El presidente de ANEP dijo que “tenemos que mejorar la formación educadores” y que es un “sentimiento común volver a poner en valor la formación, la honra, el prestigio, el privilegio de tener un título de maestro, de tener un título de profesor”.
Este martes, en un acto realizado en el salón de eventos del Palacio Legislativo, 23 directores y subdirectores tomaron posesión de sus cargos 23 luego radicar efectividad a partir de seis concursos realizados durante 2022 para dirigir los centros e institutos dependientes del Consejo de Formación en Educación (CFE) en todo el país.
Durante la ceremonia, que contó con la presencia de las máximas autoridades de la educación pública y legisladores, también se hizo entrega de un reconocimiento a siete directores que se jubilarán.
El presidente de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), Robert Silva, destacó la trascendencia de los docentes: “Todo sistema tiene como techo máximo la calidad, el desarrollo profesional, el humanismo que tienen nuestros profesionales, nuestras maestras, nuestros profesores, nuestros educadores”.
Destacó la “riquísima y vasta historia de la formación docente de nuestro país, de la cual nos sentimos legítimos herederos y sumamente orgullosos. Estamos aquí para fortalecerla, para proyectarla, impulsarla”.
Los desafíos que tenemos “son muchos, el primero es reivindicar el trabajo articulado con el Ministerio de Educación y Cultura (MEC). Somos celosos guardianes de nuestra autonomía, no le cedemos la derecha a nadie en defensa de la autonomía de la administración de la educación pública de este país”, no obstante, “somos conscientes de que existe un ecosistema en donde el MEC juega un rol protagónico. Y en donde, además, en lo que hace a la formación docente, a la titulación universitaria de nuestros docentes, de acuerdo al marco normativo aprobado y ratificado en consulta pública, es el que rige, y nosotros resolvimos que nos vamos a presentar. Si siempre ha sido necesario articular y coordinar con el MEC y no estar en veredas separadas, ahora lo es muchísimo más en lo que a la formación de educadores se refiere. Estamos transitando un diálogo y un trabajo coordinado y articulado”, aseguró.
“La competencia del MEC para el reconocimiento universitario del título, y nosotros para el reconocimiento constitucional, cuya competencia tenemos para el ejercicio de la función docente. El reconocimiento que el MEC hará no será un mero reconocimiento por sí y ante sí, sino que será el reconocimiento al trabajo de esos tantos docentes que se han esforzado mucho tiempo para concretar este plan”.
Planteó que “la formación educadores en este país tiene que cambiar, la tenemos que mejorar”, y en ese objetivo, “a la enorme mayoría de los que están en nuestros 32 establecimientos de formación en educación, nos une ese sentimiento común de volver a poner en valor la formación, la honra, el prestigio, el privilegio de tener un título de maestro, de tener un título de profesor”.
“Por eso este es un momento trascendental, porque después de más de una década hay un concurso de oposición libre con tribunales externos que vienen a zanjar una deuda, para dar estabilidad a nuestros directores de Formación en Educación, para construir un proyecto profesional, universitario, en nuestros establecimientos educativos en clave regional. Es una buena cosa que eso esté pasando”.
“Esto recién comienza, nos vamos a presentar al reconocimiento universitario y tendremos que transitar diversos desafíos, asumirlos”, concluyó.
Prof. Pizzichillo: “La formación docente existe desde 1827”
Por otra parte, el presidente del CFE, Prof. Víctor Pizzichillo, subrayó que “la formación docente es el corazón del sistema educativo”, y para que haya república “se debe formar a los republicanos”.
Pizzichillo destacó que hace 13 años del último acto en el que asumieron directores efectivos, y lo hicieron también en el Palacio Legislativo, por eso la elección de ese “augusto espacio, símbolo de nuestra democracia representativa y republicana”. Esta instancia meritaba que también ocupara ese lugar, “donde la mayoría del cuerpo directivo de los institutos de formación docente radicó su efectividad en un concurso de oposición libre”; concurso en el que “cada uno de los participantes demostró sus competencias, sus conocimientos, su dedicación y su compromiso con la formación en Educación”, expresó.
