Con respecto al calor, observó que hay “un elemento novedoso y estable, es decir calores grandes y vientos fuertes”. Esa combinación hace que “si tenes precipitaciones de 30 o 40 milímetros, pero a los 4 días, desde el punto de vita ganadero, se te evapora por el calor y el viento. El calor más el viento es un elemento nuevo”, explicó.
“El agricultor uruguayo sabe que si tenemos inviernos secos y fríos, o primaveras frías como la que tuvimos, las plantas se comportan de determinada manera y son beneficiosas, esa es una novedad. Pero con un verano seco no hay beneficios para nadie. Una cosa es un verano normal, otra cosa es una sequía de verano” con la cual nadie se beneficia porque “genera distorsiones, ventas anticipadas de ganados y pérdidas agrícolas”.
Atraso cambiario
Otro de los temas sobre los que se consultó al senador Da Silva fue el atraso cambiario, situación que reconoció en la entrevista, incluso lo ha escrito en sus redes sociales y expresado en el Parlamento. Uruguay “no puede ser el único país del planeta Tierra donde se debilita el dólar. El atraso cambiario es enemigo de la producción y el trabajo”, ha expresado.
“Tenemos un tipo de cambio complejo para la actividad productiva”, dijo La voz de La Mañana, es un tema que “venimos advirtiendo desde hace meses”.
“Ha habido medidas de control de inflación promovidas por el Banco Central” como el aumento de la tasa de interés “que estimula la venta de dólares”. Agregó que “tenemos un BROU pasivo como agente del mercado, siendo el mayor comprador de dólares que tiene el país”. Si hubiera una coordinación con el Banco Central eso podría cambiarse. Uruguay es un país exportador y como tal “necesita un tipo de cambio competitivo”.
La inflación y los turistas
Por otra parte, “para Uruguay y para el Gobierno el hecho de no tener una inflación de dos dígitos es muy importante por todo lo que implica, entonces una cosa es hablar en diciembre y otra cosa es hablar en febrero cuando se vayan los turistas, así que uno imagina que el dólar que hoy está en 38, en febrero puede subir a 41, sobre todo en un año tan difícil como fue este por la inflación”.
“Lo que yo creo es que el Gobierno está tomando todas las medias para que estos casi 30 días que quedan del año no pasemos del nueve y pico por ciento” en la inflación, considerando “lo que eso impacta en todo” el funcionamiento del país.
Dese el punto de vista del turismo Uruguay es “receptor de nicho y de gente de alto poder adquisitivo” dado lo caro que está nuestro país respecto a los vecinos. “Lamentablemente nadie sabe cuándo podemos tener un tipo de cambio parecido, aunque además nadie quiere parecerse a Argentina, pero si uno compara como arrancamos el primer año de Gobierno a la expectativa de esta temporada, hoy hay optimismo y el que venga viene sabiendo que somos un país caro”.
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