La inversión generará trabajo e introducirá mejoras que significarán importantes avances en lo ambiental, además de potenciar la producción que en su totalidad se destina a la exportación.
Los departamentos del litoral sufren una fuerte desocupación y graves problemas de desarrollo a causa de la proximidad de Argentina, país con el cual hay una importante diferencia de precios que favorece a nuestro vecino en perjuicio del trabajo, la industria y todo emprendimiento nacional.
Sin embargo, en noviembre, Paysandú recibió la buena noticia de una importante inversión de la empresa citrícola San Miguel de Tucumán, que totalizarían unos US$ 23 millones en cuatro años generando importantes fuentes de trabajo y con efectos positivos sobre el medio ambiente. Dicha empresa no es nueva en nuestro país ya que está desde el año 2000 y desde hace 8 mantiene una sociedad comercial y productiva con Azucitrus a través de Novacore que ambas integran.
Novacore llegó a un tope y puso a San Miguel de Tucumán en la necesidad de contar con mayor capacidad, para lo cual requirió de la aprobación de la Junta Departamental de Paysandú para poder continuar con sus inversiones.
Apoyo unánime de la Junta Departamental
El edil Alfredo Artía Almirón (Cabildo Abierto) dijo a La Mañana que el lunes 21 de noviembre los partidos políticos con representación en la Junta fueron citados al despacho del intendente Nicolás Olivera, concurriendo un edil del Partido Nacional, otro del Partido Colorado y él por Cabildo Abierto. No se hizo presente el Frente Amplio, el motivo de su ausencia fue que el intendente no nos adelantó la razón de la convocatoria, ya que prefería tratarla de forma personal.
En el encuentro Olivera dijo que estaba negociando con San Miguel de Tucumán, una empresa citrícola que procesa limones y exporta todo lo que produce, la cual realizaría una inversión inicial de unos 3 millones de dólares, pero a lo largo de los años y hasta 2026 el total sería de 23 millones, generando actividad y mano de obra local.
Para poder avanzar en la inversión, la empresa tenía intención de instalar su procesadora en un padrón de Azucitrus que se debía fraccionar y necesitaba la aprobación de la Junta Departamental.
La reunión del intendente con los ediles tuvo como finalidad plantearles esa situación, y dado la importancia de la inversión y su repercusión en la generación de empleos en el departamento, acordaron a instancias de Artía, tratar el tema en la siguiente sesión plenaria de la Junta, con un planteamiento fuera de hora, para lo cual contaban con los votos necesarios. “Además, a pesar de su ausencia, nada hacía pensar que el Frente Amplio se opusiera a una inversión tan importante”, comentó el edil cabildante.
Al día siguiente de la reunión con Olivera, el martes 22 de noviembre, la Comisión de Asuntos Internacionales de la Junta Departamental citó al jefe de Ingeniería de Procesos de San Miguel de Tucumán, Ing. Santiago Díaz, para que explique el alcance de la inversión que se realizará. Finalmente, el jueves 24 el plenario departamental votó por unanimidad con el apoyo de todos los partidos y la empresa anunció que se pondría trabajar al día siguiente.
Triplicar la capacidad de la planta
El viernes 25 de noviembre Santiago Díaz dijo en conferencia de prensa que “Novacore llegó a su tope de crecimiento y eso nos enfrentó a la necesidad de contar con una planta industrial de más capacidad y más tecnología para mejorar la eficiencia, el rendimiento y la productividad”.
También aseguró que las inversiones que realizarán implicarán una “mejora en la calidad medioambiental y las condiciones de trabajo”.
“En cuatro años se desembolsarán más de 23 millones de dólares, para triplicar la capacidad que actualmente tiene la planta”, agregó Díaz.
El intendente Olivera señaló en tanto que Paysandú da “un enorme paso” y que “una inversión de 23 millones de dólares genera más oportunidades, más empleo y más desarrollo” para el departamento.
“Paysandú está desesperado por mano de obra”, agregó Artía, “y San Miguel de Tucumán tiene 1.600 hectáreas en proceso de citrus”.
Creación de trabajo y mejoras ambientales
A través de un comunicado San Miguel de Tucumán señaló que a partir de la transacción la empresa “realizará importantes inversiones tendientes a ampliar de forma progresiva su capacidad de procesamiento para la elaboración de jugo concentrado de limón y aceite esencial de limón con destino de exportación”; éstos son “dos ingredientes naturales derivados de los cítricos con múltiples aplicaciones en la cadena de valor de diversas industrias y gran cantidad de clientes” de todo el mundo.
Paralelamente, el gerente general de la empresa, Pablo Pla, destacó que Paysandú “está ubicada estratégicamente y en una zona neurálgica del país”.
Las estimaciones de San Miguel es que el proyecto que se inicia a partir de ahora aumente la mano de obra y la actividad local, a impulso de la inversión que en más del 50% será en rubros como obra civil, equipamientos, contratación de servicios de asesorías, mano de obra, hotelería, entre otros conceptos de industria nacional. También se espera que la demanda de proveedores locales continúe creciendo conforme avancen las etapas de ejecución del proyecto.
La compañía asegura que con la construcción de la planta se generarán unos 250 puestos de trabajo de forma indirecta, a los que se deben sumar otros 130 que serán puestos de trabajo permanentes en la planta industrial, además de los casi 3.600 puestos ya vinculados a la actividad agrícola de San Miguel.
Los trabajaos de ampliación de la planta industrial implicarán, también, una destacada mejora ambiental con la modernización y mejora del sistema de tratamiento de efluentes.
El edil Artía dijo que uno de los problemas que sufre la población de Paysandú se genera con las piletas de decantación que se usan actualmente, pero “San Miguel de Tucumán se comprometió a incorporar biodigestores europeos, eliminando esas piletas y mejorando la zona que ya no tendrá que convivir con los olores y mosquitos que conllevan las piletas. Esa será una mejora ambiental importante para la zona”.
La empresa explicó que introducirá “una nueva tecnología de alta eficiencia en el tratamiento de efluentes, que además permitirá reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a través de un sistema de reúso del biogás generado en el proceso”.
Con lo producido la empresa atenderá a más de 200 clientes que posee en un total de 50 países. En Uruguay desarrolla la producción de limones desde 2013 y actualmente cuenta con un área plantada de 1.600 hectáreas que se extiende desde Bella Unión a San José.
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