El pasado sábado 10 de diciembre se celebraron 74 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos bajo el lema “Dignidad, libertad y justicia para todas las personas”. El Centro de Promoción por la Dignidad Humana trabaja en nuestro país desde hace casi 25 años fomentando el derecho a la vida, la familia, el trabajo digno y la educación. La Mañana conversó con Adriana Abraham, directora de esta ONG, sobre la obra que llevan adelante en nuestro país.
Ceprodih es el Centro de Promoción por la Dignidad Humana. El año que viene cumple un cuarto de siglo trabajando por la mujer, pero sobre todo por la mujer jefa de familia, que se encuentra sola frente a la crianza y educación de los niños. En conversación con La Mañana, Adriana Abraham, directora y fundadora del Centro, contó que su prioridad es ayudar a estas mujeres a salir adelante cuando están en una situación de gran vulnerabilidad. “La constante es que están sin trabajo y necesitan resolver el tema económico. En general tienen bajo nivel de instrucción y muchas no tienen hábitos de trabajo, entonces hay que generar todo un proceso para que logren insertarse en el mundo laboral”, dijo Abraham.
La directora explicó por qué Ceprodih se enfoca en la inserción laboral de esta población. “Sea situación de calle, violencia, migrantes, mujeres que salen del sistema penitenciario, a la gente se la saca adelante con trabajo. No es abriendo más refugios y más cárceles, sino a través de un trabajo digno, donde la persona se sienta realizada, sea feliz y cobre. Tenemos que dar herramientas concretas para que tengan efectivamente la posibilidad de trabajar”, enfatizó Abraham.
Más de dos mil mujeres solicitan ingresar a los programas de Ceprodih por año, pero el centro solo tiene capacidad para admitir a la mitad. Para quienes participan, es totalmente gratuito y se les ofrece una merienda. Llegan de todo Montevideo, San José y Canelones, muchas en situación crítica, con hambre y con necesidades. También hay un espacio infantil para cuidar a sus niños de hasta tres años, mientras cursan los distintos talleres del Centro.
Además desde hace tres o cuatro años Ceprodih está expandiendo este modelo de inclusión al interior del país. “Nos llaman de un montón de departamentos donde la mujer encima de todos los problemas que tiene, se encuentra aislada”, dijo Abraham, quien destacó que están llegando a pequeñas localidades del interior profundo. Tienen un acuerdo con las intendencias a través del cual les brindan a las participantes un transporte para que puedan viajar a Montevideo, y también les llevan los talleres hasta sus pueblos. “Está siendo una experiencia maravillosa, las mujeres son esponjas, quieren aprovechar todo”, contó la directora.
Programas y talleres
Ceprodih brinda una variedad de talleres dentro de los ámbitos gastronómico, textil, informático, de belleza o serigrafía, entre otros. También ofrecen cursos con empresas, como logística y pintura de paredes. Tienen una duración de tres meses y están pensados de forma tal que, si la mujer se encuentra en una situación de violencia doméstica y tiene que abandonar la capacitación, igualmente puede llevarse alguna herramienta que le permita generar ingresos rápidamente. La directora del centro explicó que si bien los cursos están adaptados al perfil de esta población, son muy eficientes en el sentido de que están pensados para prepararlas de acuerdo a lo que se está demandando en el mercado.
Al finalizar el curso que eligieron, las mujeres toman la decisión de trabajar en una empresa o comenzar un emprendimiento propio. En este sentido cuentan con el programa “Promover” de capacitación, donde una persona las acompaña en el proceso de inserción laboral, busca empresas que quieran incorporarlas a sus plantillas y hacen el acompañamiento y seguimiento correspondiente. Por otro lado, si eligen el camino del emprendedurismo, tienen un taller de capacitación en ventas, packaging, control de calidad o e-commerce.
También, si así lo eligen, las estudiantes tienen la posibilidad de hacer varios talleres dentro de un mismo rubro; por ejemplo, dentro de gastronomía pueden cursar repostería y panificados. Según contó la directora, las mujeres asisten a Ceprodih dos veces por semana. Un día trabajan la técnica y el otro aprenden herramientas informáticas, para saber presentar un curriculum o hacer un resumen.