La formación docente “no es nueva” en el país, existe desde 1827, lo que demuestra que es un área que ha generado la “preocupación de los gobiernos y es política de Estado desde el inicio”.
“No existe república si no existe formación de los republicanos”; y la formación docente está presente en todo el país “no desde hace 15 o 20 años, sino desde hace más de 100 años, llegamos a todos los lugares del país y hemos logrado que en nuestro sistema educativo y particularmente en Primaria, desde hace muchísimos años, todos quienes ejercen tienen la obligación de tener un título docente”, una característica que “nos ha hecho únicos”.
Esa situación “nos hace especialistas en el tema, conocedores de la realidad. Tenemos las competencias y las credenciales para decir cómo se forman los docentes y para construir nuestros planes de estudio. Nosotros opinamos sobre la formación docente, no sobre otras carreras. Sí, opinamos sobre cómo se debe formar un maestro, cómo se debe formar un profesor, cómo se debe formar un maestro técnico, cómo se debe formar un educador social. Porque es nuestra competencia y nuestra especificidad”.
Desde ese lugar es que “hemos trabajado en la construcción de nuevos planes de estudio, que son el resultado de diez años de trabajo en la formación docente”. “También en la formación docente se hace investigación y extensión, pero desde otro lugar, desde la especificidad que tenemos. Eso nos hace únicos, nos hace diferentes” y permite que los nuevos desafíos se asuman como ocurrió con la construcción de “un nuevo diseño curricular”, añadió.
Ese diseño curricular “sintetiza la integralidad de la formación docente, principio histórico y tradicional en toda la formación, con la existencia de trayectos formativos” y con el docente como “quien transmite la cultura pero también como constructor de cultura”, porque “tiene una doble función” que lo pone “en una tensión permanente entre el cambio y la permanencia”.
La práctica es una instancia de esa formación en permanente adecuación, y seguramente los nuevos planes “se adecuarán, readaptarán y darán respuestas a las necesidades actuales de los docentes, pero también ofrecer las competencias para poder seguir aprendiendo y desempeñarse profesionalmente en un mundo que aún no conocemos, porque quienes se inicien en esta formación en 2023 van a egresar en 2027, y si sumamos 40 años, ¿algunos de nosotros sabe cómo va a ser el mundo de aquí a 50 años?”, preguntó.
En todos los institutos del país
Pizzichillo señaló que “el nuevo diseño se va a desarrollar en todos los institutos del país, de una forma particular. No perdemos nuestro carácter de formación nacional, integral, única, sino que cada espacio del currículum se desarrolla según las características de esa institución, que estarán dadas por su plantel docente, por sus estudiantes, sus espacios físicos, su comunidad”.
“El CFE está abocado a lo que la Administración ha resuelto y la ley establece, que es la presentación de las carreras al proceso de reconocimiento universitario. Lo bueno es que los colegas que hoy asumen mucho tendrán para trabajar en estas cuestiones, mucho tendrán para liderar el proceso en sus centros educativos, mucho tendrán para trabajar con los docentes que vienen haciendo las etapas de formación continua para trabajar en el nuevo diseño curricular, que no es una capacitación, es una formación continua en la cual el foco y el objetivo son distintos. A ustedes les toca liderar los procesos de instrumentación y de construcción final de estos planes que no están acabados y sin más modificaciones, sino que paulatinamente en esos procesos de implementación aparecerán cuestiones que hay que ajustar y aparecerán otras que hay que incorporar”.
Finalizó señalando que “el desafío es de todos los que estamos en la formación docente sin importar el rol que desempeñemos; cada uno en su rol es fundamental para la concreción de este desarrollo curricular que es necesario, válido, y que se va a continuar adaptando a las nuevas realidades”.
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