La Embajada de Argentina ha cumplido un importante papel en lo que concierne al comercio bilateral, sobre todo, en cuanto a la captación y asesoramiento de potenciales inversores, según dijo a La Mañana su titular, Carlos Enciso. Por otro lado, el diplomático conversó sobre la visión aperturista de Uruguay y los matices con el país vecino en la materia, y destacó las posibilidades que existen de profundizar la interconexión energética en la región.
¿Cómo ha sido el desarrollo de proyectos de inversión en conjunto con Argentina?
La embajada, fundamentalmente pospandemia, ha tenido un rol bastante activo en los temas vinculados al comercio bilateral, a la captación y asesoramiento de potenciales inversores, sobre todo exportadores, operadores y todos los que nos han solicitado diferentes gestiones frente a organismos como la Secretaría de Comercio con respecto a algún enlentecimiento de permisos, por ejemplo, y hemos tenido una buena respuesta. También hemos tenido un rol activo en asesorar e informar a distintos actores económicos argentinos que han visto a Uruguay como un punto de desplazamiento, de inserción operativa, que va desde consultas sobre cadenas comerciales, venta de alimentos, hasta condiciones favorables.
¿En qué rubros?
En rubros como agronegocios, real estate, tecnologías de la información, entre otros. Eso va en el marco del gobierno liderado por el presidente Lacalle, que ha generado esa actitud de apertura para la inversión. A esto se le suma la variable histórica que siempre es bien vista de la certeza jurídica y el ambiente de negocios positivo que hay en función de las variables macroeconómicas consolidadas y un sistema político institucional que da certezas y tranquilidad a largo plazo. Una pequeña parte de estas cuestiones pasa por la embajada y otras por una gama diversa de contactos, gente que está desarrollando servicios de asesoramiento u organismos que están captando esas oportunidades. Algunas se están concretando, otras están en carpeta, otras están vinculadas a solicitudes en diferentes organismos y gobiernos departamentales, y en esa etapa primaria vamos canalizando.
Usted tuvo un rol importante en la reapertura del Frigorífico Florida por parte de inversores argentinos. ¿Cómo fue ese proceso?
Si bien el Grupo Lequio ya estaba interesado en el frigorífico, al enterarnos nos conectamos, nos pusimos a las órdenes, tuvimos varias entrevistas en la embajada y en sus oficinas en Rosario. Ayudamos al nexo con las autoridades departamentales, con el Ministerio de Ganadería, con el Banco República (BROU). Vimos con buenos ojos la posibilidad de volver a contar con un frigorífico importante para el departamento, con la perspectiva futura de tener 250-300 trabajadores y procesar 350-400 reses diarias bovinas. El proceso fue en Florida, pero lo hubiéramos hecho para cualquier departamento del país.
¿Cómo define actualmente la relación entre Uruguay y Argentina? ¿Hay margen para profundizar los vínculos?
La relación es muy buena, siempre es perfectible y mejorable. Hay cuestiones que están encaminadas históricamente de buena forma en las comisiones bilaterales, por ejemplo, las que administran nuestros ríos en común, con las que hemos hecho reuniones. La Comisión Administradora del Río Uruguay hoy tiene un tema prioritario para nuestro gobierno como es el avance de la construcción del puente Monte Caseros-Bella Unión. Hemos generado con los diplomáticos de la embajada la participación de diferentes eventos, encuentros, y hemos tenido un rol bastante activo. Hay temas comerciales de agenda bilateral. En términos generales, la relación es buena, con los matices de público conocimiento en algunas concepciones de cómo mejorar el Mercosur y cómo en paralelo insertarse, como ha dicho nuestro presidente, en el contexto complejo del comercio internacional.
¿Qué perspectivas ve para el Mercosur con el cambio de gobierno en Brasil? ¿Hay chances de revigorizar la alianza regional? ¿Esto traería oportunidades para Uruguay?
Va a ser positivo en cuanto a que va a tener un protagonismo y una impronta fuerte en la agenda internacional, independientemente de los instrumentos y objetivos inmediatos que pueda tener cada país en el seno del Mercosur. Nosotros mantenemos nuestra postura de apertura y es claro que por la envergadura de los dos países más grandes en lo económico tienen esa visión más proteccionista. Son discusiones que se van a enriquecer. Además, el acuerdo con la Unión Europea al cambiar la administración en Brasil puede redireccionarse en algo que ha sido esperado durante muchos años y ahí hay que poner un poco de acento. No está fuera de todo este análisis la virtuosa visita de nuestro presidente en el cambio de mando con los dos expresidentes que lo acompañaron, Sanguinetti y Mujica, donde este último puede tener en clave país un rol importante; debe mostrar que estos temas no solo son de nuestro gobierno, sino que la visión de Uruguay tiene un respaldo de políticas de Estado de todos los partidos que han gobernado desde la democracia para acá.
La semana pasada, el excanciller Sergio Abreu en una entrevista con La Mañana enfatizó en la importancia de desarrollar estrategias energéticas a nivel regional en lugar de individuales como parece ser que está ocurriendo. ¿El desarrollo del sector gasífero y el gasoducto que llegará a la provincia de Buenos Aires podrían ser una oportunidad de consolidar la integración que ya existe por ejemplo con Salto Grande? ¿Hay alguna iniciativa bilateral en ese sentido?
Ha existido un permanente contacto con las autoridades de Energía. Tiempo atrás estuvimos con la presidenta de UTE, Silvia Emaldi; el presidente de Ancap, Alejandro Stipanicic; el ministro de Industria, Energía y Minería, Omar Paganini; el subsecretario Walter Verri y el director de Energía, Fitzgerald Cantero, en reuniones de importancia a tales efectos. Allí quedaron algunas líneas de trabajo técnico. Después hubo un cambio del ministro y de las autoridades de Energía (de Argentina), por lo cual tenemos pendiente seguir conversando estos temas.
A nivel del gas hay un proceso de construcción del gasoducto que llegará a la provincia de Buenos Aires y al litoral argentino. Cuando se tenga esa capacidad Uruguay puede y debe tener una actitud activa para profundizar acuerdos de largo plazo y ser parte de la nueva conectividad. Es un tema de agenda. Para nosotros es interesante estar cerca de ese proceso. Con la demanda mundial es una obra clave para el desarrollo energético argentino.
Cabe destacar que hace poco facilitamos un convenio entre la gobernación de Jujuy y el ministro de Industria para involucrarnos en las virtudes del desarrollo que va a tener el norte argentino con la nueva explotación de litio. En nuestra agenda y la del gobierno está la interconexión y la mayor profundización energética, ni hablar el tema del gas, que ya ha habido obras de conectividad, pero hay que darles más volumen y más certezas.
Recientemente en un evento del BROU el Cr. Enrique Iglesias advirtió que sería riesgoso quedar a espaldas de nuestro vecino tradicional. ¿Cómo lo ve?
Sí, en ese evento en el que participamos quedó claro que la inserción de Uruguay al mundo no es contrapuesta a la integración histórica mercosuriana. Es así que nosotros estamos vendiendo energía eléctrica a Argentina y Brasil desde hace años. Esto es de ida y vuelta y hay un potencial importante para crecer. Obviamente, esto implica actualizar algunas negociaciones de largo plazo y de fondo con Argentina. Está claro que estamos en un año que inicia que va a ser movido por lo electoral y eso a veces es complejo para poder avanzar.
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