Abraham destacó que cuentan con negocios inclusivos para las que eligen el camino del emprendimiento propio, donde Ceprodih hace de intermediario, posibilitando la intervención de muchas emprendedoras y siendo una gran primera experiencia para ellas. La directora contó que reciben muchos pedidos de regalos empresariales. “La empresa tiene la garantía de que le compra a Ceprodih y contempla un triple impacto. Está ayudando a una familia que quiere salir adelante, cumpliendo con su responsabilidad social empresarial. Es un regalo lindo, con precios acorde al mercado y además tiene un impacto ambiental, porque todos los productos son responsables con el medio ambiente. Se usan materiales ecológicos y además se recicla”, dijo la entrevistada y agregó, “lo ideal es que se dé la economía circular, donde es la misma empresa que dona sus banners en desuso, por ejemplo, y nosotros los transformamos en bolsos, necessaires o portadocumentos, que luego las empresas se comprometen a comprar”.
Acompañamiento
“En este momento tenemos 600 mujeres en situación de violencia doméstica en Ceprodih”, señaló Abraham, quien destacó que cuentan con un equipo especializado de asistentes sociales, psicólogos y abogados para acompañarlas desde lo social y emocional, fortaleciendo su autoestima. El programa de violencia doméstica es financiado por la Unión Europea. “Tenemos cuatro años de proyecto y este es el primero”, dijo la entrevistada.
También está el programa “Porvenir” para acompañar a las embarazadas. “Sabemos que ninguna empresa le da trabajo a una mujer en esta condición, quedando sola y sin recursos en el momento de mayor fragilidad y sin opciones. Este programa le da la posibilidad de contar con apoyo durante todo el proceso y luego de que nazca el niño, los primeros meses”, comentó.
La directora señaló que “la contención que tienen en Ceprodih es clave. Mujeres que vienen de contextos violentos tienen relaciones sanas. Se dan cuenta de que hay otras mujeres que están pasando por lo mismo o peor y ahí se van ayudando. Los lazos de solidaridad entre ellas son maravillosos y se sostienen, se hacen amigas. Además, cuentan con el apoyo del equipo técnico”. Para Abraham lo ideal es que las mujeres completen un año en el Centro, de forma de que puedan cursar tres módulos de capacitación “y en esos meses hacer todo un proceso con ellas, desde lo emocional, legal, y social”.
Por otra parte la directora dijo que el tema de la vivienda es el gran reclamo de estas mujeres. “Es el derecho que continúa vulnerado, viven en pensiones hacinadas o en asentamientos. Si llegan acá es porque están en una situación complicada. Muchos de los casos de suicidio tienen que ver con el hacinamiento y por convivir con el maltratador”, señaló.
Financiamiento
“Todo esto que hacemos implica el gran esfuerzo de sostener un equipo y una infraestructura”, dijo la directora Adriana Abraham, quien explicó que el centro se sostiene gracias a la comunidad, los socios y los voluntarios. “Tratamos de que cada proyecto tenga una fuente de financiamiento. Muchos de los programas son autosustentables, por ejemplo, el de textil o gastronomía. Las chicas producen en clase y vendemos acá mismo la comida y con eso compramos la materia prima para que sigan aprendiendo”, contó la directora.
Por otro lado, proyectos como “El club de emprendedoras” lo financia la Fundación Hidrovías. “Convivamos en Paz”, que es el programa para niños y adolescentes que han sufrido o han sido testigos de violencia doméstica, lo financia la Fundación Itaú. Sin embargo no tienen convenios con el Estado. La única forma oficial que tienen en la actualidad para sostener esta obra es con donaciones de empresas a través de los beneficios fiscales. Aquellas instituciones que quieran promover el trabajo, el desarrollo y la dignidad humana, pueden contactarse a través de la web de Ceprodih https://ceprodih.org/
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