Me estoy reponiendo del sabor amargo de la Copa del Mundo y volviendo al fútbol terrenal.
Enero presenta como todos los años, una profusa actividad que permite a varios equipos uruguayos cotejar fuerzas con equipos extranjeros y también entre sí.
Al contrario de lo que suele suceder en los últimos años los clubes grandes salieron a competir en el mercado por futbolistas que al menos en los papeles parecen ser bastante más que lo que se contrató en años anteriores.
De todas maneras hay contrataciones y contrataciones.
En el caso de Peñarol al momento de escribir estas líneas están confirmado Abel Hernández, Carlos “Pato” Sanchez, Leonardo Coelho y Sebastián Rodriguez. Podrían sumarse Matías Arezo y/o Diego Rolan, y alguno más.
En Nacional contrataron nueve futbolistas entre los que se destacan, en mi concepto, Diego Polenta y Gastón Pereiro. Ambos ex Nacional. El arquero Ichazo, el colombiano Bocanegra, el argentino Noguera, Federico Martinez que se desgarró, el exaurinegro Perg, Montiel que viene de River y el hijo de Ojota Morales, Lucas son las otras incorporaciones ya confirmadas.
Concentremos nuestra atención en aquellos con una trayectoria que les permitió llegar a selección uruguaya.
El caso del “Pato” Sanchez es el más claro con palmarés internacional. Jugó tres de los cinco partidos del Mundial de Rusia 2018, además de haber sido jugador importante en la Sudamericana y Libertadores de 2014 y 2015, ganadas por River de la mano de Gallardo. También hay que destacar que fue Campeón en México en 2017 y en Santos de Brasil estuvo cinco temporadas en donde llegó a convertirse en su capitán. Una dura lesión lo alejó varios meses y posteriores estudios cardiológicos llevaron a Santos primero a no tenerlo en cuenta y luego a propiciar su salida.
Si observamos los años de sus principales actuaciones, son entre 2014 y 2020. Queda claro que el tiempo ha pasado y sus 38 años de edad más la falta de continuidad le podrían jugar una mala pasada. Habrá que ver. Es un futbolista muy querido y respetado por todos.
Abel Hernández tuvo un pasado muy corto por Peñarol hace 14 años y retorna. Jugó en varios países del mundo y fue parte de la selección uruguaya campeona de América de 2011. Viene jugando y marcando 11 goles en el campeonato mexicano. Tiene 32 años y físicamente parece estar en forma. Su simpatía es contagiosa y su capacidad goleadora se vio en la selección en donde, jugando relativamente poco, conquistó 11 goles con la mayor y 9 con la sub-20 en partidos oficiales.
Diego Polenta tiene pasta de capitán para Nacional. Tiene 30 años y como juvenil fue uno de los mejores de su generación pero no pudo concretar llegando a la mayor, si bien tuvo alguna convocatoria en 2011. Participó con la celeste en los Juegos Olimpicos de 2012 en Londres y su mayor enemigo ha sido su dificultad para mantenerse en peso. Es querido e idolatrado por gran parte de la hinchada de Nacional aunque le ha costado mantener regularidad. Fue campeón uruguayo en 2016 y 17. Estuvo en el club de sus amores entre 2014 y 18 para luego retornar unos meses en 2021.
Gastón Pereiro viene del Cagliari que está en la B y no lo tiene en cuenta. Llega con 27 años y parece ser el más vigente de todos los mencionados, al menos por edad. En la selección en 13 partidos hizo 5 goles y el último fue en la hora ante Ecuador por la última para rescatar dos puntos de oro que se escapaban de local. Producto de la cantera tricolor, jugó 60 partidos entre 2012 y 2014 donde hizo 13 goles. Renunció a un importante dinero que tenía asegurado en Italia a pesar de no jugar y retornó emocionado recordando a su padre que falleció hace unos meses. Seguramente su deseo de estar con su familia y volver a tener minutos en una cancha fue clave. Su amor al club ha generado enorme expectativa.
Todo es ilusión, incertidumbre y especulación. La situación económica de los clubes uruguayos hace dudar de todo. Jugadores de enormes condiciones, si vienen a Uruguay, sería porque no están en su mejor momento. Si tienen gran trayectoria sería porque los años han pasado y pesan. Si superan los 35 años de edad sería porque ya no tienen lugar en otros mercados de mayor nivel.
Esas son las dudas razonables. Desde hace 30 años o más, el futbol uruguayo –coincidiendo con la sequía de triunfos internacionales clubistas– se ha caracterizado por ser un fútbol exportador. Eso llevó a que nuestra Liga esté llena de jugadores muy jóvenes e inexpertos o de futbolistas que retornan al país para jugar sus últimos partidos.
Nos ha faltado la generación del medio. La que va de los 20 años a los 32. La que llega a su madurez entre los 26 y 29 años. De esas edades es imposible que nuestra liga cuente con jugadores, por ejemplo, de nivel de selección.
No es casual que en el último Mundial solamente dos jugadores hayan salido del medio local, como Rochet y Suárez. Y todos sabemos lo que tuvo que pasar para que el gran goleador viniese. Ya sobre el final y casi fortuitamente entró un tercero que fue el “Pumita” Rodríguez. Con ellos Nacional ganó el campeonato uruguayo con la fusta bajo el brazo, pero no le fue suficiente para lograr destaque internacional. Es que, por ejemplo, Suárez llegó para la Sudamericana, tarde en fecha calendario y tarde en edad. Con 35 años ya no es el mismo que cuando fue, por ejemplo, el goleador de la Copa del Mundo de clubes de 2015 para Barcelona.
Sanchez con 38 años está en la edad de quienes vienen a retirarse a su país, Abel Hernandez con 32 parecería más vigente, Polenta a los 30 tiene la edad ideal, pero si somos malpensados, por algo vuelve, y Pereiro con 27 debería tener todo para brillar, pero llega con poco fútbol y por apenas seis meses en principio.
Realmente es todo incógnita. Nada me sorprenderá. Son los cuatro futbolistas de gran calidad, pero habrá que ver cómo están ahora.
Peñarol tiene por delante un partido mano a mano con River uruguayo para definir quién entra en fase de grupos de la Sudamericana. Parece estar armando un equipo que además tiene juveniles que entusiasmaron en el primer partido ante Estudiantes y del cual se puede esperar que presente buena lucha en una copa que lo tuvo como protagonista hace dos años.
Nacional tiene por delante la Copa Libertadores como campeón uruguayo. Se le fueron cinco jugadores titulares y habrá que ver cómo responden los que quedaron junto a las incorporaciones. El objetivo es pasar la fase de grupo y a partir de allí hay que ligar en los cruces. La Libertadores parece estar fuera del alcance de todos menos de cuatro o cinco clubes brasileños y en los últimos años apenas Boca o River intentar salvar el orgullo argentino venido a menos a nivel clubista.
El campeonato local será seguramente emocionante, es largo, y estamos recién en el comienzo.
El fútbol nuestro de cada día nos espera y desde acá lo seguiremos para dar nuestra opinión. Mi idea no es acertar sino interpretar los mensajes que nos lleguen desde la cancha con la consabida crueldad futbolera en donde el que gana siempre tiene la razón.
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