Importantes obras en materia edilicia, mejoras en las formas de vinculación con los adolescentes y en las lógicas cotidianas, amplio espectro de convenios laborales y educativos, este es el rumbo que ha tenido Inisa en los últimos años. Su presidenta, Rosanna de Olivera dialogó con La Mañana sobre los cambios que se han realizado en los últimos años y los proyectos que buscan continuar dignificando a los adolescentes que están en el sistema y también a los funcionarios.
Usted presentó un informe sobre el trabajo de Inisa a dirigentes e integrantes del gobierno de Cabildo Abierto, ¿cómo evalúa el encuentro?
Fue una instancia muy relevante porque fue la primera vez que nos encontramos los legisladores y los que representamos a Cabildo en diferentes cargos en el Ejecutivo. Pudimos dar a conocer en qué estamos trabajando cada uno.
En mi caso presenté la institución, la población que atendemos y mostré los números del censo que se hizo en el 2021 en el que se encuestó a todos los adolescentes privados de libertad del sistema y la capacidad de respuesta de Inisa. Ahí se compara con un trabajo similar hecho en 2018 y se ve el progreso realizado, a pesar de estar comparando un año de pandemia con otro de no pandemia y se visualizan los avances en aspectos fundamentales a favor de dar mayores garantías al cumplimiento de los derechos de los adolescentes. Por ejemplo, hemos mejorado la atención en salud, el acceso a agua caliente, limpieza de los centros, las mejoras edilicias, de convivencia, etc.
Como atienden la salud mental. ¿Qué me puede comentar al respecto?
En Inisa hemos disminuido en un 80% los intentos de autoeliminación. Si se compara con 2019, hubo 181 de estos episodios, en 2021 son 73 y en 2022 son 33 casos. Ese es un número muy potente y resume la gestión que se está haciendo en lo que refiere a la salud mental. Cuando asumimos, inició la pandemia, como no había casi actividades de ningún tipo, ni de estudio ni laborales, la estrategia fue designar de inmediato un profesor de educación física en cada centro para incentivar mucho el deporte. Además, hay que tener presente que estos adolescentes vienen de historias muy complejas, con la violencia a flor de piel, la tienen internalizada, de ahí la necesidad de que tengan deporte, para que de alguna manera puedan descargar, cumplir reglas de juego, disciplina, respeto y todos los beneficios físicos y psíquicos que se generan con el deporte. Fue una herramienta que nos ayudó sustancialmente en ese momento y que se quedó instalada, lo que fue muy bueno, porque se hizo hábito en todos los centros, en el cotidiano. ¡Vino para quedarse!
¿Cuáles son algunos números de las realidades que viven estos adolescentes?
Más del 60% tiene o ha tenido algún familiar en cárcel de adultos. La mayoría proviene de familias que están jefaturados por la mamá y otros vienen de convivir solos con los hermanos. Este censo nos da un panorama claro de quiénes son estos adolescentes. Si bien el número de privados de libertad es históricamente de los más bajos, llegan a 260, también decimos que han aumentado las medidas alternativas, con 350 en esta situación. En estos casos Inisa hace un trabajo en territorio, con la comunidad y con las familias a través de un Programa propio y en colaboración con algunas OSC.
En el pasado uno de los temas más cuestionados ha sido el edilicio, ¿cómo se viene trabajando esto?
Realizamos varias obras en los centros de Montevideo. En el Centro de Ingreso se arreglaron los cuatro módulos a nuevo, en el Centro Femenino se hicieron los baños que estaban muy deteriorados y los espacios comunes. En el Centro Preegreso se realizó la caminería interna y la semana pasada se inauguró la de Colonia Berro. Esto es algo realmente histórico y un reclamo de décadas de los funcionarios. Muchos de ellos me decían que pensaban que nunca se iba a lograr, que no llegarían a verlo… pero cumplimos!!
En Colonia Berro hay siete centros (NDR: lugares de reclusión) y se conectaban todos por caminos de tierra llenos de pozos, barro, polvareda permanente y muchas veces intransitables, principalmente cuando llovía. Aquello era autos, motos y bicicletas que se rompían todo el tiempo, porque los funcionarios entran y salen en esos vehículos. También pasan dos líneas de Copsa por dentro de la Colonia. Con la reparación de la caminería mejoramos la calidad de vida de los funcionarios y de todos en general. Esto era un debe de muchísimos años. Así que es un objetivo alcanzado de esta administración. Muy valorada por el gremio de funcionarios.
Llamó la atención que para la apertura de estas obras se hiciera una actividad que nucleó a funcionarios con internos, algo poco frecuente. ¿Qué me puede comentar al respecto y cuál es su visión de esta integración que se debe dar?
Para la inauguración de estas obras compartimos una correcaminata con los jóvenes. Se está dando ese cambio de mentalidad, concientizando y erradicando algunas lógicas violentas, ese es un proceso que venimos transitando y transformando. Ahora se aprecian otras realidades. Antes era impensado que los adolescentes de los diferentes centros pudieran compartir, por ejemplo, un partido de rugby. Antes eso no se daba. Esa integración es fundamental, esa buena convivencia, sin conflictos más allá de los naturales. Por ejemplo, yo corrí la correcaminata con los jóvenes de los siete centros de la Colonia y la disfrutamos muchísimo. La inauguración de la caminería de Colonia berro fue una verdadera fiesta. Esa es la verdadera transformación. Los cambios de cabeza son lo más importantes y lo estamos logrando paso a paso, y se están haciendo visibles y lo mejor es que todos los valoran y se instaló positivamente, eso trae excelentes resultados.
