¿Cuál es actualmente la situación de los productores uruguayos?
Está complicado el tema de la vitivinicultura, a nivel de los productores y a nivel de la industria, la rentabilidad y los precios internacionales son muy jodidos, por lo que estamos en un momento de cruces de caminos muy importante. Se molieron 4 millones de kilos de uva, se hizo el vino, se exportó una parte y el otro porcentaje está para exportarse, se hizo mosto concentrado y tuvimos la posibilidad de venderlo dentro del mercado interno y ahora estamos analizando todo el proceso de cómo se va a desarrollar la cosecha 2020 que ya se nos viene y se va a tener una producción mayor a la del año pasado.
Ante esto, estamos debatiendo los criterios de cómo vamos a proceder en esta vendimia y ver cómo podemos canalizar este proyecto para tener mejoras en el sector. Desde el centro de viticultores se están poniendo éstos temas en agenda para empezar un camino ordenado y hacia adelante.
¿Cómo está la situación del sector con el cierre de viñas?
Se han perdido viñedos y también industrias y todo eso favorece la gran concentración que se viene dando a nivel de todos los sectores productivos y comerciales. Esto afecta fundamentalmente al aparato productivo de un país como este, que es de pequeña y mediana empresa familiar, que lo viene golpeando de tal forma que cada día que pasa y cada cosecha que nos acercamos, se nos hace más difícil poder avanzar y sostener a la familia dentro de la granja.
El cierre de bodegas también preocupa
Cada industria que cierra, perdemos un nicho donde nosotros podemos vender la uva y esto genera concentración en pocas empresas que compran la uva y el precio empieza a tener una caída porque la industria tiene la posibilidad de tener la uva de ellos y juega con una uva de primera. A los productores el precio se le reduce de tal forma que el que no tiene base para afrontar este empujón que están pegando se cae todo y se achica y se concentra cada vez más de sector y perjudica la base social que es la viticultura dentro de la granja.
¿Esperaban algo más del gobierno?
Esperamos políticas más fuertes hacia el sector productivo y a la pequeña y mediana empresa y entendemos que muchas veces nosotros como organización social y gremial por falta de organización y por falta de participación de unidad no avanzamos a veces en los caminos que verdaderamente tendríamos una transición de negociación para poder organizarnos hacia delante. Esperemos, que el año que entra y en esta cosecha, podamos transitar en una articulación más fuerte dentro del sector a nivel del INAVI y también a nivel ministerial para poder conseguir los distintos apoyos que sostengan el aparato productivo jugando en la cancha y no emigrando, ni engrosando los cinturones de miseria de la ciudad.
¿Qué más podría haber hecho INAVI?
Sí, claro que pudo haber hecho mucho más y también dentro del Ministerio de Ganadería a nivel de todo el Fondo de Fomento de la granja, ya que hay que debatirlo e insertarse nuevamente en el Centro de Viticultores, dentro de ese plan de negocio. Que le abra la puerta a apoyos que verdaderamente lo tengas dentro de una calidad estimada.
¿Cuántos productores se han perdido en el último tiempo?
El porcentaje de productores perdido es verdaderamente muy alto y si vamos hacer un número de productor sin garola capaz que hemos perdido un volumen de un 35%-40% y con garola otro tanto, llegando a que un 60% de todo el sector que se achicó.
La garola es cuando el productor llega la hora de la vendimia y tiene que ir a negociar sí o sí y vender a veces por la falta de liquidez. En un sector que está complicado de vender dentro del mercado interno y la exportación, los precios son muy irrisorios.
Además si el tiempo no te ayuda a que puedas lograr la calidad de la uva como algunas empresas demandan, y te apura el tiempo y el clima, es el bodeguero que está jugado a un producto perecedero que tiene que llevarlo al precio que pueda conseguir. En un análisis de una rentabilidad mínima, es donde juega la política de Estado, y la organización tiene que pelear y puede hacer alguna diferenciación.
¿Cómo ve la perspectiva del sector?
Para adelante veo que es un sector que si bien es complicado y cuesta unirse, tiene posibilidades de articular y negociar una política mucho más dirigida y mucho más fortalecida, por la experiencia que de alguna u otra manera durante los últimos años y los distintos gobiernos que hemos tenido, debe y tiene la obligación de estar dentro del quinquenio de un presupuesto de gobierno para que tenga los apoyos necesarios para sostener al productor en el campo.
En la última semana estuvieron participando de un evento en Brasil, ¿de qué trataba?
Designados por el Centro de Vitivinicultores y representando a nivel gremial e integrando el directorio de INAVI tras el pedido del presidente de esa institución, de que los privados integraran en el debate del MERCOSUR en Brasil por distintos motivos, donde la parte paraestatal argentina, propuso analizar el proceso de Argentina sobre el proceso de agua en el vino.
Esto surge porque había un pedido de Argentina para la libre circulación del vino a granel dentro del Mercosur, y nosotros no estábamos de acuerdo, y salió por unanimidad que por el momento no se va a realizar ya que quedó en suspenso. Sí se puede transportar envases de hasta 5 litros.
Argentina tiene problemas por el agregado de aguas y ahora están elaborando una Ley que permite que sea hasta un 2,8%, lo que Uruguay se opuso de hacerlo acá y no estamos de acuerdo con esa medida.
Por eso se conformó una comisión que va a analizar el tema y va a ser analizada en el próximo debate, ya que Uruguay se opuso, ya que perjudica al país, al sector y un rubro importante dentro de la granja.