En el departamento de Colonia, las escuelas de Nueva Palmira, Carmelo, Nueva Helvecia y su capital Colonia del Sacramento, presentan dificultades en la formación de grupos para Educación Inicial para niños de 3 a 5 debido a la baja natalidad.
Sandra García, inspectora departamental de Inicial y Primaria en Colonia, dijo que “en educación inicial, es donde hemos tenido los inconvenientes que surgen de que no ha habido nacimientos y por lo tanto no tenemos la misma cantidad de alumnos inscriptos”.
La falta de alumnos genera problemas para la formación de grupos, y esto podría derivar en la pérdida de fuentes de trabajo porque menos grupos requieren menos cargos.
“En este período se realizan los reajustes a nivel departamental, pero con una reglamentación a nivel nacional. Eso significa analizar la cantidad de grupos inscriptos y realizar los cambios necesarios, que pueden ser dentro del departamento o a nivel nacional, con todos los planteamientos que se hacen desde las diferentes inspecciones. Se realizan los reajustes porque muchas veces sobran cargos en un departamento y faltan en otros; entonces, con todos los datos que nosotros enviamos, se realizan los reajustes a nivel nacional”, explicó la educadora en declaraciones que publicó La Colonia Digital.
Considerar que faltan niños para las escuelas es de por sí un dato preocupante, en especial para Uruguay cuya población está estancada desde hace varias décadas, pero la realidad es que el mundo camina hacia eso.
En mayo de 2021 un artículo de The New York Times señaló que “en todo el mundo” está cayendo la fertilidad lo que “hará que las fiestas de primer cumpleaños serán más raras que los funerales y que las casas vacías lleguen a ser algo normal”.
El mismo artículo destacaba que en Italia están cerrando salas de maternidad, en China hay ciudades fantasmas por la falta de ciudadanos, en Corea del Sur, las universidades no encuentran suficientes alumnos, y en Alemania se demuelen viviendas sin ocupantes y los espacios se convierten en plazas.
En cuanto a Uruguay, García dijo a La Colonia Digital que en Uruguay la reglamentación establece que no pueden haber grupos con menos de 17 alumnos, “y eso es lo que ha determinado que hayamos tenido que analizar la posibilidad de mover el cargo hacia otra institución”, es el caso de Nueva Palmira, en la escuela N° 8 de esa ciudad se inscribieron apenas 9 niños, lo que determinó el traslado de esos niños a la escuela N° 7 que está a una cuadra de distancia y que tenía más alumnos inscriptos, para así conformar un solo grupo.
Eso genera un problema laboral, porque “se pierde el cargo” de la escuela que se queda sin el grupo, “y si al año siguiente hay una inscripción que amerite la formación de un grupo, el cargo puede volver a la institución”. Eso “nos pasó en varias escuelas del departamento”, aseguró.
Por otra parte, en Colonia del Sacramento la escuela N° 90 “está analizando la posibilidad de conformar el grupo familístico, que significa juntar alumnos de 4 y 5 años para trabajar en un aula multigrado de Educación Inicial y poder de alguna manera satisfacer las necesidades de la familia, apuntando a los aprendizajes de los alumnos”, concluyó la inspectora Sandra García.
El problema inmediato planteado por García y que afecta el normal funcionamiento de las escuelas no es el único, tampoco el más grave, también se prevén consecuencias de mayor complejidad e impacto de todo tipo, por ejemplo, en algunos años habrá más personas jubiladas y por más tiempo debido a que vivimos por más años, y menos trabajadores, lo que obligará a cambiar la forma en que se organiza la sociedad. Esto es válido para todos los países del mundo.
El demógrafo alemán Frank Swiaczny, dijo a The New York Times que el mundo “necesita un cambio de paradigma” y que “los países deben aprender a vivir con este descenso y adaptarse a él”.
Lo que advierten los expertos es que estamos en el comienzo del cambio y que quienes gobiernan o inciden en la toma de decisiones tienen que pensar que en determinado momento el descenso será exponencial.
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