La situación en Salto tiende a agravarse para el comercio debido a lo que se considera una brutal diferencia cambiaria con Argentina.
Desde hace un tiempo atrás, un grupo de personas vinculadas a diferentes rubros se han congregado en torno a “Salto en Movimiento”, buscando impulsar una serie de medidas para lograr que no aumente mucho el desempleo en esa zona. El movimiento es nuevo y se constituyó como una manera de realizar una serie de propuestas frente a una situación que, en los departamentos de frontera, en especial con Argentina, tiende a agudizarse.
Rodolfo Germano, referente de este movimiento, dijo que la diferencia de precios entre Concordia y Salto, ha llevado a que se esté viviendo una crisis muy considerable en el comercio formal. “Pero lo peor está por venir”, señaló.
“Sabemos que la situación en Argentina con respecto a la devaluación seguirá por cuatro, cinco o seis años más. En ese período Salto terminará muy mal. Eso hace que nos estemos juntando para hacernos escuchar y presentar propuestas para mitigar esta situación”, dijo Germano a La Mañana.
Según explicó, el economista Gabriel Oddone señaló en una conferencia en el Centro Comercial de Salto que habrá una importante diferencia cambiaria con Argentina por los próximos cinco o seis años, inclusive pudiendo aumentar el tipo de cambio en Uruguay.
“Eso llevará a que el comercio legalmente establecido en Salto quede devastado, porque será algo imposible de sostener”, dijo Germano. “Además, se creará un gran problema social y cultural que es lo que queremos evitar. Terminaremos con todo el mundo trabajando en la ilegalidad. Una cosa es trabajar en negro con productos legales, como pasó en la pandemia, donde hubo mucha gente que quedó sin trabajo. Otra es hacerlo en la ilegalidad, que es lo que pasa acá en la frontera”.
Sobre sus propuestas, este movimiento impulsa cuatro medidas básicas para poder paliar la situación.
La primera es la aprobación de un proyecto de ley impulsado por los senadores Sergio Botana (Partido Nacional) y Guido Manini Ríos (Cabildo Abierto).
Ese proyecto plantea la posibilidad de una microimportación para el comercio establecido. “Eso posibilita que el comercio de Salto pueda comprar productos argentinos, pagando un impuesto y venderlos de manera legal. Eso desestimula la cruzada del puente por parte de la gente para hacer las compras”, explicó Germano.
Como segundo punto se solicita la rebaja de 15 pesos en el litro de nafta en el surtidor. Si bien el precio del combustible seguiría siendo más caro que en la vecina orilla, llevaría, junto con la medida de microimportación, a desalentar el cruce de frontera para hacer compras y a la vez recargar combustible.
El tercer punto que plantean es la quita del IVA en los productos manufacturados en Salto “para que los empresarios locales tengan un estímulo y competir de manera diferente con los productos argentinos”.
Y el cuarto punto es la rebaja de un 20% en el precio de la energía eléctrica para los hogares de Salto.
“En esos cuatro puntos nos estamos basando como movimiento social y es lo que vamos a pedir oficialmente al gobierno”, dijo Germano y agregó: “No sé exactamente cuál va a ser el camino para esta solicitud porque no somos políticos y no tenemos experiencia. Lo que estamos haciendo es, por ahora, intercambiando ideas y tratando de hacernos escuchar. Esa va a seguir siendo la estrategia hasta que lleguemos al Poder Ejecutivo”.
Según Germano, el economista Oddone sintetizó la situación que se vive en Salto, señalando que el problema “no está en la agenda de ningún partido político o del Poder Ejecutivo. Esto porque la realidad de lo que pasa en Salto no se conoce realmente, principalmente en Montevideo. Pero estamos mal, muy mal y más si vemos el futuro como se presenta”.
Sobre la situación en Salto, agregó: “Aún no se percibe lo mal que va a estar Salto dentro de un tiempo. La Universidad Católica realizó un estudio, un año y cuatro meses antes de reabrir el puente tras la pandemia. Ahí se observaba la diferencia de ventas con el puente abierto, el puente cerrado y lo que pasaría tras su reapertura. Ese estudio se quedó corto, porque la diferencia cambiaria fue mucho mayor que con la que efectuar los cálculos. En aquel momento el estudio daba que se iban a perder 7.000 puestos de trabajo en Salto y eso es lo que va a suceder. Esta realidad ya comenzó y en el invierno se va a agudizar mucho, porque los comercios van a cerrar y sin perspectiva de que vuelvan a abrir en los próximos cinco o seis años, debido a la diferencia cambiaria”.
“Esa gente va a ir al seguro de paro. Pero el seguro se va a terminar, y con ello otros beneficios, lo que llevará a que la situación social se complique”.
Mantener el puente abierto
Legalmente, se pueden pasar por la frontera cinco kilos de alimentos cada quince días, por persona, explica Germano. “Pero nosotros no hacemos un estudio sobre este punto, o sea si se cumple o no. A nosotros no nos interesa como un fin en sí mismo el cortar el puente”, aclaró. “El cruzar a otro país a través de un puente forma parte de la libertad del individuo, al igual que comprar donde a uno le parezca más conveniente de acuerdo al dinero que tiene. Lo que tenemos que hacer es que se desestimule a través del precio el pasaje hacia Concordia a realizar compras. Si en Salto los precios son 20% o 30% más caros que en Concordia, no voy a ir. Tengo que hacer 50 kilómetros y debo sacar cuenta del tiempo que me lleva, más horas de cola y el costo en combustibles”, sostuvo.
Acotó que “el camino correcto es desestimular la ida a Concordia, mediante precios y no cerrando puentes o cortando la libertad de nadie”.
Al hacer referencia a los plazos para la presentación de los reclamos al gobierno, sostuvo que el movimiento como tal se inició hace menos de un mes. “Somos como bebés, pero estamos creciendo muy rápido. Nos quedan reuniones para ver la estrategia de cómo nos vamos a mover. No pedimos cosas descabelladas y todo tiene un sustento”, afirmó. “Por ejemplo, lo que puede sonar muy oneroso, que es bajar 15 pesos el litro de nafta en el surtidor (en efectivo, sin tarjeta), hoy es nada más que US$ 600 mil al mes, lo que le puede costar el gobierno subsidiar esta medida, contra US$ 10 o US$ 11 millones que se van en efectivo de Salto a Concordia cada mes”.
También aclaró que no se ha tenido contacto como movimiento con los representantes del departamento a nivel legislativo. “Ellos tendrían que bregar por lo que estamos pidiendo y no lo están haciendo, ninguno de los representantes políticos de Salto. O sea, estamos haciendo lo que los políticos tendrían que hacer”.
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