La situación generada por despidos en las empresas Ríogas y Acodike no tiene relación con los cambios efectuados en la concesión del envasado de supergás por parte de Ancap. Así lo aseguró el director de Ancap, José Luis Alonso. a La Mañana.
El 28 de febrero vencieron los contratos de una sociedad (Gasur) existente entre Ancap, Acodike y RíosGas. El envasado de Ducsa se realizaba en partes iguales por Acodike y Ríogas. De esta manera esas empresas llegaban a un 45% cada una en lo referente al envasado. Megal envasaba y comercializaba por sí mismo.
Tras la licitación de las plantas de envasado –las dos de Ancap–, Megal pasó a envasar el 70% de Ducsa. Acodike. que tenía el 35% de envasado, pasa a tener el 30% y RíoGas no tiene más porque no participó en la licitación. Ducsa (supergás Ancap) no tiene envasado propio, esto lo hace ahora Megal y Acodike.
Megal cotizó a $ 7,99 el kilo para envasarle a Ducsa (o sea Ancap) y se queda con el 70%, el resto se le adjudicó a Acodike con $ 13,25 el kilo.
El personal de Ducsa fue absorbido por Acodike y Megal.
Frente a los despidos en Acodike y Ríogas, Alonso explicó que Ancap es totalmente ajena al manejo dentro de las empresas privadas y no participa en el manejo del personal de empresas. “Ancap no tiene nada que ver con este tema de los despidos y no tiene relación con esta licitación”, explicó.
Aclaró que el personal de Ducsa (22 funcionarios) fueron absorbidos por Megal y Acodike, lo que estaba dentro del proceso licitatorio. “Por lo tanto, este tema de licitación no tiene nada que ver con los despidos que se efectuaron porque no se afectó en nada al personal que trabaja en envasado en las plantas”, subrayó el director de Ancap.
Según pudo saber La Mañana, los despidos obedecen a movimientos internos dentro de las empresas y tienen relación con la baja estacional de trabajo que se da en los meses de verano.
Los costos de una garrafa
Alonso también fue consultado sobre el negocio del supergás y los márgenes que se manejan para envasado y distribución, que son superiores al precio del producto. “Ese es un tema crítico porque en realidad Ancap hace una subvención al mercado de consumo. De los $ 73 que cuesta un kilo de supergás, el 70% va al margen de la distribución e impuestos. Después queda el ingreso de Ancap”, acotó.
De los $ 73 de un kilo de supergás, unos 36 son margen de distribución, poco más de $ 13 el IVA y Ancap recibe menos de $ 24 por kilo, cuando el costo de producción es casi el doble.
Alonso explicó que esta situación, donde el costo de distribución es más alto que el del producto, es un sistema que “viene históricamente por los costos que planteaban las compañías. Y siempre resultó Ancap el colchón que absorbía la pérdida y eso es hasta hoy. Lo único que cambió es que antes Ancap era regulador del sistema de GLP (supergás) y ahora el regulador es Ursea. Ancap ahora es un tomador de precios y de situación”.
Inestabilidad del petróleo
Frente a los cambios en los precios del petróleo que tuvieron una importante suba en los últimos días por un anunciado recorte en la producción global, Alonso indicó que se vive en una “inestabilidad total en lo referente a los precios del crudo, que es uno de los componentes, pero no el único. El otro es el tipo de cambio. Se compra en dólares, pero se reciben pesos por los combustibles. Son relevantes ambos factores”.
Agregó que puede darse la situación que el precio del petróleo suba y el precio de combustible no, porque se tenga una ventaja por el tipo de cambio.
El actual atraso cambiario juega a favor para que no se dispare el precio de combustible en el surtidor.
Otro factor es la denominada “línea del tiempo”. Ancap compra un millón de barriles cada 22 días, son 16 embarques al año promedio. Lo que encarga hoy lo recibe dentro de 60 días y el precio que paga es el que rige en el momento de la descarga, no en el momento en que efectivamente lo compró. Y después el pago efectivo se realizan 90 días después de recibido. Alonso dice que por estas razones “no es una lectura instantánea de sube el crudo y debe subir el combustible refinado y a la inversa, el crudo baja y lo deben hacer los combustibles. Esa línea de tiempo es una compra que se paga a un valor dentro de 90 días. Hoy puede estar a US$ 83 el barril, pero dentro de dos meses es una incertidumbre total, que es cuando se debe pagar”.
TE PUEDE INTERESAR: