Las tecnologías digitales deben contribuir al crecimiento y desarrollo de una agricultura sustentable y formar parte de las transformaciones del campo. Para eso es clave contar con conectividad significativa.
El agro es motor de desarrollo, eso está reconocido a nivel global y cualquiera sea el país que se analice, el avance de las actividades agropecuarias empuja las comunidades y las sociedades al progreso además de garantizarles la seguridad alimentaria.
Cada país, para no salirse de la senda del progreso ni de la seguridad alimentaria debe cuidar a sus productores agropecuarios y garantizar el acceso de estos a todas las tecnologías que de una forma u otra se vinculan al sector y la actividad que desempeña. Eso incluye conceptos nuevos que se van imponiendo y que una vez que se adoptan ya no tienen marcha atrás, como la tecnología digital.
Este lunes 17 de abril se presentó en Chile el estudio “Conectividad rural en América Latina y el Caribe: estado de situación, retos y acciones para la digitalización y el desarrollo sostenible”, el cual realizado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), el Banco Mundial, Bayer, CAF-Banco de Desarrollo de América Latina, Microsoft y Syngenta.
Diversos funcionarios y expertos que participaron del acto de presentación -que tuvo lugar en la sede del Ministerio de Agricultura chileno- coincidieron en que es necesario formar habilidades digitales entre los agricultores para que el potencial de las nuevas tecnologías pueda ser mejor aprovechado en la producción de alimentos, informó IICA en un comunicado.
Esteban Valenzuela, ministro de Agricultura del país anfitrión dijo que en América Latina y el Caribe (ALC) “hay una brecha en conectividad entre el sector urbano y el sector rural que tenemos que romper. Estamos trabajando para ello”.
Corregir esa brecha en el acceso a internet es clave en cuanto se trata de una tecnología “básica y estar privado de ella es limitante para los pobladores rurales en muchas cuestiones, por ejemplo la comercialización. Definitivamente la conectividad es un derecho básico que tenemos que garantizar para todos los agricultores”, agregó.
Mejora la conectividad rural
La Mañana accedió al libro de más de 100 páginas en el cual se señala el crecimiento de las tecnologías digitales con el desafío de incorporarlas en el ámbito rural “para que contribuyan al crecimiento y desarrollo de una agricultura sustentable” junto con “la transformación del campo”.
Actualmente, “se estima que 72 millones de pobladores rurales de 26 países de América Latina y el Caribe no acceden a una conectividad con estándares de calidad mínimos”, no obstante, hay una mejora del 12% respecto a 2020. “A pesar de la mejora, sigue siendo alarmante” que 72 millones de pobladores rurales de la región no tengan una buena conectividad.
En 2020 la población rural con conectividad significativa era del 36%; en el estudio realizado en 2022 muestra una mejora al 46,4%; en tanto que la población urbana pasó del 71% en 2020 al 79%, lo que muestra la brecha entre lo rural y urbano en perjuicio de lo primero.
¿Cómo está Uruguay en el concierto regional?
El informe ubica en a los 26 países analizados en tres clusters o grupos, de acuerdo a sus porcentajes de conectividad significativa rural (ICSr).
Los países con baja conectividad significativa son Bolivia, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Nicaragua y Venezuela. Este grupo “suma el 30% de la población rural de 26 países.
En 2020 formaban parte de ese primer grupo El Salvador, Jamaica y Perú, pero en 2022 mejoraron su conectividad y subieron un escalón. También estaba Belice per su mejora lo hizo saltar al primer grupo.
El grupo medio lo conforman Colombia, Ecuador, El Salvador, Jamaica, México, Perú, República Dominicana, Paraguay y Surinam. Estos 9 países representan el 46% de la población rural del total de 26 países analizados.
Uruguay está en el grupo de alta conectividad significativa rural junto con Argentina, Barbados, Bahamas, Belice, Brasil, Costa Rica, Chile, Panamá, Trinidad y Tobago y Uruguay. Todos ellos representan el 24% de la población rural total de los países analizados.
De este grupo, Belice y Barbados se destacan como los que mostraron el mayor avance con respecto a la medición anterior, “con aumentos de más de 50% de pobladores rurales que ahora acceden a conectividad significativa, seguido de Trinidad y Tobago, Costa Rica, Uruguay y Argentina con aumentos en el porcentaje de pobladores rurales con conectividad significativa cercanos o mayores a 30%”.
Antel y Mevir
Sobre Uruguay el texto subraya, en el capítulo 3 “Estado de situación de la conectividad rural en América Latina y el Caribe: las iniciativas a partir de 2020”; apartado 3.3 “Desarrollo de iniciativas y alianzas público – privadas”, que en el año 2021 Antel y Mevir firmaron un acuerdo de cooperación mutua “con el fin de dotar de conectividad a sitios destinados a la actividad rural”.
La estrategia ha dado resultado y consiste en que Mevir facilita campos de su propiedad a Antel “para la instalación de infraestructura tecnológica que el organismo proponga. El proyecto se plantea alcanzar a los ámbitos con poca densidad de habitantes que aún no están conectados” y lograr el 99% de las localidades con menos de 500 habitantes cuenten con conectividad.
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