La vicepresidenta de OSE, Susana Montaner, entiende que la empresa estatal es el pilar fundamental de la sanidad pública y la razón de la mejor calidad de vida de los habitantes. Es por esto que su foco está en lograr una gestión adecuada del servicio que lo posicione como la herramienta fundamental del Estado para la protección de la vida y la salud para todo el país.
“Durante los años 2020, 2021 y 2022, la administración de OSE ha cumplido, de forma ejemplar y muy satisfactoria, con el mandato de su Carta Orgánica, aspecto que muchas veces se soslaya”, dijo Susana Montaner, la vicepresidenta del ente, en diálogo con La Mañana.
En ese sentido, según ella, la empresa ha brindado un abastecimiento público de agua potable segura a todo el territorio de la república, a cada ciudad, localidad, pueblo, pequeños núcleos y centros poblados de los 733 que el organismo sirve actualmente.
“Lo hizo en la peor época de la pandemia, atendiendo todos los servicios con un 50% del personal rotando en todas las áreas operacionales y en todas las regiones, y con el resto del personal atendiendo sus funciones, unos 1.500 –prácticamente un 40% de todo el personal– con teletrabajo o trabajo a distancia con las herramientas que nuestro centro de informática les proveía”, recordó.
Durante estos tres ejercicios, según informó, el organismo ha ejecutado US$ 205 millones de inversiones en obras nuevas; se han construido 76.836 nuevas conexiones de agua potable y 30.900 nuevas conexiones de saneamiento.
Además, se han atendido y se encuentran en vías de solución los viejos y más importantes problemas que aún existían, como la seguridad del abastecimiento público de agua potable a la región metropolitana de Montevideo y al 60% de la población del país.
“También la universalización del saneamiento para el interior. Este programa es el primer paso atendiendo a 61 localidades, con una inversión de US$ 250 millones a US$ 270 millones”, expuso.
Otro programa que destacó es el de reducir agua no contabilizada en todo el país, sustituyendo tuberías y medidores, realizando control de presiones y gestionando a distancia los sistemas.
A esto se suma el tratamiento y la disposición final de los lodos provenientes de los procesos de tratamiento en la usina de Aguas Corrientes; el sistema de producción y suministro público de agua potable a la Costa de Oro; el desarrollo y la ejecución del programa de reducción y control de arsénico en los sistemas de producción y suministro de agua potable a más de 150 localidades del país, entre otras cosas.
Los desafíos que tocan la puerta
En cuanto a objetivos, Montaner destacó concretar los pasos para comenzar y avanzar rápidamente en la ejecución las obras de las iniciativas proyecto Neptuno y en las obras de la universalización del saneamiento para el interior, también el avance en un elevado porcentaje en la ejecución de todas las obras para corregir la concentración de arsénico en todo el país; la concreción de las obras para el tratamiento de los lodos de la usina de Aguas Corrientes y resolver uno de los más antiguos problemas de contaminación del Río Santa Lucía.
“La ejecución del saneamiento en todo el interior es, quizás, el desafío más trascendental”, aseguró.
Pensando más en el futuro, sostuvo que el desafío de poner en marcha y dar continuidad el programa de reducción de agua no contabilizada en todo el país, le permitirá a OSE ahorrar para invertir en nuevas obras y en mejorar el servicio a lo largo y ancho de toda la república.
Obras destacadas
Entre las obras que destacan del último tiempo, la vicepresidenta nombró la nueva captación de agua bruta en el río Santa Lucía y tanques de contacto para dosificación de carbón activado en polvo para control de fitoplancton y cianobacterias en la usina de Aguas Corrientes.
También la planta potabilizadora UPA 2000 en Balneario Costa Azul y las redes de agua potable y conexiones domiciliarias en balnearios Santa Lucía del Este, Santa Ana y Cuchilla Alta.
Además, el saneamiento de la Zona B3 en Ciudad de la Costa; troncal en Camino de los Horneros en Ciudad de la Costa; bombeo directo de aguas residuales de Ciudad de Pando a Planta de Tratamiento de Ciudad de la Costa.
Se realizaron remodelaciones y mejoras en sistema de dosificación de productos químicos en la usina de Laguna del Cisne; una nueva Usina en Balneario Kiyú; saneamiento Barrio Progreso; proyecto integral de saneamiento, drenaje pluvial y vialidad en San José, entre otras decenas.
La importancia de OSE para toda la sociedad uruguaya
La administración tiene actualmente a su cargo 733 servicios de abastecimiento público de agua potable, “cuya calidad y atención operativa no se debe descuidar y requieren de una gestión adecuada”, señaló Montaner.
Comentó que se atienden 1.155 mil conexiones de agua potable con sus respectivos medidores y 360 mil conexiones de saneamiento, y que el organismo produce un millón de metros cúbicos de agua potable por día.
OSE opera y mantiene unos 16 mil kilómetros de tuberías de aducción y distribución de agua potable, una longitud equivalente al doble de la distancia de Montevideo a Nueva York.
Además, opera y mantiene 75 plantas potabilizadoras, incluida la usina de Aguas Corrientes, que se alimentan de fuentes de agua superficial y 800 perforaciones desde fuentes de agua superficial.
Asimismo, opera, mantiene y supervisa 218 plantas de tratamiento de aguas residuales incluidas las 174 pequeñas heredadas de Mevir, y 4.300 kilómetros de tuberías de alcantarillado sanitario.
“A veces pensamos en comparar a OSE como una enorme y bien acorazada tortuga”, reflexionó la entrevistada. “Bien acorazada porque siempre ha respondido y ha resistido estoicamente a todos los desafíos de estos primeros 70 años, ha permitido que con la genial idea del Ing. Luis Giannattasio de la creación de una institución como esta, se lograra la cobertura universal del abastecimiento público de agua potable segura, un hito que aún hoy en el 2022, pocos países en el planeta han alcanzado”.
Dijo que en estos tiempos, además del “acorazado” que siempre resulta ser imprescindible, el ente necesita velocidad en el buen sentido de la palabra: “velocidad en compartir las inquietudes institucionales, en pensar en nuevas ideas para cambiar o mejorar la gestión general y específica, velocidad en seleccionar e implantar nuevas tecnologías para mejorar la productividad, en imaginar nuevos procedimientos para prever y anticiparnos a los problemas, a los accidentes y los eventos trágicos o negativos para la administración”.
Agregó que es necesario encontrar soluciones a los actuales, a los pasados y, sobre todo, a los futuros problemas, para cambiar cuando fuese necesario. A su vez, opinó que se necesita velocidad para rectificar rumbos “cuando los actuales tienen piedras insalvables en el camino”, y que es preciso seguir adelante y seguir siendo “el pilar fundamental de la sanidad pública, la razón de la mejor calidad de vida de los habitantes de la república, la herramienta fundamental del Estado para la protección de la vida y la salud para toda la nación”.
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