Ante el comienzo del año lectivo en todas las ramas de la enseñanza, con un paro de actividades el lunes impulsado por ADES, el 8M por algunos colectivos feministas, reclamos por la reforma educativa y la sobrepoblación de alumnos en algunos centros, La Mañana entrevistó al Prof. Julian Massimo, consejero del CODICEN en representación de los docentes de Secundaria (CSEU PIT-CNT).
¿Cómo ha sido el comienzo de clases con las instancias de paro y los reclamos tanto en Montevideo como en el resto del país?
Todos los años el comienzo tiene sus problemas. Hemos estado en reunión con el Consejo Directivo Central en donde las inscripciones fueron un tema. Hay padres que no encuentran solución a que sus hijos son asignados a lugares diferentes. Hay preocupación ya que la dinámica de los responsables hace que sea difícil llevar a hermanos a diferentes centros por razones laborales, entre otras. Existió un problema informático en los trámites que a veces deja de lado las condiciones humanas.
Este año comienzo inicia en una nueva forma, pero creo que debemos esperar unos días para ver cómo se organiza todo. Ahora ya dejamos de lado la parte teórica para ir a la práctica. En Rivera, por ejemplo, tenemos un problema con las obras del Centro Maria Espínola, además del tema del director designado. Esperemos que se solucione, junto con otros temas.
Hay informes que marcan que existen 40 alumnos por salón, ¿a qué se debe esto?
En realidad, manejamos cifras preliminares, ya que tenemos que ver la cuestión demográfica. Decimos que tenemos 630 mil estudiantes en todos los subsistemas, aún quedaban 6000 estudiantes aproximadamente para ser ubicados. Hay lugares a los que las personas piden de forma especial, como las escuelas de tiempo completo. Yo insisto que esto tiene que ver con cuestiones que van más de lo informático, sino que a través de las personas. Un problema de este tipo son las familias que ven a sus hijos separados por el sistema informático, algo que el ciudadano no lo estaría entendiendo. La superpoblación tiene como origen la baja matrícula, que genera la concentración de alumnos. Somos un país envejecido, tenemos pocos estudiantes, pero esto debería ser una oportunidad para la educación ya que de esta forma se puede mejorar la calidad, pero estamos lejos de eso. Ha habido conflicto con personas encargadas de suministros que retrasaron el acceso a materiales que han tomado medidas, aún no profundas pero considerables. Sobre la malla curricular aún se deberá esperar.
Se discutió mucho la reforma educativa, ¿en qué quedó toda la polémica generada al respecto?
No es que nada haya pasado, debemos evaluar. La discusión fue teórica y dura, y ahora habrá que ver cómo se ve en la práctica. Muchas cosas que parecían que se iban a aplicar de forma profunda parece que no será así. Yo creo que debemos esperar. Hay una cuestión importante que es que las familias deben entender que los docentes harán el mayor de sus esfuerzos para promover el aprendizaje de los alumnos.
Parece que se están trayendo viejos reclamos de los docentes a la actualidad que generan conflictos. ¿Le parece que la gente ha demostrado que está cansada de todo esto?
Creo que aquí hay que pensar que los problemas de la educación secundaria no son exclusivos de los docentes, está en discusión la organización. Se han escuchado posturas y visto acciones dentro de la legalidad, pero no se puede atribuir la responsabilidad a los docentes. Habrá docentes que se encuadran en actos reprochables, pero son los más aquellos que hacen un esfuerzo; aquí hay muchos que hacen un esfuerzo importante por la educación.
En años anteriores se ha hablado de lo mismo, cuestiones edilicias, de trabajo. ¿Este año se verá nuevamente estos reclamos? ¿Se ha avanzado en eso?
Hay un esfuerzo insuficiente. El mantenimiento de los centros del país –que son casi 3000– no ha estado a la altura. El presupuesto debería ser bastante más. Estamos en un 4,6% del PBI cuando los demás países están por encima del 6%. En Brasil, por ejemplo, ya se está buscando mejorar. No es la única cuestión, pero sin lo presupuestal no podemos avanzar. Muchos aspectos de la reforma coinciden con las autoridades, pero instituciones que la han preparado como EDU21 entienden que con este presupuesto no se puede avanzar. La conflictividad respecto a los salarios e la infraestructura es permanente, aunque ésta se vaya solucionando de forma gradual. Las personas pagan los impuestos, pero aquellos que van a la educación, como el Impuesto de Primaria, deben ser siempre los más seguros porque se sabe a dónde van.
Se habla mucho sobre la educación que se privatiza, pero una serie de paros a veces motiva a los padres a cambiar a sus hijos de centros públicos a privados ya que estas medidas allí no suceden, a pesar de que se repiten profesores y maestros ¿Se discute esto a nivel sindical?
Hay una organización sindical en privados, que han hecho medidas cuando entendieron necesarias. Los errores de la fuerza sindical en el sector es un tema que genera dudas, yo personalmente no estoy de acuerdo con esta afirmación. Los que optan por la enseñanza privada están en su libertad, pero nosotros seguiremos luchando por la educación pública.
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