Fue en medio de un asado en Cerro Colorado. Un 17 de marzo del año 1997, Luis Lacalle Pou tomó una decisión que marcaría para siempre su futuro: eligió tirarse al agua y comenzar a hacer política. Por entonces, sus padres tenían otros planes para él. Un estudio en el exterior, luego de haber culminado su carrera de Derecho en la Universidad Católica del Uruguay, era la opción más conveniente según sus progenitores, pero Luis, un rebelde, como usualmente se define a sí mismo, les pidió que le dejaran tomar su camino.
Fue tal vez el comienzo de una carrera que empezó a tomar color tres años más tarde, cuando asumió como Diputado por Canelones para el periodo 2000–2005, siendo reelecto por el Herrerismo (movimiento iniciado por su bisabuelo), para el siguiente periodo 2005-2010.
Por esa época lanzó el sector político Aire Fresco –lista 400- en el departamento canario, el que luego se extendió a Montevideo con la lista 404. Ganó visibilidad y su carrera continuó en ascenso, al punto tal que en las internas del año 2009 su lista fue la más votada dentro del Partido Nacional en Canelones, a lo que se le sumó la presencia de su sector en nuevos departamentos, como Florida, Maldonado y Lavalleja, llevándolo a liderar una agrupación nacional.
En el año 2011, Lacalle Pou presidió la Cámara de Representantes, aumentando su perfil público, y dos años más tarde fue proclamado como precandidato a la Presidencia de la República por el sector Todos Hacia Adelante. Superó a Jorge Larrañaga en las elecciones internas del año 2014 y continuó haciendo campaña para ganar las presidenciales, pero en la segunda vuelta de ese año resultó derrotado por Tabaré Vázquez.
El ánimo se le fue al piso esa noche y fue su esposa, Lorena Ponce de León, quien lo alentó y animó a redoblar esfuerzos y continuar trabajando, tal como se lo había propuesto 17 años antes. En entrevistas brindadas, Lacalle Pou recuerda cómo fue “Loli” –como suele llamar a su señora- quien le hizo notar cómo había pasado de tener un seis por ciento de intención de voto dentro del partido a estar a punto de derrotar al primer Presidente de Uruguay por el Frente Amplio.
Cambió la estrategia, que antes había estado marcada “por la positiva”, se mostró más seguro y aseveró una y otra vez que él y su partido estaban prontos para gobernar. Pidió cinco años de confianza, recorrió todo un país, lideró un equipo y una coalición, y en los primeros minutos del lunes 25 de noviembre de 2019 se subió a un estrado donde, visiblemente emocionado, observó antes de comenzar a brindar el discurso tan esperado, el fruto de todo ese trabajo.
Luego de una larga velada, ceñida por un escrutinio que llegó incluso a dar en un momento empate técnico, y con los ojos y oídos de un país atento a cuáles serían sus palabras, Lacalle Pou prefirió la mesura y aguardar los datos oficiales de la Corte Electoral, aunque la tendencia ya lo consagra como el nuevo Presidente de la República electo.
De esta forma, con 46 años, Luis Lacalle Pou se convierte en el presidente electo más joven desde el retorno a la democracia. Y si bien podría pensarse que la decisión tomada en Cerro Colorado determinó el comienzo de su vida política, Lacalle Pou parecería estar signado desde su nacimiento a una carrera pública. Es el tercer hijo de un mandatario que llega al poder desde la creación del Estado; antes estuvieron José Batlle y Ordóñez, hijo del General Lorenzo Batlle; y Jorge Batlle Ibáñez, hijo de Luis Batlle Berres.
Su bisabuelo fue Luis Alberto de Herrera, caudillo por medio siglo del Partido Nacional. Su padre, Luis Alberto Lacalle, gobernó Uruguay en el periodo comprendido entre 1990 y 1995. Su madre, Julia Pou, conocida popularmente como “Julita”, fue senadora por el Partido Nacional entre los años 2000 y 2005. Es justamente por esta línea materna que su ascendencia llega hasta Joaquín del Pino, Virrey del Río de la Plata entre los años 1801 y 1804, de quienes sus descendientes, Brito del Pino, tuvieron roles destacados en la guerra por la independencia de Uruguay.
Siendo el segundo de tres hermanos, Luis Lacalle Pou se crio durante su infancia y adolescencia en Pocitos. Realizó sus estudios en el colegio y liceo British School, en el barrio Carrasco. En el año 1982, durante las elecciones de los partidos políticos, visitó su primer comité y comenzó a militar entregando listas del Partido Nacional.
Su residencia y su forma de vida cambiaron en el año 1990, momento en el cual se trasladó junto a su familia a la residencia de Suárez y Reyes, y eligió un altillo de la mansión donde estuvo días enteros, como forma de marcar esa rebeldía que siempre señaló. Sin embargo, a pesar de ser hijo del primer mandatario, Lacalle Pou reconoce que vivió una vida con normalidad y que nunca tuvo problemas de exposición, por lo que frecuentaba el Estadio Centenario con regularidad para alentar al club del que es hincha, Nacional.
Luego de culminada la secundaria, estudió Derecho en la Universidad Católica del Uruguay, aunque nunca ejerció como abogado y su labor siempre estuvo relacionada al Parlamento. Conoció a su esposa cuando él tenía 18 años y ella 16, a pesar de que no fue hasta unos años después que comenzaron a salir y al cabo de ocho meses de noviazgo, Lacalle Pou le propuso matrimonio. Él tenía entonces 26 años y ella 23. La nueva familia se trasladó al barrio privado La Tahona, en el departamento de Canelones, lugar donde viven actualmente. En diversas entrevistas, reconoce que “Loli” es uno de los principales bastiones de su vida, apoyándolo incluso en la militancia.
Ponce de León es hija de madre batllista y poco sabía de política cuando lo conoció. Asistió al colegio Alemán primero y a la Scuola Italiana después, y realizó una Tecnicatura en Forestación en la Universidad de la Empresa y luego en la Escuela de Jardinería. Más adelante desarrolló su carrera como paisajista, teniendo intervenciones incluso en el Hipódromo de Maroñas.
El matrimonio luchó durante varios años para poder tener un hijo. Luego de varias inseminaciones sin resultado, a través de una fecundación in vitro con embriones congelados llegaron los mellizos Violeta y Luis Alberto.
Fueron los primeros niños uruguayos que nacieron de esta forma. Dos años más tarde tuvieron a Juan Manuel. Esta experiencia lo impulsó a presentar años más tarde en el Parlamento el Proyecto de Ley sobre Reproducción Asistida.
A nivel personal, Lacalle Pou se reconoce como un biólogo marino frustrado, y señala el agua como uno de sus principales hobbies, donde en sus tiempos libres le gusta surfear. Los deportes, a nivel general, son uno de los grandes pasatiempos de la familia Lacalle Pou–Ponce de León.
A pesar de que Lacalle Pou ha querido marcar su propia impronta en la militancia por la Presidencia, y de que su padre, Lacalle Herrera, ha tomado distancia de la vida pública dándole un lugar a su hijo, el electo Presidente se reconoce con los mismos valores que su padre y reconoce que, respecto a la ética y la moral “la fruta siempre cae cerca del árbol”. Durante su oratoria, luego de la segunda vuelta, se tomó una licencia y recordó nuevamente a su padre a través de una frase: “Las nubes pasan, pero el azul siempre queda”.
Líder afectuoso, divertido y frontal
La tarde del lunes siguiente a la elección encontró a los jóvenes militantes del sector Aire Fresco reunidos en su sede de Carrasco preparándose para lo que sería el comienzo del segundo escrutinio que tendría lugar el día siguiente. Mientras se compartían mates y anécdotas de la pasada jornada electoral, Nicolás Martinelli, asesor de Luis Lacalle Pou en esta campaña y compañero de militancia del Presidente electo desde el año 2006 (cuando fundaron junto a Martín Lema la lista 404, aunque a nivel formal comenzaron a trabajar el Parlamento en el año 2011) dialogó con La Mañana sobre su figura.
Definió a Lacalle Pou como una persona leal, frontal y compañera que sabe trabajar en equipo y, en concreto, con una gran capacidad para delegar. “Si te pide un trabajo no te pienses que luego se va a olvidar, tiene una gran memoria y luego te va a preguntar sobre ello, tenés que estar preparado”, describió. En este sentido, mencionó que el exsenador “tiene una obsesión por rodearse de los mejores”, lo que lo ha impulsado a ir al encuentro de otros, incluso de aquellos que se encontraban en otros partidos políticos, como Graciela Bianchi o Gonzalo Mujica.
A nivel intelectual, aseguró que posee una gran capacidad para absorber temas, conociendo sobre distintas aristas, como de agro, economía o derecho, por citar algunas. “Luis tiene una visión de país y de Estado muy abarcativa, que no es tan fácil de tener”, reconoció.
Pero, más allá del trabajo formal, el diputado suplente por Canelones recordó cuando, en el año 2013, Lacalle Pou comenzó una gira por el país que ambos compartieron. Los extensos kilómetros en camioneta que debieron recorrer los encontró juntos, pensando ideas que anotaban en una libreta que siempre los acompañaba, y que luego serviría para comenzar a armar una propuesta de programa de gobierno. “Íbamos a varios lugares juntos, compartíamos habitación. Es un tipo muy divertido, que escucha y es, realmente, muy atento”, expresó. De esta forma, Martinelli dijo que es “muy afectivo” y se mostró “contento” por los resultados obtenidos en la elección. “Estamos con la tranquilidad de saber que se hizo todo lo que se tenía que hacer, y que se hizo bien”, apuntó.