Cuando asumimos, de los 13 centros, tres eran de máxima seguridad y ahora son de mediana seguridad. Los adolescentes ahora están en el patio, haciendo una pared, una cancha de arena de fútbol, ayudando a pintar el edificio. Hay otra perspectiva para bien y eso baja los niveles de agresividad. Por supuesto hay muchísimo para hacer, pero vamos por el camino correcto y el censo de Unicef respalda este trabajo con cifras y números científicos.
Vivimos en una sociedad cada vez más violenta. ¿Cómo puede contribuir Inisa a bajar esos niveles de violencia con jóvenes que precisamente están inmersos en la calle y cómo se logra una transformación?
Hemos marcado una impronta y una forma de trabajo que ha permeado en la organización. Por ejemplo, impulsamos el trabajo de la Asociación Civil Halcones que forma parte del modelo espartanos de Argentina, que trabaja con el rugby, la espiritualidad y el trabajo. Desde hace un año acá hay un equipo de voluntarios que incorporó esta línea. Hicimos canchas de rugby en la Colonia Berro. Empezaron un martes a las ocho de la mañana. Al principio, se acercó un adolescente, después dos y ahora son 30 que el año pasado en diciembre jugaron su primer partido extramuros en el Estadio Charrúa con otros equipos de adolescentes de Montevideo. Y a pesar de que el rugby es un deporte de mucho contacto físico, nunca hubo un problema y llegar a eso es muy importante. De esta manera y de a poco, se va rompiendo con esas estructuras que eran de la vieja escuela. Estamos convencidos de que hay que apostar por los grandes cambios y concientizar en el sentido que todos debemos bregar por el logro mayor de que los adolescentes tienen que volver a la sociedad como ciudadanos de bien y convencidos de que el delito no es un camino válido.
¿Qué pasa cuando salen de la institución y regresan a su realidad?
Me gustaría aclarar algo, el Inisa no puede tener más contacto luego de que el adolescente cumple su medida socioeducativa. O sea, el día que el joven se va, nosotros no podemos tener más vínculo con él. Pero para responder a tu pregunta Inisa tiene un programa que se llama de Inserción Social Comunitaria. Entonces seis meses antes de su egreso, se empieza a trabajar con él y se lo prepara para la salida. Se va a su barrio, se habla con la familia y se concurre también al centro de estudio al que irá y a la policlínica donde se estará atendiendo. El joven en general vuelve a la casa, el entorno, el barrio, con la familia.
Otra instancia muy importante son los consejos consultivos honorarios que debemos realizar y los estamos haciendo con mucho éxito, es un espacio fundamental porque nos encontramos a trabajar con todas las instituciones, organizaciones que tienen vínculo con Inisa. Por ejemplo, el que realizamos en marzo invitamos a participar también a los adolescentes. Son encuentros interinstitucionales muy importantes, están todas las dependencias del Estado, los ministerios, las organizaciones de la sociedad civil, participaron el Mides, MVOT, el MSP, con ASSE, UNICEF, OSC, INAU, MI, etc., y las direcciones y funcionarios de Inisa en las distintas subcomisiones de trabajo para también trabajar sobre el egreso.
Por ejemplo, en esta administración firmamos un convenio con el Ministerio de Vivienda para que pueda acceder a la vivienda digna. Se le inserta laboralmente a través del programa de pasantías laborales con organizaciones, por ejemplo, con las intendencias del interior, el Instituto Nacional de Derechos Humanos, la Secretaría de Deportes, o con varios ministerios e inclusive con AEBU y otros gremios o empresas como Fábrica Nacionales de Cerveza o Teyma. Que salga con trabajo es la clave para la no reincidencia en el delito.
¿Cuáles son los planes para este año y para el próximo que ya es el último de esta gestión?
Tenemos algunas líneas muy importantes para ejecutar este año. Uno es terminar de concretar el Centro Académico de Formación de Funcionarios de Inisa. Por un lado, estamos haciendo un edificio que es donde va a funcionar físicamente la Academia (en Belloni y Aparicio Saravia) y es una obra que estará terminada a mitad de éste año.
El trabajo en trato directo con adolescentes en conflicto con la ley, tiene su especificidad y hay que prepararse para ello o actualizarse permanentemente. Estuvimos en ese sentido desde el comienzo de la función avanzando en este objetivo, últimamente y durante los meses de verano también concretando lo que será el Modelo de Centro, una guía que recoge, sistematiza y uniformiza la información y formas de trabajo de los 13 centros. Esta línea de trabajo viene siendo un proyecto conjunto y mancomunado desde hace varios años con la Cooperación Internacional entre la Unión Europea y el Inisa, donde participa y respalda AUCI en convenio con El Paccto (Programa de Asistencia contra el Crimen Transnacional Organizado).
Por otro lado, otra línea de acción surge a partir del proyecto con Cooperación Sur-Sur con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar. Ellos tienen muy buenas prácticas restaurativas con los adolescentes en conflicto con la ley. Se hace un trabajo muy profesional de reparación del daño, de responsabilización para sanar, para que, desde ahí, el joven pueda concientizarse del delito que cometió, proyectarse y comenzar con nuevas oportunidades. Estamos planificando para el mes de mayo próximo la visita de la delegación colombiana a nuestro país a conocer Inisa durante una semana. Vamos a llevar a cabo en esa oportunidad un encuentro participando a todas las organizaciones que tienen que ver con el sistema de justicia penal adolescente y las organizaciones de la sociedad civil para poner sobre la mesa las posibilidades referente buenas prácticas restaurativas con adolescentes en Inisa.
Como otra acción fundamental de la gestión es continuar con el Plan de Obras de arquitectura y dar comienzo a las obras en los edificios de Colonia Berro que son muy antiguos, tenemos mucho trabajo en el tiempo que resta para continuar cumpliendo con la gestión que estamos llevando adelante.
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