Este fue un año fructífero para UTE, donde hubo una mejor producción de energías renovables pese a las dificultades relacionadas a la sequía. Por otra parte, se destaca que el consumo interno aumentó un 5,5% respecto al año anterior, según dijo Emaldi entrevistada por La Mañana. Además, la jerarca relató cómo se encuentra la construcción de la línea de transmisión entre Salto y Tacuarembó y habló sobre el rol de la empresa pública en la agenda del hidrógeno verde.
¿Qué balance hace del 2022 en términos de generación, distribución y precios de energía?
Este año, si bien seguimos con el efecto de la sequía y está estimado que hasta abril del año que viene no van a retornar al Uruguay las lluvias normales, tuvimos una mejor producción de energías renovables. Cerrado noviembre tuvimos un 91% de producción de fuentes de renovables entre hidráulica, solar, eólica y biomasa y un 9% de térmica. Esa generación térmica se dio sobre todo entre enero y abril e implicó un gasto importante de combustible del orden de los US$ 240 millones. En diciembre se está dando otra compra relevante porque hay poca producción de Salto Grande por la falta de lluvias. Probablemente, el gasto de combustible va a cerrar cercano a los US$ 300 millones.
Por otra parte, la demanda interna creció en el orden del 5,5% respecto al año anterior en todos los sectores. Se dio un incremento menor en el sector industrial porque en el 2021 había crecido mucho, pero en estos últimos meses está teniendo un aumento. Esto está demostrando que el país se está reactivando.
A su vez, las exportaciones, si bien este año estuvieron más del 95% dedicadas a Argentina, desde el punto de vista del programa financiero, al cierre de noviembre llegamos a unos US$ 220 millones, lo que superó en US$ 90 millones lo que habíamos previsto.
¿Cómo van a ser los resultados de UTE este año?
Cerrado el balance a setiembre tuvimos resultados positivos de US$ 230 millones. Ese número cuando cierre el año va a bajar; seguramente las ganancias de UTE estén en el entorno de los US$ 160 millones en 2022 porque en el último trimestre hay importantes pagos que tienen que ver con inversiones, pero también con la compra adicional de combustible que comenté recién.
¿Cómo progresa la construcción de la línea de transmisión entre Salto y Tacuarembó? ¿Para cuándo se estima que esté lista?
La fecha prevista es setiembre del 2024. El arranque de las obras costó, pero en este momento están a buen ritmo. Incluso la empresa china CMEC (China Machinery Engineering Coporation) ha acordado con el Ministerio de Trabajo y con las compañías que están trabajando en la obra que pueden trabajar y se tomarán más adelante la licencia. La idea es recuperar algunos atrasos que tuvieron al inicio para estar en el nivel de cumplimiento de la obra en enero.
En este momento se están haciendo las excavaciones necesarias. Hay que instalar torres y además hay que hacer una estación en Chamberlain y otra en Melo, con unos 370 kilómetros de línea. Es la mayor obra en el período gracias a un fideicomiso que hemos realizado con Rafisa, se estará construyendo con US$ 90 millones de inversión y la previsión es que trabajen entre 900 y 1000 personas que deben cumplir las normas establecidas en el pliego en cuanto a la mano de obra nacional. Además, todos los permisos de construcción de distintas intendencias están avanzados.
Luego de una etapa inicial de ajuste, coordinación entre los equipos de UTE y de la empresa CMEC y el avance, podemos decir que la obra va al ritmo adecuado. Implica un seguimiento muy rigoroso dado que es muy compleja, en forma mensual, donde participan las autoridades de China y yo, y hay reuniones semanales entre los equipos de ambas compañías. Creemos que se va a desarrollar de acuerdo a lo esperado.
¿Qué participación tiene UTE en la agenda del hidrógeno verde? ¿Requerirá este plan aumentar la instalación de parques eólicos y solares?
UTE viene trabajando en el grupo interinstitucional que lidera el Ministerio de Industria (MIEM), junto a Ancap y la ANII, que hizo la convocatoria a los proyectos piloto que se van a desarrollar, utilizando un fondo sectorial al que se le han destinado unos US$ 10 millones entre el MIEM y ANII para promocionar estos primeros proyectos. El trabajo de UTE ha estado centrado en particular en la disponibilidad de la energía renovable; son proyectos de hidrógeno verde, por lo cual deben ser producidos con energías renovables.
Algunos proyectos requieren el 100% de la energía de UTE y otros van a instalar parques eólicos o solares, y además van a requerir en todos los casos energía de respaldo de UTE. Estamos interactuando a través del MIEM y ANII con estas propuestas. La ventaja que tienen estos proyectos de hidrógeno es que no necesariamente van a consumir energía las 24 horas, algunos pueden usar la energía en los horarios que no son de punta, y eso hace que puedan tener precios más competitivos porque pueden, a través de automatismos, hacer que el proceso de electrolisis del agua que realizan esté alineado al momento donde hay mejores precios de la energía. Se viene trabajando en eso.
A su vez, UTE está evaluando tener un grupo interno de trabajo para hidrógeno verde, porque una de las líneas de su plan estratégico es la descarbonización, donde está la movilidad eléctrica, el seguir sustituyendo usos a nivel de la industria y comercio, y la línea de hidrógeno verde, tanto en lo que respecta a participar en los proyectos que se están desarrollando en el país como a la posibilidad del uso de hidrógeno para la propia producción de energía de UTE.
En el mundo, los fabricantes de turbinas de las centrales térmicas están trabajando en un proceso de reconversión de esas turbinas para que, en vez de usar gas o gasoil, por ejemplo, utilicen hidrógeno o combustibles sintéticos producidos a través del hidrógeno y otros componentes, y entonces hacer que también la generación térmica sea considerada renovable, o sea, no contaminante. Eso todavía está en etapa experimental en algunas instalaciones a nivel internacional y en el mediano plazo es uno de los temas que UTE va a ir evaluando, no para este período sino para los próximos.
¿Se están haciendo gestiones con Argentina para algún tipo de acuerdo de importación de gas natural? Eso generaría grandes beneficios para la planta de ciclo combinado, diseñada para operar con gas, pero hoy quema gasoil. ¿No sería una forma barata de reducir emisiones?
Efectivamente, eso ya se viene trabajando desde hace un tiempo desde el MIEM y UTE. La realidad es que Argentina, si bien produce mucho gas en Vaca Muerta, tiene un cuello de botella para que el mismo llegue a Buenos Aires y de ahí a Uruguay a través del gasoducto Cruz del Sur. Por eso en prensa ha habido varios anuncios de que Argentina está previendo la construcción del nuevo gasoducto Néstor Kirchner, para que llegue ese gas que está en el sur a Buenos Aires para el uso propio de la capital argentina, y que pueda también llegar a Uruguay. Hoy el gas que llega a Buenos Aires es menos del que requiere, por lo cual no están autorizando ninguna exportación. Si bien nosotros tenemos contratos con productoras de gas argentino, no se están pudiendo ejecutar porque no hay moléculas de gas que puedan llegar a Uruguay, dado que ni siquiera están llegando en el volumen que requiere Buenos Aires.
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