Estados Unidos ha hecho un cambio de paradigma y estrategia, buscando reconstruir bases de su liderazgo con un importante viraje, promoviendo políticas industriales y subsidios estatales. Esta posición tiene como objetivo volver a ganar el liderazgo perdido ante el dominio de China en sectores estratégicos muchos que originalmente le habían pertenecido. El país está teniendo dificultades a nivel macro y ha perdido sus niveles de competitividad y liderazgo en sectores claves, teniendo hoy dependencia de la producción china de semiconductores, entre otros insumos para sectores claves.
De esta forma parece generarse una contradicción entre lo que se promueve a nivel internacional, buscando un orden mundial que rija el comercio y dé garantías basado en reglas, y las medidas que se adoptan para poder volver a ganar en competitividad y autonomía.
Analizar las declaraciones y discursos de Gina Marie Raimondo, secretaria de Comercio de Estados Unidos desde 2021, muestran esta realidad y la búsqueda de justificar la implementación de estas políticas industriales.
En su discurso en el MIT defiende que existe un esfuerzo con la aprobación por parte del Congreso del Bipartisan Infrastructure Act, CHIPS and Science Act, y el Inflation Reduction Act que “representa más de US$ 1 billón de inversión en Estados Unidos. Un compromiso único en una generación con la innovación, la tecnología, la fabricación, la capacitación de la fuerza laboral y la infraestructura, incluida la banda ancha, que necesitamos para garantizar nuestra competitividad futura y seguridad nacional”. La presidencia de Biden lo ha denominado una “estrategia industrial moderna”, un “enfoque arraigado profundamente en la historia de Estados Unidos”, desde el informe sobre los fabricantes de Alexander Hamilton hasta el ferrocarril intercontinental del presidente Lincoln, pero calibrado para los nuevos desafíos y oportunidades del siglo XXI”.
En este contexto se defiende que la inversión pública es la “columna vertebral” de una base industrial y de innovación en la economía global del siglo XXI. Y que es necesario coordinar y establecer reglas con los socios estratégicos, como la UE, que por su parte han manifestado sus críticas y preocupaciones. Hay una búsqueda de fortalecer lazos económicos entre aliados y socios para disminuir otro tipo de dependencias como la que existe hoy con China.
Pero el planteo es aún más abarcativo y Raimondo además destaca la importancia del sur global. “Sin embargo, no es suficiente trabajar con nuestros aliados y socios tradicionales para establecer los estándares para la economía global del siglo XXI”, dice. “También nos involucramos más profundamente con las economías emergentes vibrantes del sur global para satisfacer su deseo de crecimiento que sea sostenible, de base amplia, inclusiva y transparente”.
No deja de llamar la atención el mensaje publicado en la cuenta oficial de la secretaria de Comercio con motivo del saludo de fin de año en el que destaca la importancia del hemisferio sur. “Mientras miramos hacia atrás el 2022, y esperamos lo que está por venir”, nunca ha “tenido más confianza en lo que el pueblo y la economía estadounidenses pueden lograr”.
Sumado a la claridad en los discursos y las medidas que se vienen imponiendo desde la administración Biden, las políticas industriales se manifiestan como claves para el desarrollo, y mirando cómo los diferentes modelos de éxito han tenido como base un Estado, invirtiendo, generando incentivos y atendiendo la diversidad de realidades. Y a la vez apuntando a la educación y la formación laboral como aspectos destacados para la contribución de la innovación, con búsqueda de autonomías en sectores estratégicos como energía y tecnología, entre otros.
Un escenario global de recesión y marcado de incertidumbres configura un contexto de alertas para economías como la uruguaya; más en una realidad cambiaria que viene comprometiendo la competitividad y que puede modificarse de forma abrupta. Se debe tener múltiples cuidados y resguardar tanto los impulsos aperturistas como grandes anuncios sin estrategia, en términos de cuidar todos los mercados, así como las debilidades en términos de competitividad más en un país pequeño, abierto al mundo con un tipo de cambio desacoplado del mundo.
TE PUEDE INTERESAR: