A pesar de los avances tecnológicos, el responsable humano siempre está. La diferencia es que con la tecnología las personas se exponen mucho menos a los químicos.
La Expoactiva Nacional cumple un rol fundamental en el agro nacional como vidriera de las tecnologías adaptadas a la producción. Una de esas tecnologías tiene que ver con la cada vez más amplia utilización de los drones para el cumplimiento de diversos trabajos.
AgTex, representante de drones Xag en Uruguay, es una empresa que lleva un año y medio en actividad, puede decirse que surgió en plena pandemia y a partir de entonces “construye un puente entre el avance de la tecnología en general y en particular aplicada a las tareas agronómicas”, señala en su página web.
Juan Rapetti, director de AgTex, dijo a La Mañana que la empresa tiene una base en San José y otra en Young, departamento de Río Negro, con una cobertura que llega a todo el país.
AgTex presta servicios con drones agrícolas a productores y empresas que así lo requieran, difundiendo la marca Xag y las cualidades positivas que tiene esta tecnología en las tareas de campo.
“Tenemos la representación, venta y soporte técnico de Xag, con la venta de básicamente drones y próximamente robots que no han llegado a Uruguay pero lo harán prontamente”, expresó.
Consultado Rapetti sobre el uso que se le puede dar al dron en un establecimiento agrícola dijo que ofrece aplicaciones agrícolas. “Los drones no son tan grandes como los aviones” y se lo puede ubicar en un punto “intermedio entre el mosquito o la pulverizadora”.
“La ventaja del dron es que es mucho más portátil que cualquiera de esas dos herramientas, a un valor bastante inferior y con capacidades bastante superiores en las aplicaciones, siembras o fertilización. O sea que su capacidad es la de hacer lo mismo que el avión o una pulverizadora terrestre; puede fertilizar sin inconvenientes”.
Además, hay equipos, como el Xag V40 “tiene un sistema que permite hacer algún tipo de relevamiento de cultivos”, aunque “no son equipos de alta performance para relevamientos”.
AgTex cumple la doble función de prestar el servicio requerido por el productor, y se también se vende el dron a quien tenga interés en comprar. “Nos ha pasado con más de un productor que nos llama para hacer un trabajo en 80 hectáreas y cuando estamos en la mitad, a las 40 hectáreas, se convence del buen trabajo que hace el dron y termina optando por comprarlo”, explicó.
Son equipos “muy automatizados que tienen una forma muy sencilla de operar, alcanza con que se planifique en el aparato la tarea que debe hacer y el equipo la resuelve”.
Además, con la venta del dron se incluye la capacitación en el campo: “El productor recibe las herramientas necesarias para poder volarlo sin problema, y normalmente en dos o tres días el interesado ya puede operarlo porque el sistema es muy sencillo”.
El funcionamiento del dron es con batería y se incluyen los cargadores o el generador, la ventaja de estos es que son de la misma marca y en pocos minutos queda pronta la batería permitiendo un trabajo continuo con el equipo sin necesidad de estar esperando que la batería quede cargada.
Entre las opciones, el equipo más chico es el V40, el único birotor del mercado, tiene un vuelo de pájaro por esas dos hélices, lleva 16 litros y 25 litros de espacio para las semillas; y el Xag P100 carga 40 litros o 60 litros (40 kilos) de espacio para la carga de semillas o fertilizantes.
Los robots agrícolas y menor exposición a los químicos
Rapetti agregó que los robots agrícolas tienen su uso en aplicaciones en montes frutales o vides, y llegarían en el segundo semestre de este año. Es una tecnología que ya se está usando en Australia y Japón.
Respecto al avance de la tecnología Rapetti destacó que ya no tienen marcha atrás, y consideró que a pesar de ese desarrollo el componente humano no puede faltar: “Siempre, detrás de las máquinas hay una persona que está pensando sobre cómo resolver y proceder, hay un montón de detalles que las máquinas aún no pueden resolver por sí solas y lo tiene que hacer el operador que va a ser el último responsable”.
La diferencia es que con esta tecnología “el operador del dron está parado al costado del campo sin tomar contacto o exponiéndose mucho menos a los productos químicos”, concluyó.
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