El mercado de trabajo es uno de los más relevantes a nivel de la economía por su vínculo con otros mercados, así como con variables claves tanto a nivel social como macroeconómico. Entender su funcionamiento puede ser una clave fundamental para mejorar el diseño y la eficiencia en las políticas económicas. Un ejemplo de referencia es el caso de Japón y su “estructura dual” de trabajo.
Varios autores hay puesto a Japón como el caso más extremo de mercado dual de trabajo siguiendo el planteo de Doeringer y Piore en su libro Labor Markets and Manpower Analysis, uno de los pioneros en este tema. Los mercados duales son economías donde existen dos mercados con características bien definidas y se identifica a Japón como el caso más representativo por lo que vale la pena analizar su estructura y interacción con otros parámetros de relevancia.
Japón consta de dos tipos de empleo con diferentes características: empleo regular con baja movilidad laboral –que se conoce como “lifetime employment” o “empleo de por vida”– y otro no regular caracterizada por la inestabilidad laboral. Los determinantes de los salarios difieren entre los dos tipos de empleo. Si lo miramos en términos de tendencias en Japón, un aspecto a destacar es que, desde una lógica de largo plazo, en los últimos 30 años el mercado no regular ha venido en crecimiento jugando en el comportamiento de los salarios, ya que estos son generalmente más bajos que los de los empleados regulares, presionando a la baja de los salarios nominales a nivel nacional. La tendencia había sido parte de medidas orientadas al mercado de trabajo y vistas en particular desde el sector empresarial como un elemento de aumento de la competitividad, pero la realidad económica es compleja y con combinaciones inimaginables.
En una reciente presentación de Koruga Haruhiko, presidente del Banco de Japón, en la Federación Empresarial denominada “Hacia el logro del objetivo de estabilidad de precios de manera sostenible y estable, Acompañado de aumentos salariales”, se plantea este tema en profundidad. Haruhiko destaca que el aumento en la proporción de empleados no regulares ha empujado a la baja los salarios nominales promedio en Japón, frenando su crecimiento. Desde mediados de la década de 1990, la percepción de las empresas de un exceso de empleo regular se fortaleció significativamente durante el proceso de ajuste desencadenado por el colapso de la burbuja económica, y el número de empleados regulares siguió una tendencia a la baja. El empleo no regular llenó la brecha resultante o siguió creciendo aún más, de modo que la proporción de empleados no regulares aumentó a un ritmo acelerado reflejando los esfuerzos de las empresas para retener los recursos humanos en respuesta a la creciente escasez de mano de obra, que son resultados del crecimiento económico.
Si bien ha tenido un aumento en la oferta de trabajo producto de la mayor participación femenina y trabajo de personas más adultas, han sido elementos positivos para apalancar el crecimiento económico. El aumento en la oferta laboral ha impulsado los ingresos de los empleados en general y ha tenido un efecto positivo en el crecimiento económico. La composición del mercado en estos dos grandes segmentos tiene implicancias en las tendencias salariales. Los comportamientos son bien variados en función de los grupos etarios, los sectores, los empleos de tiempo parcial y completo.
El desempeño del empleo en contextos económicos determinados ha generado efectos sobre los salarios, que a la vez afectan los precios y las variables económicas relevantes. Los tipos de empleo, la trayectoria y la permanencia son claves en la estabilidad del mercado de trabajo, los niveles salariales y con efectos sobre precios y otros mercados de relevancia.
Entender la importancia de los comportamientos de los mercados de trabajo es clave en diferentes niveles. La estabilidad en el empleo, las tendencias claras en los salarios pueden ser aspectos de suma relevancia de la estabilidad económica. Uruguay tiene un mercado de trabajo regular y otro con mayores variaciones, pero a diferencia del caso planteado, existen diferencias fuertes en productividad y más allá de la negociación salarial en los salarios. A la vez, existe diversidad de realidades dentro de los mercados de trabajo que requieren de medidas y abordajes particulares, en especial atendiendo a mercados incompletos que hacen a los tipos de población de menores recursos y menos calificados.
*Economista
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